Siempre Estaré Para Ti Gabenath

La llamada

Nathalie estaba en su habitación, conversando con Dusuu sobre su viaje con Gabriel y Adrien
- Wow, señorita Nathalie, eso es lo más romántico que he escuchado en mí existencia-
- Gracias, Du, nunca pensé que esto pasaría estoy feliz de que esto sucediera... por fin seré feliz y...- unos golpes la interrumpieron
- ¿Nath?-
- Adelante- Gabriel entró con una bandeja de comida en las manos
- Te vi algo cansada, se me ocurrió traerte tu desayuno-
- Oh, gracias Gabe-
- Bueno... es lo menos que puedo hacer por ti- dijo Gabriel, acercándose tentadoramente a la azabache
- Gabriel...- murmuró Nathalie, sintiendo las sábanas a sus espaldas
- Dime...- beso su cuello de manera delicada, sacando suspiros de la boca de ella, de repente el teléfono de ella sonó, rompiendo el tierno momento
Se separaron y Nathalie contestó
-¿Mamá?- era notable su sorpresa
- Hola querida ¿como estás?-
- Bien... ¿A qué de debe tu llamada?-
- Quería verte para conversar sobre tu padre-
- ¿El está bien?-
- Si, solo quiero hablar contigo-
- De acuerdo, ya te mando la dirección- la azabache colgó la llamada, aún más confundida
- Nath ¿quién era?-
- Mi... madre-
- ¿Y por qué tan sorprendida?-
- Digamos que no tengo una buena relación con ella- dijo desviando la mirada del diseñador, el se acercó y rodeo sus brazos en la cintura de ella, abrazándola por detrás
- ¿Quieres hablar sobre eso?-
- Por ahora no, necesito distraerme- ambos fueron a la oficina y se pusieron a trabajar

Más tarde ese día

Ambos estaban en la oficina cuando de pronto a la azabache le llegó un mensaje de su madre diciéndole que iría a la Mansión
- Esto no puede estar pasando- dijo en voz alta, asustada
- ¿Nath?-
- Mi madre va a venir-
- ¿Y por qué esa expresión, amor?-
- Mmm... bueno, cuando era más pequeña nunca fui del agrado de mamá, siempre me comparaba con mí hermana entonces las peleas comenzaron y yo me fui de casa, no intentaron buscarme o algo así... Tengo un mal presentimiento- el se acercó y se arrodilló frente a ella
- Tranquila, amor, estaré contigo-

Nathalie caminaba de un lado a otro por la entrada principal de la Mansión. Su madre llegaba en cualquier momento, el timbre sonó y ella abrió la puerta
Su madre era la viva imagen de Nathalie, la única diferencia, es que en el cabello de la señora, hay canas, pero no se toma la molestía en ocultarlas
- Hola madre-
- Nathalie, pareces que no estás muy feliz de verme-
- No tengo que aparentar algo que no siento...- de cruzo de brazos sin dejarla entrar-...¿Que quieres?-
- Tu padre está algo enfermo y desea verte estamos en Viena-
- ¿Y volver a esa casa? no gracias-
- Por favor, Nathy, hazlo por tu padre-
- No te pongas en el papel de madre cariñosa- la azabache quería mucho a su padre, pero no podía ir al lugar que sufrió tanto, la mujer se acercó a la azabache y la abrazo, lo cual sorprendió a Nathalie
- El hecho de que seas su novia, no quieta que eres una basura mocosa, vuelve a casa o haré tu vida miserable- dicho esto, rompió el abrazo y se fue dejando a una azabache en un mar de confusiones