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Paso a paso, camuflado entre la oscuridad del lugar, camina nuestro protagonista, su mirada sombría y decidida, sus pasos firmes y silenciosos, con un peso en su bolsillo, que le pesa más en cada pisada que da, lo termina abrumando y decidió parar su caminar, sacando de su bolsillo el peso que le molestaba, un antiguo cuchillo de combate, detuvo sus movimientos y con su mirada fija comenzó a analizar el objeto en su mano. Alrededor de 15 cm de largo, un mango hecho de cuero con una hoja filosa y curvada, tenía un poco de óxido en la punta y en el filo, movió el objeto en su mano y apretó el mango con fuerza mientras que levanto la mirada, a lo lejos logro divisar un árbol, un roble, lleno de arbustos secos alrededor, todavía con el puño apretado alrededor del mango del cuchillo, avanzó, lentamente, comenzando a analizar el lugar. Era una parcela grande, con unas cuatro hileras de estacionamientos, varios faroles alumbrado el lugar, la mayoría malogrados por el tiempo, una gran pantalla en la mitad del lugar que hace meses que no reproducía ninguna película. El lugar estaba bastante sucio, malogrado y abandonado. Llegando al roble, aflojo el agarre en su mano, y presiono su cuerpo contra el tronco del roble, mirando fijamente al frente, esperando.
Lentamente, movía la cuchilla de un lado a lado, suavemente sobre cada una de sus heridas, cuando logro escuchar el suave ruido de un motor, sintió su respiración acelerarse junto con su corazón, respiro, levanto poco a poco su cuerpo, preparado, el vehículo estaciono, mantuvo su posición, escondido en la oscuridad, analizando, eran dos chicos, se comenzó acercar, cuchillo en mano, agachando la cabeza lentamente tirando de su cuerpo hacia abajo, ambos chicos salieron del vehículo, no eran muy altos, entre el metro y setenta, uno era peli rosa, el otro castaño, él peli rosa no paraba de mirar a cada costado, alerta, el castaño estaba tranquilo, ambos sacaron del vehículo un porro, él peli rosa pareció relajarse, era su momento, era fácil, ya lo hizo antes, no había porque estar nervioso, así que dio un salto, cuando, algo lo cegó por completo, cuando el efecto paso, enfoco su vista todo lo que pudo y ambos chicos ya estaban muertos, muertos, acaban de llegar, él no había hecho nada y ya están muertos.
Dos semanas después
Se encontraba alistando sus cosas, pensando en esa noche, la policía ya había cerrado el caso, suicido, los resultados de los forenses tiraron a asfixia, habían muerto por la famosa muerte dulce, pero, él sabe lo que vio. "Ambos chicos estaban en el piso, demacrados, sangre botando de sus bocas, ojos blancos, aun con lágrimas en ellos, moretones morados marcados en sus cuellos, sus caras pálidas, sus dedos retorcidos, definitivamente, demacrados..." suicido, si claro. Termino de alistar todo y se colgó su mochila, comenzando a caminar hacia la puerta, se despidió de su madre y se fue, caminando en dirección a su escuela, Treasure High School.
Ya en la primera clase, nuestro protagonista se encontraba mirando a la ventana, pensando, cuando, su compañero Doyoung hablo,
-Jeongwoo, viejo, estás pensando mucho, estás bien?- Haruto pregunta. -Si hombre, solo, cosas.- Resto importancia Jeongwoo con un movimiento de mano -Cosas cómo?.- pregunto Doyoung alzando una ceja. -En si es posible lograr un asesinato doble en solo segundos, dejar a tus víctimas demacradas en el piso y de paso, lograr que la policía cobra tu asesinato.-
-Jeongwoo, qué mierda?-
-No sé, solo cosas que pienso de repente.- Encogiéndose de hombros, Jeongwoo dirigió su vista al pizarrón de clases, volviendo a pensar en esa noche, mientras Doyoung volvía a hacer dibujos en su libreta.
Definitivamente, no iba a dejar de pensar en ello.
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sicarii (hajeongwoo)
Mystery / ThrillerUn asesino al que le robaron su asesinato. . . . Advertencia, esta historia trata temas sensibles como la muerte, el asesinato, consumo de sustancias ilegales, lesiones, auto lesiones y más, porfavor tener discreción al leer esta historia