Capítulo 1: Ecos del pasado.

183 16 19
                                    

Muchas veces le doy vueltas a todo lo que ocurrió. No entiendo como pasó, ni por qué. Pasó, y me destrozó. Le di vueltas, me replanteé mi vida, y decidí seguir adelante. Me alejé de aquello que me hizo sufrir en el pasado. Entré al tren que me llevaría a mi nueva vida mirando hacia atrás con nostalgia todo lo que viví en Inkopolis. 

Empecemos por el principio.

Mi nombre es Amanda Walker, mejor conocida como Agente 4. O eso era hace años. 

Fui reclutada por el Comando Branquias para salvar Inkopolis durante la desaparición del Volbagrezón. Mi mentora, la Agente 2, mejor conocida como Tina de las Squid Sisters, me enseñó durante meses y me mandó a numerosas misiones. Durante el tiempo que formé parte del comando, estuve ahí para ella, ya que su prima en esos momentos había sido secuestrada.

Salvé a su prima, cumplí mis misiones y, aún así, me acusaron de haber ayudado a Octavio, el principal enemigo octoling del comando. Me retiraron mis pertenencias y me echaron sin pruebas previas, todo con la justificación de los "tiempos de guerra". Con todo el estrés que tenía encima, me mudé a Tintelia, un lugar pacífico en el que inklings y octolings conviven en paz. Al principio me pareció extraño que convivieran juntos, pero me fui acostumbrando con el tiempo.

Allí conocí a mi mejor amigo Will, un octoling de ojos rosa pastel y peliverde. Cambié de aires, seguí mi vida y la disfruté al máximo, aunque me costó olvidarme de mi pasado.

Así que...

-Otra vez... ¡Amanda! -Cruzó sus brazos, suspirando.

Salté de la silla, derramando un poco de mi café. 

-Por dios, Will. ¡Estaba pensando! -Me levanté y agarré un poco de papel para limpiar el desastre que había hecho.

Estaba en el taller de Will. Le había traído mis armas para que las reparase. No hay mejor persona que él a la hora de modificarlas.

-Ya, claro, pensando... Llevas 10 minutos quieta mirando a la nada. -Will le dio un sorbo a su café, acostumbrado a este tipo de situaciones.

-Perdón, perdón... -Rasqué mi nuca, avergonzada.

-Nunca cambiarás... -Suspiró -¿En qué pensabas?

-Sabes perfectamente en lo que pensaba. Sigo dándole vueltas al asunto.

Will dejó su café en la mesa y regresó a continuar a su trabajo. 

-No dejas de pensar en eso últimamente, chica. ¿Es porque vas a volver?

-Si. -Acabé de limpiar el café y revisé mi teléfono. -Si vuelvo es solo para visitar a un amigo. Vende las mejores armas que he visto nunca.

-Siempre me hablas de tus viejos amigos y nunca me dices nada acerca de ellos. Empiezo a pensar que estabas metida en líos y por eso viniste a Tintelia.

-Bueno... Es un tanto complicado. -Miré mi café, nostálgica. -Hay cosas que no puedo decirte. Prefiero que se queden en el pasado.

Will tomó una herramienta y continuó con su trabajo mientras charlábamos. 

-Lo sé, lo sé. 

-Sabes, me pregunto que estarán haciendo ahora...

Amanda miró por la ventana y volvió a darle un sorbo a su café. Mientras ambos amigos pasaban el rato, en otro lugar, un grupo conocido por muchos disfrutaba de una bonita mañana de primavera.

-Cuatro, devuélveme mi teléfono si no quieres que te aniquile.

-Oh vamos Tres, ¿es que no puedes recuperarlo por ti misma? -Gritó.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 31 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Misterio de la Agente 4 [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora