𝘿𝙚𝙖𝙙𝙡𝙮 - 𝑁𝑎𝑟𝑢𝑡𝑜 𝑈𝑧𝑢𝑚𝑎𝑘𝑖

Capítulo III

- 𝙈𝙞𝙨𝙞𝙤́𝙣 𝙘𝙡𝙖𝙨𝙚 𝘾 -

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Padre, ya tengo todo lo necesario, por favor déjame ir- sus quejidos eran ignorados por él mayor quien guardaba todo por tercera vez en su mochila.

Con un suspiro abrazó a su padre calmandolo de dejar ir a su princesa.

Perdón Belia, sabes que me pone nervioso que puedas llegar a... - el silencio reino en aquél cuarto mientras la adolescente fruncia el ceño.

¡Ya no soy esa niña débil! Deja de tratarme así padre, ahora soy una ninja y debo mejorar, no detenerme por tus miedos... – con el ceño fruncido la Yamanaka salió de la habitación tomando su mochila y saliendo de casa dejando a su padre varado por la reacción.

Él rubio tomó asiento en la cama sintiendo el amargo sabor en su boca, su hija estaba creciendo así que apoyaría esa decisión y sería hora de darle un verdadero entrenamiento y enseñarle un mayor alcance del Clan.

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Mientras caminaba a las afueras de la aldea sonrió mientras recordaba como Naruto quería matar a su cliente ayer.

Y ¿realmente quieren que crea que tú eres un ninja? Hablo del pequeñito con expresión de tarado en el rostro- la risa de Naruto como siempre inundó el lugar hasta que se dió cuenta que se refería a él.

¡Acabaré contigo!- era cómico realmente recordarlo porque era sostenido por Kakashi mientras intentaba correr con una cara que parecía estriñido.

No puedes acabar con un cliente Naruto, así no funcionan las cosas-.

Soltó una risa mientras abría los ojos encontrándose con la mirada de su equipo.

Ajustó su mochila y se dispuso a salir de su aldea, mientras veía al rubio festejar estar afuera.

¿Por qué tan emocionado Naruto?- sus ojos azules observaron con curiosidad al Uzumaki que le sonrió aún más mientras se acercaba a ella y la abrazaba.

Es la primera vez que salgo de la aldea, ya soy un viajero, de verás- la soltó sin darse cuenta lo pálida que la había dejado ante aquel acto de confianza.

No era muy fanática del contacto físico que digamos.

Oiga, ¿se supone que debo confiarle mi vida a este debilucho? Èl es una broma- las palabras de tazuna molestaron al menor que lo veía con ojos de muerte y cara enfadada.

La risa de Kakashi sonó intentando aligerar esa oración - Él está conmigo y yo soy un jounin no se preocupe, cuidaré de todos.

Mientras Naruto le reclamaba a tazuna y este le respondía, volteó a ver al Uchiha que la observaba con un leve brillo en sus ojos que no logró comprender.

¿Qué me ves maldito zopenco?- él azabache se acercó a ella machacandola con la mirada mientras sus narices se llevaban a rozar.

Viendo el momento en donde dejes de estorbar- la de ojos zafiro frunció el ceño y lo empujó por los hombros ignorandolo.

El viento sopló con fuerza llevándose los buenos recuerdos que aquellos azabaches alguna vez compartieron de jóvenes, cuando la inocencia de ambos era totalmente pura y sus intereses eran inocentes.

Empezaron a caminar en silencio escuchando la naturaleza y estando alerta de enemigos que podrían atacar.

Kakashi, ¿también existen ninjas en el país de la tierra de las Olas..?- su pregunta no había sido por nada, sentía un extraño dolor en su nuca que le ponía los pelos de punta.