Chapter II:

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Al día siguiente, el mayor se despertó al sentir los rayos de sol entrando por su ventana, sentía un peso en su pecho, al mirar, encontró a su hermanita menor recostada. No pudo evitar ver los moretones que había en su rostro y brazos, se sentía tan mal ver a su parecida hermana de esa manera. Después de estar pensando un rato, volteó a ver su mesita de noche, para ver el reloj, el cuál marcaba las siete veinticinco, el mayor decidió despertar a su hermanita para poder llegar a la escuela temprano y no tener ningún retraso.

—Stacy, cariño, es hora de despertar –decía el mayor de una manera suave–

—Will... –la pequeña se quejó– No me quiero levantar, me duele la cara y mis bracitos –dijo abrazando al mayor–

—Lo sé, mi niña, pero tenemos que levantarnos rápido, sino nos van a regañar, anda –dijo el mayor dando pequeñas palmaditas en la cabeza de la menor–

Al pasar cinco minutos, Stacy y su hermano se levantaron, la niña fue a su cuarto a buscar que iba a ponerse. Su madre decía que las niñas no debían de usar pantalones, porque según no era femenino, pero como era de esperarse, a la menor no le importaba, por lo que decidió vestir con un pantalón de mezclilla negro y una camiseta sin ningún estampado de color azul marino, junto sus tan apreciados converse. Al salir de su habitación, se encontró con su hermano en el pasillo, el cuál se acababa de dar un baño. Stacy entró al baño, hizo sus necesidades, tomó un baño, se vistió, lavó sus dientes, arregló su cabello y para finalizar, cubrió con un poco de maquillaje sus moretones, lo más que pudo.

—Bien, desayuna algo rápido, yo ya lo hice, tenemos veinte minutos para llegar, y digamos que nuestra escuela no está tan cerca –dijo William a la pelinegra–

A pesar de ser hermanos, Stacy era un poco diferente a William en físico, él era pelirrojo, ella era pelinegra, él tenía los ojos azules, ella los tenía de color avellana, él era alto, ella era de baja estatura, en lo único en lo que se parecían era en la forma de su rostro y de la nariz, aunque ambos tenían el cabello muy suave y sedoso. En fin, cuando la menor de los Rose terminó de desayunar, su hermano le indicó que cepillara sus dientes y él la esperaría en la puerta junto las mochilas de ambos. La pequeña al terminar de hacer eso, corrió a la puerta de su casa, salió junto su hermano. Los dos iban platicando de cosas sin sentido, riendo, al llegar a la escuela, Will le depositó un beso en la frente a su hermana, se despidió y fue a la área de secundaria de la institución. William al llegar, se encontró con su mejor amigo, Jeffrey Dean Isbell, o como los hermanos solían llamarle, Izzy. Cuando terminaron las clases, ambos adolescentes, se dirigieron a la área de primaria para recoger a la pequeña Stacy; ésta al ver a Izzy, se emocionó, ya que para ella, él era como su segundo hermano.

—¡Izzy! –la pequeña corrió a los brazos del mayor– ¡Te extrañé mucho! –dijo depositando un beso en la mejilla del pelinegro–

—Yo también, cariño –respondió con una sonrisa mientras la abrazaba de vuelta, pero al ver los moretones que la pequeña tenía en sus brazos y rostro, su sonrisa fue cambiada por una mueca de enojo– ¿Tu padrastro les volvió a hacer daño? –le preguntó al pelirrojo–

—Sí... está vez sí que la dejó mal –dijo el hermano mayor viendo a su hermanita– Izzy, te juro que cuando cumpla veinte, nos largamos de este lugar de mierda... –gruñó el pelirrojo–

—Sí, Will, eso es lo mejor... –respondió el pelinegro– Stacy, ¿quieres ir por una malteada o una nieve? –preguntó Izzy a la pequeña–

—¡Una malteada! –respondió la menor con una adorable sonrisa en su rostro– ¿Podría ser de chocolate? –preguntó con un pequeño rubor en sus mejillas–

—Será del sabor que desees –respondieron los mayores al unísono–

Los tres se pusieron en marcha hacía la cafetería más cercana para poder comprar malteadas, Izzy se encargaba de escuchar al pelirrojo y cuidar a la menor, ya que aunque William no lo admitiera, estaba agotado. El pelinegro se encargaba de escuchar los planes que su amigo tenía para cuando él fuera mayor de edad; se sabía que Will era muy bueno cantando y tocando el piano, mientras que Jeffrey era muy bueno tocando la guitarra, ambos tenían planeado irse de la pequeña ciudad de Lafayette en Indiana para probar su suerte en Los Ángeles y tal vez, solo tal vez crear una gran banda. Ambos chicos tenían en mente llevar a Stacy con ellos, ya que ni William ni Jeffrey pensaban que era buena idea que la pequeña niña se quedase con esos dos negligentes.

La Pequeña Stacy Rose | S.H.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora