2. Bajo la lluvia y unas gotas de sangre.

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Ya íbamos de camino a mi casa.
Jason me iba a llevar.

Después de haberle preguntado qué le pasaba, hubo un silencio muy incómodo, así que decidí encender la radio para terminar con el silencio incómodo. Y empezó a sonar la famosa canción de David Guetta, "Dangerous".

Me encanta esta canción.
Así que no pude resistirme a cantarla.

- You take me down, spin me around, you got me running all the lights, don't make a sound, talk to me now, let me inside your mine...!- canté un poco desafinada, pero no importa.

Jason estaba con una sonrisa en sus cara.

Apenas terminó la canción le tuve que preguntar:

- ¿Qué? Ya sé que canto hermoso, no tienes que decírmelo.

Él se empezó a reír como si que yo hubiera dicho la mejor broma del mundo, y yo no pude evitar empezar a reírme con él.

*** *** *** ***

Esta vez el viaje se me hizo demasiado largo.

Todavía no habíamos llegado a casa.

Habíamos parado en un súper mercado para comprar creo que comida, chicles, bebidas, chocolates, etc.

Yo me había quedado dentro del auto, esperando a que Jason comprara las cosas.

Ya el cielo se estaba poniendo gris.
Creo que iba a caer un aguacero.

Jason se estaba acercando.

Ya quería estar en casa.

- Abreme la puerta, por favor.

- Claro

Entró justo a tiempo; ya la lluvia había empezado.

Apenas llegara a mi casa, lo primero que haría sería: cambiarme y ponerme mi pijama, hacer un chocolate caliente con malvaviscos y ponerme a ver películas con Jason o si el no podía venir, me pondría a leer algo.

Jason empezó a acelerar y a subir demasiado la velocidad.

Lo más probable era que mientras estaba sumergida en mis pensamientos de qué hacer apenas llegaba a casa, el estuviera hablando con alguien al lado de su ventana y al final terminaran haciendo una competencia hasta el otro semáforo.

Sí, ya me había pasado.

Pero no había nadie al lado, ni atrás.

Luego dimos una curva muy cerrada y casi nos matamos.

Volví a ver atrás y sí había un auto, que venía a demasiada velocidad.
Era obvio que venía por nosotros.

- ¿Qué está pasando, Jason?

- Emm...

- Dime - dije interrumpiéndole.

- Esque... Bueno, me imagino que ya
viste a ese auto que viene siguiéndonos- asentí con la cabeza, luego el continuó- el que va manejando, quiere algo de mí.

- ¿Qué quiere?- dije lo más calmada posible.

- Yo... Le debo algo

- ¡¿Qué?! Ve al grano, Jason.- dije casi gritando

- Dinero, Meg, le debo dinero.

- ¿Pero, por qué te esta siguiendo? ¿No llegaron a un acuerdo o no te dió cierto tiempo?

- Sí, pero el tiempo se agotó.

- Idiota. - eso fue lo único que puede decir

¿Enserio, Meg? ¿Eso es lo único que pudiste decir?

A tu novio lo siguen, fijo es para matarlo o raptarlo y tú le dices: Idiota.

- Escucha, Meg, no hay tiempo de explicarte nada. Pero, por lo que más quieras, No le creas a Brandon, él es la única persona que sabe el problema, pero hubo una pelea entre el y yo y si le preguntas te va a cambiar la historia.
Tienes que saber distinguir la verdad de la mentira, ¿Está bien?

Brandon era el mejor amigo de Jason, se conocían desde hace años.
La pelea tuvo que haber sido grave como para que Brandon hiciera tal cosa.

- Ok, pero promete que me lo explicarás.

- Lo prometo.

Sabía que esto era grave.
Jason ya ha debido dinero, pero siempre lo pagaba a tiempo, lo perdonaban o terminaba ganando.
Pero, nunca lo habían llegado a seguir de esta manera.

El auto nos estaba alcanzando y nosotros nos estábamos quedando sin gasolina. Genial, ¿no? Parecía que todo estaba planeado.
Nada más falta que yo fuera una clase de trofeo o una mierda que ganar.

- Sujétate.

Me agarré de las orillas del asiento.

El auto nos chocó. Y fue un choque duro.
Nos vuelve a chocar, todavía más fuerte.
Y así, cómo cinco veces, hasta que nos volcó.

Paramos de rodar. Se me hizo eterno.

- Meg, ¿estás bien?

- Sí.

Un hombre grueso y musculoso, bajó del otro auto con una pistola.

Oh.Por.Dios.

- Baja del auto imbécil.

Jason no protestó. Y se bajó.

Su pelo se estaba empapando, al igual que su ropa.

- ¿Dónde esta mi dinero?

- Ya casi lo tengo. Sólo me faltan unos cuántos dólares.

- ¡Lo necesito YA!

Que miedo que me daba este hombre; tenía la mitad de la cabeza calva y el resto con pelo de diferentes tonos de café, su cara estaba muy arrugada, sus labios eran extremadamente grandes, sus musculos se veían demasiado falsos... Okay, ya me entendieron.

- Lo sé, lo sé. Sólo dame unos días, por favor.

- No niño pijo bonito, ya fue demasiado.

- Por favor, imagínate en mi lugar... Tienes familia al igual que yo, quiero seguir mi vida, tengo mucho por delante, mi novia, ¡casi la matas...!

- Pues si es así, debiste haber sido más inteligente, y no retarme...- oh ya lo entendía es el típico viejo que quiere ser superior y que todos le tengan miedo- Me humillaste enfrente de todos y... - volvió a ver a todos lados, buscando una razón para... No sé.- Vas a pagar por eso.

¡Pum!
E-eso fue un disparo ¿no?

El maldito arrancó su auto y se fué.
Así cómo si nada hubiera pasado.
Vaya que no sabe negociar... Si yo hubiera sido él raptaría a la doncella, la hago sufrir al igual que a Jason y así obtendría mi dinero, soy una experta en esto. Pero, no, le dispara y se queda sin dinero, ¡que idiota!

Corrí hacia Jason, que estaba en el piso sangrando.

Le habían dado justo al lado del corazón.

Yo amaba a este chico, lo amo.
No puedo dejarlo morir.
No va a morir.

¿Quién lo hizo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora