¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✵•.¸,✵°✵.｡.✰ ✰.｡.✵°✵,¸.•✵
El hecho de que los dementores estuvieran en Hogwarts era una de las muchas razones por las que Elizabeth no confiaba en Dumbledore. Entendía que tenían que atrapar a Sirius Black, pero sentía que la presencia de los dementores alrededor de Hogwarts era demasiada. ¿Tan poca seguridad tenía la escuela? O tal vez solo estoy juzgando al viejito, pensó.
— ¿Cuál es la criatura mágica que le gusta el dinero? — preguntó Theo a su lado mientras la volteaba a ver.
— ¿Te refieres al escarbato?
— Anda, esos — se volteó a ver a Draco — Yo sería un escarbato, porque amo el dinero.
A diferencia de Draco, nunca había considerado a Theo su amigo. Solo había hablado con él las pocas veces que los acompañaba a Draco y a ella a sentarse enfrente del lago negro. No era el único; Blaise, Crabbe, Goyle y Pansy hacían lo mismo. Pero realmente lo único que hacía que se hablaran era el rubio, y a ella no le molestaba que se unieran a su conversación. Después de todo, ella nunca le contaba sus cosas personales a Draco; él ni siquiera sabía de Cedric. Principalmente porque, a pesar de que eran amigos, desde que él había entrado a Hogwarts, se empezaron a distanciar un poco, tanto por los pensamientos y comentarios que hacía, parecidos al de su padre.
— Eres un idiota los escarbatos no aman el dinero, ellos solo se sienten muy atraídos hacia las cosas brillantes — Draco rodó los ojos mientras recargaba su espalda en el árbol detrás de él.
— Mentira, dile que los escarbatos aman el dinero — Theo la volteó a ver de nuevo mientras ella terminaba de comerse su pastel de moras azules —. Yo estoy en lo correcto, ¿verdad Elizabeth?
— No — se rió —. Draco tiene razón, lo cual me impresiona que lo sepa. Apenas este año tendrá la clase de criaturas mágicas. Bien por ti, Draco.
Draco sonrió con orgullo mientras veía a su amigo, que empezó a quejarse. A los pocos minutos, Elizabeth se levantó y se limpió la tierra de su falda.
— ¿Ya te vas? — preguntó Theo mientras la veía.
— Sí, tengo que ver al profesor Lupin para un trabajo extra. No me fue bien en el que dejó la clase pasada — ambos chicos vieron a la castaña sin creerle —. No me vean así, no me puedo quedar con un aceptable. Mis abuelos me colgarán si se enteran de que bajé mi promedio.
— Sí, porque un aceptable en todo el año va a arruinar tu promedio — bromeó Theo, logrando que Draco lo golpeara —. ¡Ay! ¿Qué demonios?
— Déjala en paz. Si ella no quiere un aceptable, está bien, no es una conformista como tu sabras.
Elizabeth solo se rió y se despidió, luego empezó a caminar hacia el aula del profesor Lupin. Había tenido pocas clases con él por el momento, pero realmente le gustaba cómo daba las clases. Creía que eran entretenidas y que realmente estaba aprendiendo algo, cosa que no había pasado con sus dos últimos profesores. Además, le agradaba; tenía una aura muy tranquila y segura, cosa que ella amaba.
