Lo que quiero decirles es que no se esperen una historia súper bien construida, estructurada y desarrollada, la verdad esto lo hago porque me gustan las historias alternas.Derechos a los creadores de Naruto y kimetsu no Yaiba .Una vez dicho esto, empezamos.
Capitulo 1:
Susamaru podía sentirlo.
Sangre. La sangre de este hombre , corriendo por las venas humanas, por las arterias y los capilares mortales, furiosa, poderosa y rebosante de vida. En la oscuridad de la noche, su carne la llamó, le hizo señas, y era un aroma dulce que le hizo agua la boca y le temblaron las piernas.
En lo profundo del bosque, un hombre rubio estaba solo.
Se apoyó contra un árbol con una expresión sobria, mirando las estrellas que brillaban arriba. Incluso debajo de traje y corbata, su cuerpo era fuerte, atlético, esculpido a través de años de actividad física. Estaba un poco por encima de la altura promedio: poco menos de seis pies. Su rostro era joven, apenas el de un veinteañero. Sus mejillas estaban cubiertas de bigotes, marcas de nacimiento grabadas en sus atractivos rasgos.
Casi le dolía pensar que pronto terminaría con la vida de este joven.
Casi.
Ella sonrió con avidez, ansiosa por destrozarlo.
Una bolsa estaba a su lado, llena hasta el borde con varias plantas y hierbas. En su mano había un libro grueso. Después de un momento de mirar hacia arriba, rápidamente tomó un bolígrafo y comenzó a dibujar.
Susamaru, el espectador, el cazador, acechaba a su presa rubia y de ojos azules. La sangre que este hombre poseía era diferente. Se sentía diferente. Sonaba diferente a cualquier otra persona que hubiera devorado. Durante varios minutos, el demonio lo había seguido lentamente. Había seguido al rubio hasta que estuvieron en un área apartada, donde podía tomarse su tiempo con él.
Estaba temblando de sed de sangre. Y ahora, era hora de actuar.
Normalmente, usaría sus bolas temari para acabar con sus enemigos, convirtiéndolos en trozos de carne. Pero no este. Quería mantenerlo intacto, quería escuchar sus gritos de dolor mientras lo devoraba poco a poco. Oh, cómo no podía esperar para saborear su sangre, la misma sangre que la había llamado en el momento en que lo vio.
Las manos de Susamaru temblaron, luego se apretaron en puños. Sus garras se alargaron, afiladas. Sus colmillos amenazantes estallaron hacia adelante; y de alguna manera, sabía que esta sería su mejor comida hasta el momento.
Pero antes de que pudiera hacer un movimiento, el hombre rubio se movió de repente.
Dejó de dibujar.
"Sabes, no eres tan callado como crees".
Susamaru se congeló, un repentino escalofrío recorrió su giro.
¿La habían visto? Permaneció inmóvil durante un tiempo, preguntándose si realmente la había visto escabullirse por el bosque. Una pared verde los separaba, ocultando todo su cuerpo de la vista.
"Demonio, te estoy hablando a ti", repitió la rubia, girándose hacia su ubicación exacta. "Vamos, no hay necesidad de esconderse. Terminemos con esto".
Ella gruñó con ira orgullosa, emergiendo de detrás de un árbol. Ella no le dijo ninguna palabra. Se movió con determinación en sus pasos, caminando, luego corriendo, luego corriendo, tronando hacia este humano tranquilo. Ella cerró la distancia entre ellos en un instante, las garras extendidas, las mandíbulas exponiendo colmillos brutales.
Esperaba ver horror en los ojos del rubio.
Pero en cambio, vio... nada .
Sin miedo.
