Capitulo Ocho

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- Debes estar bromeando, isagi.

El de cabello oscuro miro a su mejor amigo, Kurona, sentado frente a él, con una mirada de incredulidad en su rostro.

- ¿Y tu amante acepto eso? - insistió al no oír la respuesta de ex delantero.

isagi cerró el portátil bostezando, fingiendo una indiferencia que no sentía ante la presión de su amigo.

kurona ranze , Kurona para los amigos, siempre tranquilo aunque siempre dispuesto a bromear, lucia ahora molesto, irritado, y porque no decirlo, indignado.

- Peleamos... - contestó - a ella no le hizo ninguna gracia.

-¡Claro que no le haría gracia! - exclamó su amigo poniéndose de pie - Demonios, isagi, ¿Cómo se te ocurre aceptar algo así? - ranze lo miro, furioso - ¿Acaso no te basto con hacerle daño a bachira, ahora quieres destrozarlo? Y no solo eso, vas a romperle el corazón a Hana..

- Quiero un divorcio tranquilo, kurona, sin peleas, sin abogados, sin tener que ir a un tribunal, y si debo esperar treinta tontos días, lo haré - explico mientras guardaba sus cosas - sé que no estas a favor de esto, después de todo, tampoco me apoyaste cuando te conté del divorcio - añadió.

kurona soltó un bufido.

- ¿Cómo quieres que te apoye cundo sé que estás cometiendo un error? - comentó con tristeza su amigo - isagi, demonios, somos amigos desde que fuimos al colegio, conozco a bachira y sé que su relación es una de las más bonitas que haya visto, y que ahora quieras destruirla por un capricho...

isagi fulminó con la mirada a su mejor amigo.

- No es un capricho - espetó - realmente quiero a Hana.

El contrario soltó una risa carente de diversión.

- ¿Quererla? Por supuesto que lo haces - negó con la cabeza -, pero lo que sientes por bachira va más allá de eso. ¿Por qué eres la única persona que no lo ve?

isagi lo miro en silencio

Si era sincero consigo mismo, lo que sentía por bachira nunca había sido tan claro para él como todo el mundo solía decir. ¿Lo amaba? Por supuesto que sí, de eso no había duda alguna.

El amor que sentía - o sintió por meguru - era tan grande que nunca sintió que unas simples palabras (Te amo) pudieran expresarlas en su totalidad, pudieran realmente mostrar lo que sentía por él.

Recordaba a ese torpe chico que llegó a los dieciséis años en su salón, cabello bicolor, y una mirada titubeante y nerviosa. bachira parecía un chico fácil de intimidar y molestar, eso se notaba enseguida, por lo que se convirtió en un objetivo rápido de los matones del curso.

Pero cuando empujaron a bachira frente de él, haciéndolo caer al suelo. isagi no pudo evitar quererlo proteger de todo lo malo del mundo.

Desde ese día, su actual esposo lo persiguió por todas partes como un cachorrito perdido, queriendo que su amado le dirigiera siquiera una mirada, una palabra de orgullo, contento con una caricia, con una sonrisa.

isagi siempre había sido el que dio los primeros pasos, por supuesto, pero era bachira quien estuvo delante de él todo este tiempo, esperando para recibirlo.

Pero no ahora....

- No quiero seguir hablando de esto - gruño

kurona suspiro, siendo consiente de que no debía seguir con el tema.

- Solo isagi... Por favor, piensa bien antes de hacer tus acciones - suplicó ranze - Eres mi amigo, pero meguru también y no quiero ver como sufre por tu culpa, no bachira, no se lo merece.

Quiso decir algo, pero su amigo le hizo un gesto de despedida, aludiendo que Yukimiya lo esperaba para salir a comer afuera, y se tragó sus palabras.

Media hora más tarde, se detuvo fuera del hospital donde trabaja su esposo, con una rara sensación en el estómago.

Llevaba tanto tiempo sin ir a buscar a bachira a su trabajo, que incluso los guardias se notaron sorprendidos por ello, saludando de forma vacilante.

Minutos después,muguru estaba saliendo por la puerta del edificio, abrigado a más no poder por el frío. Estaban a principios de octubre, el otoño azotaba la ciudad de forma cruda y helada.

bachira entró, su nariz colorada, y Yoichi le observó sin saber exactamente el por qué.

bachira siempre se había visto lindo con la mejillas cubiertas de rojo.

Pero solo cuando este se inclinó y le dio un beso en la mejilla fue que parpadeó, reaccionando

-Hola, isagi - Dijo tímidamente

El nombrado miro al frente, algo sacudiéndose en su interior.

- Hola, bachira - contestó en voz baja - ¿Cómo te fue hoy?

Meguru comenzó a hablar, y extrañamente, las cosas se sintieron bien.








gracias por leer-w-

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