Escorpio [Heejake]

Epílogo

Ya había pasado un año desde el "incidente" con la tía Wheein, y las cosas no podrían ser más diferentes a como lo eran en aquellos tiempos.

Algo importante podría ser que Jay y Sunghoon habían conocido a Heeseung después de meses escuchando sobre el chico del café, aunque lo que les impactó fue que era el mismo chico del "spa" del cual Jake se había quejado tanto. El menor se llevaba bien con sus amigos, bueno, más bien, incluso a veces sentía que Jay y Sunghoon querían más Heeseung que a él mismo, pero Jake lo dejaba pasar.

Pero lo primero que se debía destacar era la relación entre la pareja con la tía de Heeseung, que había cambiado drásticamente. No vamos a decir que Jake y la tía Wheein se llevaban bien, sino que se llevaban. Todo empezó a mejorar cuando la mujer apareció en frente de la casa de Jake, desesperada por encontrar a su sobrino. Al principio Jake pensó en ponerle una orden de alejamiento, ya que ¿cómo sabía la señora dónde vivía? Bueno, pues fue su propia madre la que entregó su dirección a una persona que Jake desconocía. En ese momento el chico de verdad pensó en mudarse, hasta que supo el porqué se la había dado tan fácilmente. 

Resulta que todo eso empezó años antes de que ellos nacieran, cuando el ex marido de la tía de Heeseung, el escorpio quien resultabas ser su tío, dejó a su tía, desapareciendo sin dejar rastro. Desde entonces, Wheein había desarrollado un odio hacia los escorpios, algo que su madre supo cuando se enteraron de la escapada de su hermana. Al parecer su madre y la tía de Heeseung habían sido amigas desde hace tiempo, y aunque no se hablaban tanto como cuando eran jóvenes, su amistad siempre estuvo ahí. Pero, ¿para qué le había dado la madre de Jake el número de la tía Wheein? Todo había sido "calculado" por la mujer.

Por supuesto que Wheein sabía que su mejor amiga había tenido un hijo, pero el hecho de que fuese escorpio fue la razón por la cual nunca lo conoció, por eso mismo su madre, Yongsun, había decidido hacer que se conociesen. Lo que había pasado en vez de eso había sido totalmente casualidad, ya que la mujer no sabía de la existencia de Heeseung en el negocio familiar. Después de eso, a pesar de que todo se desarrolló de manera diferente a lo que Yongsun esperaba, Wheein sí terminó conociendo a Jake.

La relación de Jake y Wheein había ido mejorando porque la mujer ya no le tiraba cosas a la cabeza cada vez que el chico estaba cinco metros cerca de ella y porque también le había dejado quedarse con Heeseung hasta las ocho de la tarde, al menos así era antes de que finalmente se mudaran juntos.

Desde entonces todo había ido bien, tanto que asustaba. Habían pasado de tener una montaña rusa de emociones a vivir en la calma casi total, si contábamos con las persuasivas semanas que le daba Wheein a Heeseung para que "buscara a alguien mejor". Persuasivas que Heeseung ignoraba por completo, diciendo que no podría estar con alguien mejor ya que Jake era todo lo que necesitaba en su vida. Incluso una vez el mayor llegó a escucharlos, yendo a llenar de besos a su novio, conmovido, nada más ver a su familiar irse.

Ahora que vivían juntos, no había día en que no pasaran la noche abrazándose uno al otro, diciéndose palabras bonitas o simplemente disfrutando de la compañía del contrario. A pesar de que tenían trabajo y estudios, aún tenían un pequeño espacio entre las comidas y por la tarde para dedicarlo a pasar tiempo en pareja, cuidando no descuidar su relación.

-Seungie, ¿quieres salir a cenar esta noche? Mamá y Wheein hoy no vendrán, me avisaron mientras estaba fuera, así que tenemos la noche libre. -propuso el mayor, dejando el libro que estaba leyendo a un lado, dirigiendo sus manos a la cabeza del menor, quien la tenía apoyada en el regazo contrario mientras se tumbaba en el sofá, leyendo en su teléfono.

-¿No podemos quedarnos en casa y ver una película? -el menor también dejó lo que tenía en sus manos, llevando una de sus manos a las de Jake, jugando con ellas.

-Lo que mi bebé quiera. -el mayor se agachó, besando la frente de su pareja. El menor ronroneó ante su tacto, abrazándose a su cintura y dejando que el mayor le acariciara la espalda. -¿Cómo puedes ser tan bonito? Me dolería verte y no poder abrazarte.

-Pero sí puedes, así que aprovecha. -el menor levantó los brazos hacia él, siendo abrazado de inmediato. Se acomodaron en el sofá, uno encima del otro, abrazándose. -Jakie, eres un meloso.

-Hmm... -el mayor siguió besando el cuello del menor, enterrándose en esa zona que más solía impregnarse por el aroma de su pequeño, por lo cual era su favorita. -Es que estás muy chiquito, quiero protegerte del mundo.

-¡Shim Jaeyoon, salte de encima de mi niño! -un grito los interrumpió, haciendo que Jake levantara su cabeza para ver ahí a su "tía" favorita. Nada más verla, volvió a esconderse, esta vez en el pecho ajeno, soltando un suspiro. Sintió a su novio reírse debajo de él.

-Buenas tarde a ti también, ¿no se supone que no vendrían?

-Espera. -el mayor se separó, apoyando sus manos a ambos lados de Heeseung, mirando a las dos mujeres con una interrogante plasmada en su rostro. -¿Cómo mierda habéis entrado?

-Muchacho, ese vocabulario.

-Pues obviamente me saqué una llave, ¡para evitar lo que sea que estuviese a punto de pasar! Permito que vivas con un escorpión, Heeseung, pero no dejes que su veneno...

-Oh, por dios, Wheein, tú tan bien como yo sabes que eso ya pasó.

-¡¿Podemos dejar de hablar de eso?! Tengo hambre. -Heeseung empujó a Jake de encima, con suavidad, levantándose del sofá y arreglando su ropa. -Ya que han venido sin avisar, pidan la pizza.

Y dicho esto, fue a preparar la mesa, como acostumbraba a hacer cada viernes por la noche.

Aunque su familia sea un desastre, aunque su madre y su "tía" no les dieran intimidad alguna, Jake siempre preferiría esa vida, ya que estaba con Heeseung, y eso siempre sería suficiente para él.

Fin.