Capítulo 2

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                         "Esa chica"

…Cinco meses después de lo sucedido y estando Saasil en un viaje de trabajo por la ciudad de Madrid recibe una llamada de Tony.
-¡Saas!
-Hola Tony.
- Escucha Saas, necesito que me hagas un favor, vale
-¿Que quieres ahora Sr. Tello?
-Necesito que pases por la peluqueria de mi madre y le entregues los pendintes que llevas en tu carpeta.
-¿Qué? ¿Cuándo metiste esto aquí? Preguntaba Saasil con el mismo asombro que reflejaba su rostro.
-Justo antes de que terminaras de empacar. Lo siento tío, si te decía, seguro no los llevarias para que yo mismo los entregace y viese a mama.
-Que jilipollas eres chaval. Refutaba Saasil
-Anda venga, hazme ese favor, y dile a mama que ese es su regalo de cumpleaños.-Imploraba Tony-
-vale Tony, pero debes de venir a verla, sería el mejor regalo para ella. Lo regañaba Saasil levantando una ceja-
-Gracias Saas-.
-Cuelga ya tío-.

….Dos días más tardes,  y cumpliendo con lo acordado con su mejor amigo, llegaba a la peluquería de la señora Isabel,  el siempre educado Saasil, quien se convertía en el centro de atención de todas las chicas del local con aquella camisa de hilo con mangas tres-cuartos, negra, que hacia juego con su pantalón negro de algodón, recortado de forma perfecta por encima de los tobillos, luciendo su  lujoso calzado de punta fina, sin medias, y acordonados de forma correcta, haciendo aún más elegante a aquél hombre de cuerpo atlético, de 180cm, tez blanca, cabello negro y ondeado hasta casi llegar a los hombros, ojos marrones, perfil griego,barba un tanto descuidada y voz gruesa. 
-¡!! Saas !!!, exclamó de forma eufórica la sra. Isabel
-¡ no sabes las ganas que tenía de verlos!, expresaba la sra. Isabel, mientras buscaba con la mirada a su hijo.
-¿ y tony? Preguntaba desconsolada
-Está hecho un lío con el trabajo sra. Isabel- respondía Saasil, quien luego de abrazarla, la toma por la cintura y la acompaña hasta su oficina con el fin de cambiar el tema de la conversación.
Una vez en la oficina de la Sra. Isabel, hablaban y reían recuperando todo el tiempo sin verse cuando de repente se abre la puerta y una voz cálida invitaba a un café.
-Pasa Aruma- Insistía  la Sra. Isabel extendiendo  el brazo para alcanzar la taza, mientras  tanto Saasil no podía creer lo que estaba viendo.
-Eran los mismos ojos que le habían hecho abandonar la boda-
-Le apetece- Preguntaba Aruma de forma educada.
- Ssssi- Gracias, expresaba saasil casi sin poder hablar por el nudo que tenía en su garganta.
-Buen provecho- Se despedía así la chica que sin querer, provocaba escalofríos al pobre chaval.
-Sra. Isabel, quien es esa chica- Preguntaba saasil  desconcertado.
-Es Aruma, mi secretaria y mano derecha en la peluquería- Respondía la Sra. Isabel mientras disfrutaba del café.
Saasil estaba tan desconcertado que su rostro indujo una pregunta de la Sra. Isabel
-¿Pasa algo?-
-No, es solo que creí haberla visto antes- Respondía Saasil quien aún lucia el rostro rosado de la pena.
Luego de haberle entregado el regalo de Tony, y diez minutos más de charla, se despedía Saasil de la Sra Isabel tan rápido que olvidó su teléfono en la oficina.
-Espere- Gritaba Aruma mientras corría hasta la puerta del ascensor en el que ya se encontraba Saasil.
Junto antes de llegar resbala con el piso aún mojado, luego de la limpieza, siendo su único soporte el pecho firme de Saasil, quien de forma inconsciente y con un movimiento ágil la agarra de la cintura como si de vida o muerte se tratase.
-¿Estas bien?- Preguntaba Saasil casi sin poder pronunciar las palabras y sintiendo que casi no podía respirar, al ver que aquella chica que antes estaba a varios metros de él, ahora se encontraba a solo unos milímetros dejándolo sin aliento y haciendo que le hirviese la sangre.
-Gracias, de no ser por usted no sé que hubiera pasado conmigo- Respondía  Aruma  un tanto avergonzada por la situación.
-¿Me querías decir algo?- Preguntaba Saasil en un tono bajo, como si se hubiese quedado sin voz-
-Es que se dejó el móvil en la oficina y casi no me daba tiempo alcanzarlo- Respondía Aruma mientras retiraba las manos de Saasil que aún se encontraban en su cintura.
Lo siento mucho, no quería agarrarla por esa zona- Expresaba Saasil mientras su rostro expresaba solo un cuarto de la pena que cargaba-
No se preocupe -Basta con invitarme a tomar algo- Respondía Aruma en un tono provocador-
Mientras tanto Saasil aún perplejo solo alcanzó a decir “Vale” mientras veía como Aruma se encogía de hombros y de forma sutil  daba un paso atrás para que por fin cerrase la puerta del ascensor al sentirse decepcionada de que aquel chico que parecía tan seguro de sí solo alcanzara a decir “Vale” luego de que ella le tiraba los tejos.

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