Los nuevos residentes de namimori

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Un dia como cualquiera en la ciudad de Namimori, los pajaros cantaban, el sol brillando y un castaño gritando corriendo por su vida mientras una jauria de perros de caza lo perseguia.

-¡HIEEE!- Eran los gritos que el pobre castaño dejaba escapar mientras miraba de reojo su espalda para comprobar que tan cerca se encontraban los perros de alcanzarlo, para luego mirar el cielo y gritar a todo pulmón -REBORN! YA TE HE DICHO QUE DEJES DE UNTAR SALSA DE CARNE EN MI ROPAAAAA!.

Uno pensaria que el joven castaño le gritaba a nadie en particular cuando miraba al cielo, más en realidad el joven se encontraba viendo lo que parecia ser un bebé con traje, flotando gracias a un globo de color verde amarrado a su espalda, el cual miraba la escena através de unos prismaticos mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

Tras no recibir respuesta por parte de su tutor, como era costumbre en estos casos, el joven de pelo en punta se limitó a seguir corriendo con todo lo que podia para tratar de perder a la jauria de bestias que buscaban devorarlo.

Primero intentó perderlos en el parque, pero eso probo ser antiproducente pues solo aumento el número de perros que lo perseguian.Luego trato de perderlos en la zona comercial pero eso tampoco fue suficiente, su tercera opcion fue ir ala academia y lograr que los perros salieran huyendo en cuanto vieran a Hibari, pero esa idea fue descartada al instante cuanto pensó con toda razón que lo mas seguro seria que Hibari se sumaria a la horda de animales que lo perseguian, con la diferencia de que él con seguridad seria capaz de no solo alcanzar al castaño sino que le propinaria una paliza mucho peor que la que esos perros planeaban darle.

Pensandolo mejor, y dado que se encontró cerca de la estacion de trenes, pensó que seria mejor si concentrara en perderlos ahi. La posibilidad de esconderce entre tantas personas era una solución muy realista. Solo esperaba que los perros no trataran de atacar a las demas personas, pero teniendo en cuenta que otros no estarian cubietos con salsa de carne como lo estaba el castaño, lo mas seguro era que no abria problema.

Con toda claridad, el castaño apresuró su paso hacia la estación para que una vez hubo llegado se topo con la fortuna que justamente en ese momento un tren acababa de llegar, dandole al castaño ahora la opcion de subierse al tren entrante y lograr que lo aleje un par de estaciones de sus perseguidores caninos.

Sin perder tiempo,Tsuna se dirigió al anden en donde el tren habia llegado, logrando ser capas de llegar justo en el momento en el que las puertas del transporte se estaban abriendo.

Al ver esto, el paso del castaño se hizo aun mas rapido. Al ver que aparentemente ya todas las personas habian bajado del tren, creyo que no habria problema si aceleraba mas el paso dado que ya no tendria el problema de chocar con alguien.

Despejado para el castaño, una vez estuvo a punto de llegar ala puerta del tren, se dio cuenta que sus suposiciones habian sido incorrectas.

¡PUM!

Se oyó el sonido de un fuerte choque, el cual habia dejado una pareja de castaños tumbados en el suelo.

-¡itetete!- Se quejó el decimo vongola mientras se sobaba la cabeza, para luego ver a la persona en frente suyo quien de igual forma se se sobaba la cabeza. Entrando el panicó ya que dicho accidente habia sido su culpa, el castaño no perdio el tiempo  en disculparse con el chico.-L...L...Lo siento mucho!No fue mi intención!

Una vez el dolor de cabeza del otro castaño hubo pasado, el chico en cuestion respondio.

-No te preocupes. En parte tambien fue mi culpa por estar distraido- El joven hablo mientras hacia un jesto desinteresado. Esto alivio en parte al castaño de pelo en punta.

Acontinuación, una joven rubia salio de manera  apresurosa del tren para ir del lado del castaño caido.

-Iseei san!¿Se encuentra bien?!Pregunto la joven rubia con un claro tono de preocupación por el castaño. La chica en cuestion tenia una pequeña maleta la cual dejo a un lado junto a la que originalmente llevaba el castaño y que habia dejado caer cuando choco con Tsuna.

CUIDADO CON LA MAFIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora