'________ 𝘛𝘩𝘢𝘮𝘦𝘴' '𝘊𝘢𝘭𝘪𝘧𝘰𝘳𝘯𝘪𝘢 𝘋𝘦𝘭 𝘕𝘰𝘳𝘵𝘦'
Han pasado 2 semanas desde la discusión que tuve con Lía y Miguel, la verdad me sentía muy mal, no me gustaba estar peleada con el, estos días solo lo he visto para grabar, pero ninguno de los dos se atreve a dar la palabra.
Y bueno, les había contado lo sucedido a los chicos, que rápidamente empezaron a reclamar su dinero, ¿Y por que?, porque habían apostado sobre quien realmente era Lía.
Ella es un cofre lleno de secretos, que yo, Becca y Maddy descubrirán, no perderemos aún gran amigo por culpa de ella, tenemos un gran plan gracias a los chicos y Mason.
El plan es el siguiente, yo primero tendré una grabadora en mi camisa, y arriba de está tendría para cubrirme un poleron (pollera).
Luego los chicos me dejarán sola con ella, y ella empezará a decirme lo que quiera decirme, total después eso quedará guardado.
Pero, creo qué hay uno mejor, que es el de Mason, no me tiren por el primer plan, fue la idea de Jacob.
Me quedaré sola con Lía en la habitación donde me quedo a dormir en la casa de Tristan, Lía empezará a chillar con cualquier cosa que quiera decirme, es decir, "molestarme", y Justo en ese momento cuando esté diciéndome cosas entrara Miguel silenciosamente, para qué ella no se de cuenta.
¿Y cómo entrará Miguel?
Simplemente Mason le dirá que lo acompañe a la habitación, y se encontrará con tal acto que haga Lía, ósea, la pillara con las manos en la masa.
¿Cuando lo haremos?
En una semana más.
Si, así de rápido, no queremos envenenar más a nuestro amigo con la loca de Lía.
¿Y si volvemos a la actualidad?
— Yo digo que Finney tiene que morir — dijo Tristan
— ¡Oye no!, obviamente no voy a morir
— Es obvio que no, pero solo digo — dijo riéndose
— Ja, Ja, Ja, gracioso — dijo soltando una risa falsa
— Mason, ¿me compras esto? — dije señalando una energética
— Claro, ponla en el carrito
— Gracias
— Mason, ¿Me compras esto a mi? — dijo Tristan, señalando unos chocolates
— No — soltó una carcajada
— Amargado
— Si obviamente te lo compro, ponlo en el carrito antes que me arrepienta — dijo riendo
— ¡Te amo!, gracias ricitos de oro — dijo feliz
Mason solo soltó una risa pegadiza, haciendo que yo y Tristan estalláramos en carcajadas.
En ese momento llegaron, Becca, Maddy, Brady y Jacob, venían bastante agitados, como si hubieran corrido desde aquí hasta México.
Ellos pararon al mismo tiempo, poniendo sus manos en sus rodillas y respirando desesperadamente, vaya que si estaban cansados.
— ¿Que carajos les pasó? — dijo Tristan
— Si solo los mandamos por las salsas — dije confundida
— Lo...lo qué pasa... es...que...Becca empezó... — dijo Maddy, la pobre apenas podía hablar de lo cansaba que estaba
— ¿Que hizo ahora esta nena? — dijo Mason
