MÍO [OneShots +18] DNF

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TW: Relaciones sexuales rudas (Dream dominante/George sumiso) y lenguaje degradante.

Palabras: 7477

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Una tarde más encerrado en aquellas cuatro paredes blancas decoradas con aquellos aburridos certificados enmarcados (o lo que sea que fueran) y con aquellas montañas de papeles encima de aquél oscuro escritorio. Su pierna derecha se mueve de arriba a abajo impacientemente en modo de tic al ver la hora en la parte inferior derecha de la pantalla.

19:20

Todavía faltaban cuarenta interminables minutos para poder salir de esa maldita oficina y los botones de su camisa blanca cercanos a su cuello ya empezaban a molestar. Si pudiera se sacaría esa ridícula corbata para trabajar más cómodo, pero su jefe había implementado un código de vestimenta que no podía romperse por ninguna circunstancia.

Los ojos verdes miran la pantalla, con aquél Excel aún sin rellenar. Un suspiro se escapa de sus labios rosados y su pierna empieza a cansarse de tanto moverla. Cambia de pestaña a Chrome, específicamente al correo electrónico. Todavía tiene muchos correos por leer y responder. La hora no parece estar de su lado, porque aquellos números en la pantalla no parecen cambiar nunca. 

Toma entre sus manos la blanca taza que se enconde entre tantos documentos. Cuando la mira se encuentra vacía, sin ningún líquido en su interior. Las ruedas de la silla suenan cuando se empuja él mismo hacia atrás, levantándose aún con taza en mano para el pequeño comedor del edificio.

Cuando escapa por fin de las cuatro finas paredes se encuentra con personas igual de trajeadas que él, caminando de un lado a otro, cada uno metido en sus propios asuntos. A estas horas, casi finalizando todos su turno de trabajo, es cuando más se nota el cansancio en las caras que pasan. Clay se preocupa de saludar con un gesto de cabeza a sus compañeros cuando comienza a caminar.

Cruza la puerta del comedor y la cierra tras de sí. Se encuentra una mesa mediana en medio de la habitación, a su alrededor sus respectivas sillas y  un lugar para refrigerios y cafeteras que ayudan a cargar las energías de todos los que trabajaban en aquella empresa. Sus pies se mueven hacia el electrónico más cercano, aquel que le proporcionará ese líquido oscuro que ojalá y le ayude a que el reloj avance más rápido. Espera que la taza se llene de café mientras revisa su celular desconcentrado. Tan en su mundo que ni siquiera sintió cuando alguien más entró a la habitación.

-¿Todavía trabajando?- Pregunta una voz femenina que se posa a su lado. Clay levanta la cabeza y se topa con los ojos castaños adornados por unas pestañas llenas de rímel. Automáticamente bloquea su celular y lo guarda en el bolsillo de su pantalón, otorgándole toda su atención a su amiga que viene a sacarle conversación.

-Lo mismo te pregunto yo.- Se limita a responder, apoyando su mano sobre la encimera de granito. Escucha como su compañera suspira antes de volver a hablar.

-Necesito el dinero, unas horas extras no le hacen mal a nadie.- Y Clay se contiene de decir "parece que a ti sí te hacen mal" cuando nota las grandes ojeras bajo los orbes castaños.- ¿Ahora si puedes responder a mi pregunta?- Interroga la pelinegra otra vez, caminando hacia la mesa con su barrita de cereal en mano y sentándose.

-Ahorrando. Quiero sorprender a mi esposo con un viaje.- Explica finalmente y una sonrisa tonta se le escapa al nombrar a George. No puede evitar mirar su anillo brillante en su dedo. Natalie lo observa mientras abre el envoltorio con sus morenas manos.

-Qué envidia les tengo a ustedes dos, ojalá mi ex hubiera sido así.- Suelta la mujer, llevándose la barrita de cereal entre sus labios teñidos de un rojo intenso. El tono perfecto que combina con su piel.- ¿Cuántos años ya llevan casados?