Who is the killer?

-

Soojin bajó las escaleras con una emoción poco común de ella y que no combinaba con su oscuro traje formal y su fuerte maquillaje. Hoy era su día favorito del año, el día que sus mejores amigas de su vida se reunían solo para beber y reír como si aún tuvieran dieciocho años. Se miró al espejo, arreglando levemente su cabello y para asegurar que todo estuviera bien con su maquillaje. Ya lista para todo y luego de que el timbre comenzara a sonar sin parar, abrió la puerta. 

—Es raro ver seas la primera en llegar—Habló Soojin mientras miraba a su alrededor—¿No vienes con Miyeon?—vio como su amiga entraba como si fuese su propia casa. 

—Ya sabes como es Miyeon, se demora un siglo en elegir su conjunto—se quejó Yuqi mientras se tiraba al sillón. 

—¿Cómo va la tienda?—Se sentó a su lado con delicadeza. 

—Igual que siempre, tal vez un poco mejor. Miyeon es buena en hacer que la gente le dé envidia como se ve y compren su ropa—Sacó su celular y Soojin pudo ver como tenía llamadas perdidas de Soyeon, le extrañó que sacara las notificaciones y volviera a guardar el celular—¿Cómo está tu parásito?

—Tom está bastante bien—dijo con una sonrisa cariñosa que le desagradó a su amiga—El trabajo está tomándole mucho tiempo, seguro se encuentra durmiendo, por lo que bajará cuando se despierte de su siesta.

—Que estén casados no significa que esté invitado—se estiró para agarrar un caramelo de la mesa de centro—desde que te casaste, que a nadie le agrada esta fecha, especialmente a Shuhua.

—Shuhua odia a todo hombre.

—Por eso no invitamos a ningún hombre.

El timbre sonó nuevamente. Soojin se levantó y Yuqi se quedó en el sillón, mirando con el cuello muy estirado para ver quién era la siguiente en llegar. Ambas sonrieron al escuchar una voz chillona gritar el nombre entero de Soojin. Yeh Shuhua habitualmente era fácil de reconocer cuando estaba Soojin cerca. Si no está gritando su nombre, está abrazándola. Yuqi saludó agitando su mano mientras Shuhua apretaba con fuerza el cuerpo de Soojin. 

—Trajimos comida y alcohol— dijo alzando dos bolsas negras—¿Solo está Yuqi?—Ella también entró como si no fuese una invitada más. 

—El orden de llegada está siendo muy extraño—soltó Soojin mientras cerraba la puerta—Yuqi sin Miyeon y tú llegando temprano.

—Y se pone más raro, abre la puerta que vine con Minnie—se sentó al lado de Yuqi, dejando lo que trajo sobre la mesa—está buscando un estacionamiento.

—¡OH cierto! ¿Por qué hay tanta gente en tu barrio?—preguntó Yuqi—pensé que era el barrio más tranquilo de la ciudad.

—Puede que haya algún cumpleaños cerca.

—Seoo SoooJiiiin-Yuqi rio al ver a Minnie correr para abrazar a Soojin. 

—En la próxima junta saludaré así—susurró Shuhua al ver a Soojin sonreir.

—Tú siempre saludas así—respondió Yuqi. 

—¿Cuándo te cortaste el cabello? Dios, te veo tan poco que se me llega a olvidar que trabajamos en el mismo lugar.

—Sí, a menudo dices eso, ya entra.

—Deja la puerta abierta, Miyeon viene llegando—Se fue a sentar al lado de Yuqi, para luego sacar una botella de Soju de la bolsa de Shuhua, lo destapó y beberlo directamente de la botella—¿Soyeon aún no llega?

—Mira, la invocaste—Shuhua apuntó la puerta y todas miraron. 

—¿Por qué hay tanta gente afuera?—dijo al entrar y sentarse al lado de Shuhua. 

—Tal vez sea un cumpleaños—repitió Soojin. 

—¿Eso significa que podemos hacer ruido?—preguntó Minnie. 

—Al parecer sí—miró la calle, a ella también le extrañaba que hubiera tanta gente. 

—Será mejor no hacer mucho ruido—comentó Yuqi—vamos a despertar al parásito y se va a unir.

—¿Sigues casada con Tom?—preguntó Shuhua. 

—Sabes perfectamente la respuesta, si se hubieran separado, yo hubiese llegado con trompetas y regalos— dijo Yuqi

—Entre más pregunto, siento que cada vez hay más posibilidad de que diga que no—dijo con un puchero—¿Cuándo te divorcias?

—dejen de hablar así del matrimonio de Soojin—interrumpió Minnie. 

—Soojin no tiene la culpa de que tenga mal gustos en hombres—agregó Soyeon. 

—No te debiste casar—habló Yuqi mientras se levantaba del sillón—Tom es el hombre menos indicado para ti—dijo mientras caminaba hacia ella. 

—Cualquier hombre es el menos indicado para ti—agregó Soyeon.

—Cualquier persona que no sea Shuhua no es indicado para ti—comentó Shuhua. 

—¿Ves?—Yuqi alzó la voz levemente mientras colocaba sus manos sobre los hombros de su amiga—Soyeon nunca se equivoca ¿Cuándo se ha equivocado ella cuando nos da un consejo?

—Desde que me casé con Tom que no dejan de hablar mal de él. ¿Es el único tema que tienen?

—Bueno, cuando no estabas casada con él, también nos quejábamos de él—comentó Minnie, y Yuqi afirmó con la cabeza—y antes de eso, nuestro tema era de tu soltería. 

—y de como debías de casarte conmigo—interrumpió Shuhua. Yuqi siguió afirmando con la cabeza. 

—Cada una tiene su tema—habló Soyeon—Tú con Tom, Shuhua y su delirio contigo, Minnie y su alcoholismo, Miyeon y su tienda, Yuqi y sus críticas, y yo con ¿Qué soy yo?

—Nadie habla de ti, Soyeon—contestó Yuqi—Soyeon con su enanismo—recordó. 

—¿Qué debo de hacer para que dejen de criticar a Tom?

—Si lo matamos, ya no tendremos de quién criticar—pensó en voz alta, Yuqi. 

—Te tengo un trato—interrumpió Minnie—haz que no se una a nuestra reunión y lo dejamos en paz ¿Qué opinas?

—Que no se una a ninguna de nuestras reuniones, no lo quiero volver a verlo—agregó Shuhua, y Yuqi afirmó con la cabeza exageradamente. 

—Trato—suspiró. 

—anda a despertarlo, para que se vaya—gritó Shuhua. Soojin rodó los ojos y caminó hacia las escaleras. 

—Es fácil de convencer—murmulló Yuqi—debimos de convencerla a que no se case.

—Por eso mismo no nos avisó que se iba a casar—respondió Minnie acomodándose en el sillón. 

—Si nos hubiese avisado, hubiese ido de negro, no con mi mejor vestido.

—¡AHHHHHH!—el grito de Soojin hizo que a todas se le helara la sangre.