❝𝐂𝐇𝐈𝐍𝐄𝐒𝐄 𝐆𝐄𝐍𝐈𝐔𝐒 ❞ ¦ Para China sobresalir en todos los ámbitos había sido su prioridad durante años, dentro de sus instalaciones a lo que llamaremos 'Elite' mantenía a niños criados para ser los mejores en todo.
La aparición de Ōzora T...
Los siguientes años, Lián pasó períodos alternando entre Argentina y Alemania. Sus dos nuevos entrenadores eran muy diferentes a Roberto, y la actitud de Lián se fue desarrollando bajo su influencia. Adoptaba sus formas de ser y entrenaba de manera más intensa, solo deteniéndose cuando se desmayaba o simplemente ya no tenía fuerzas para más.
Finalmente, su regreso a China llegó, y su país volvía a abrirle las puertas. En trece años, las cosas habían cambiado mucho.
Yixing dejó a Lián en una sala aparte mientras él se dirigía a una nueva reunión, que concluyó con una decisión importante: la presentación de Lián al público chino. A partir de ese momento, las cosas cambiaron, y China presentó a Lián como su prodigio en el fútbol.
Durante esos meses, Lián se sometió a un nuevo régimen de entrenamiento. Hombres chinos llegaban a su habitación para entrenarla físicamente, con el objetivo de hacerla más fuerte, ya que su fuerza no podía compararse a la de los chicos. En sus descansos, que eran los fines de semana, Lián observaba algunos partidos, particularmente del pasado, para elevar su habilidad y criticar un poco.
—El diez y el once no los vi en el partido de Hamburgo —dijo—. Necesito ver a mi padre.
Rápidamente abandonó la habitación y, como si ya lo esperara, su padre se encontraba en el pasillo. Él la observó, y con su mirada entendió que debía hablar.
—Necesito saber quiénes son el diez y el once del juvenil japonés. El número diez es increíble... Él también puede hacer el tiro con efecto —murmuró, pero lo suficiente para que Yixing la escuchara.
—El chico se llama Tsubasa Ōzora, eso es todo.
—Gracias —hizo una reverencia y pronto se marchó.
En su mente solo había una cosa: el tiro con efecto. Ese tiro solo Roberto pudo habérselo enseñado. Era muy raro que un asiático lo supiera.
Meses después
—Bien, nuestros amistosos darán inicio. Llamen a Liu Lián, tenemos que derrotar a Japón.
El mensaje llegó, y Lián estaba emocionada. Por fin probaría todo lo que había aprendido con jugadores reales. Su emoción se debía en gran parte a la posibilidad de enfrentarse al equipo de Tsubasa Ōzora.
A Liu Lián le encantaría humillar a Japón y demostrar que China es la verdadera potencia asiática en el mundo del balompié.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
