Capitulo Dos: Brasil

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Liú Lián y Yixing llegaron al aeropuerto de Río. Habían pasado aproximadamente dos meses desde la propuesta y posterior planeación.

Al inicio, dudaron sobre a cuál país ir primero, solo sabían que sí o sí debería ser el continente americano. Para elegir, tomaron en cuenta la opinión de la niña. Si se la llevaban, sería a un lugar que ella quisiera: Uruguay, Brasil y Argentina fueron los países propuestos. Para Uruguay, Lián se negó argumentando no conocer bien ese país; Argentina marcó como el segundo país al cual ir; Brasil fue el lugar señalado.

Afuera del aeropuerto, un auto ya los estaba esperando. Lián observaba con asombro todo el lugar, no se parecía en nada al Brasil de las fotos; para ella, este lugar era... muy feo. Brasil es muy diferente a China: sus personas, su clima, todo era diferente. Yixing observaba los establecimientos y a los pequeños niños jugando. El auto en el que iba llevaba una velocidad normal, por lo cual ver qué jugaban esos pequeños era muy fácil: fútbol. No contaban con una buena pelota, pero en sus rostros la alegría era evidente. ¡Claro! Este es Brasil, el mayor campeón del mundo respecto a fútbol, aquí nace el "jogo bonito".

—A-die —tomó de la camisa de su padre mientras se pegaba más a él—. Este lugar se ve feo... muy pobre.

Su papá soltó una carcajada.

—Lián, no digas eso. Apenas vamos saliendo, después te gustará.

—Solo llévame a la parte bonita, la que se parezca a China.

Con Lián en sus brazos, el chino bajó. Por un tiempo se hospedarían en una pequeña casa, esta ya contaba con muebles y demás. Yixing ya había arreglado todo para cuando llegaran. Al abrir la puerta, se dirigió justo a una habitación que por ahora sería de su hija. Dejó a la pequeña sobre la cama, quien por el camino había terminado durmiéndose. Tendría que esperar a que esta despertara para ir a buscar a aquel brasileño. No era tan mal padre como para dejarla sola en un lugar tan inseguro como Brasil.

—Posiblemente tengas hambre cuando despiertes —murmuró, tomando un mechón de la niña. Optó por dejarla ahí y salir a la cocina. Se suponía que todo estaba preparado para cuando llegaran; en la nevera debería haber algo para cocinar.

Efectivamente, muchas cosas estaban ahí, pero al final decidió no hacer nada. Él ni siquiera sabía cocinar algo y lo que estaba ahí era completamente diferente a las cosas chinas. Mejor llevaría a Lián a algún restaurante. Ahora prefería sentarse y pensar bien en lo que haría. Se suponía que estaba en Brasil buscando un entrenador para Lián. Justo encontró a alguien, pero... ¿y si el hombre no quería? Buscar a alguien más sería algo difícil, contemplando que solo pensaba estar en ese país por cuatro años. Después partirían a Argentina y por último a Alemania. Aunque le interesaba más que Lián aprendiera el juego sudamericano.

Las horas se mantuvieron pasando. Yixing estaba asombrado. ¿Cuánto podría dormir una niña? Ya habían pasado cerca de tres horas. Incluso llegó a preguntarse si aún estaría viva, por ende fue y la revisó. Justo decidió mejor quedarse ahí y seguir esperando.

El sueño empezó a aparecer en él, poco a poco iba cerrando los ojos hasta que la voz de su niña impidió que esto concluyera.

—A-die, tengo hambre —habló tallándose los ojitos con su mano. Al lograr abrir sus ojos, observó el lugar. Alarmada, se levantó de la cama yendo directamente hacia la ventana; un lugar feo aparecía frente a ella—. No me gusta aquí —habló, para este punto ya se encontraba medio sollozando.

—Lián, no vayas a llorar, ven.

Conteniendo sus lágrimas, se fue acercando. Su padre le indicó que se sentara en el piso para ponerle sus pequeños zapatos.

━━━ ❝𝐂𝐇𝐈𝐍𝐄𝐒𝐄 𝐆𝐄𝐍𝐈𝐔𝐒❞ ¦ 𝗰𝗮𝗽𝘁𝗮𝗶𝗻 𝘁𝘀𝘂𝗯𝗮𝘀𝗮 ☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora