¿Recuerdas?…¿Cómo es posible que una persona se sienta vulnerable ante otra que apenas conoce?...
-¿Vale?, ¿Vale tío?-
-Eres un idiota chaval, es la primera piva que te descontrola, que te mueve el piso, no, aún mejor, que te centra, que hace que se te acelere el pulso, que se te humedezcan los labios, que te suden las manos, que te falte el aliento, y aún con todo esto, te sientas jodidamente bien.
-¿Y qué haces?-
-Pues eso, quedarte pasmado como un idiota, como el típico tío del que se burlan todos porque no encaja, al que una chica increíble, y sin conocerle, le invita a tomar algo, y solo dice “Vale”-
-Hemos llegado a su piso- Interrumpía una señora que acompañaba a Saasil en aquel ascensor donde para él se había detenido el tiempo.
-Como, ha, gracias- respondía Saasil quien, en su mente, no dejaba de reprimirse su papelón de hace un rato-
Luego de resolver unos asuntos de trabajo, Saasil regresa al Hotel donde se hospedaba. Mientras tomaba una ducha siente el tono de su Cel sobre la cama.
-Saas- Saludaba Tony.
-¿Qué onda Tío?¿ Como estas?-Respondia Saasil mientras se apuraba a tan solo colocarse una toalla.
- Solo llamaba para saber que tal estas, y como esta mamá-
-La Sra. Isabel está bien tío, pero se nota mucho la falta que le haces, deberías venir a verla más frecuente- Reclamaba Saasil
-Si lo sé, es solo que aún no me acostumbro a estar en Madrid después de la muerte de Papá- Respondía Tony, a quien casi se le escapaba una lágrima.
-Todo pasa Tony, pero hay que coger el toro por los cuernos, y enfrentar los problemas chaval- Contestaba Saasil intentando animar a Tony.-
-¿Y tu?, ¿Qué hay para contar? ¿Ya conseguiste compañía para esta noche?-Bromeaba Tony, mientras del otro lado de móvil a Saasil se le ponía el rostro más rosado.
-Pues en verdad si he conocido a una chica, solo que no es para esta noche- Respondía Saasil con tono melancólico.
- ¿Cómo? no entiendo- Añadía Tony intrigado.
-La verdad es que esa chica no es para una noche, todo lo contrario, sería la pareja perfecta para quien quiera detener el tren de la vida y dedicarse en cuerpo y alma a una persona, para agarrarla de la mano con orgullo y caminar a su lado para toda la eternidad, para abrazarla fuerte y jamás soltarla solo por el simple hecho de que has encontrado el tesoro más hermoso del mundo, besarla como si no hubiese un mañana, hacerle el amor con frenesí ,convertirse en el dueño de su vida y aspirar a apoderarse de su alma-
- ¿Sass, de donde has sacado eso? --Aaaa, es una novela cursi que estaba leyendo, lo siento –Respondía Saasil mintiéndole a su amigo y desconcertado al no saber de donde les salieron esas palabras.
-Bueno chaval tengo que colgar, he conseguido que Valeria acepte tener una cita conmigo- Añadía Tony dando brincos sobre su cama.
-Felicidades Galán, solo resta que te comportes- Le contestaba Saasil en forma de burla.
-Es la chica perfecta tío, no pienso perderla-Respondía Tony cruzando los dedos.
-Vale, me cuentas que tal ha ido todo, Chao-
-Hombre claro, cuídate vale, y dale un beso a mamá- Se despedía Tony mientras tanto Saasil quien aún no había tenido tiempo para arreglarse no dejaba de pensar en aquella chica de la peluquería, y en lo idiota que había sido al no invitarla mínimo a un café.
-Debo buscar una excusa para volver a esa peluquería- Pensaba para sí, ¿Y si sale con alguien?, ¿y si hago el ridículo otra vez?, ¿Y si por alguna casualidad, por muy pequeña que sea, está pensando en este momento en mí?, estoy hecho un lío-
La noche llegó pronto y luego de un día con tantas emociones al fin se quedó dormido pensando en la excusa para volver a la peluquería y poder volver a ver a Aruma.
Eran las 7:00 de la mañana cuando el canto de un gallo despertaba de golpe a Saasil, era su alarma. Sin perder tiempo se mete en el baño para ducharse y en solo media hora ya estaba saliendo del hotel en dirección a la peluquería.
Al llegar se encuentra con Aruma, a quien intenta saludar con un sutil guiño de ojos cuando de repente esta sin devolverle el saludo da media vuelta y desapareció en el pasillo como quien ha visto un fantasma.
Buenos días Sra. Isabel, le asientan bien esos pendientes. Esta hermosa –Saludaba Saasil-
Gracias Saas, si hay algo que elogiar en mi hijo, es el saber elegir un regalo. –Respondia Isabel mientras caminaba junto a Saas hacia la peluquería-
¡Déjame adivinar, viniste a recortar tu barba! –Afirmaba Isabel mientras tanto Saasil se aferraba de esa excusa para estar otra vez ahí.-
¿Cómo lo adivinó?-Preguntaba Saasil en un tono inocente-
Siempre te he dicho que esa barba te hace ver mayor, espera mientras busco a la persona ideal para ese trabajo-Expresaba Isabel mientras, con su mano diestra hacia un gesto a Aruma-
Buenos Días-Saludaba Aruma sin apenas mirarle a los ojos-
Buenos días Aruma, necesito que me pongas más sexy a este guapetón –Ordenaba Isabel a la chica mientras le hacía un pellizco a Saas en la mejilla-
Pasaron unos minutos, y ninguno de los dos habían hablado luego de saludarse, hasta que Saasil expreso: ¡Tienes unos ojos hermosos! Disculpa que lo diga pero soy del criterio de que las cosas lindas de la vida hay que apreciarlas.
¿En verdad lo crees?- Preguntaba Aruma bajando otra vez la cabeza-
¡Hombre claro!, ¿Pasa algo?-Preguntaba Saas al no entender su reacción-
No, es solo que ayer me pase de simpática con usted y me da un poco de pena, vamos que nunca creí que una persona como usted se fijaría en alguien como yo.- Con el rostro rosado y muerta de la pena respondía Aruma casi sin poder emitir palabra alguna-
¿Y eso?
¿Por qué lo dices? –Preguntaba Saas desconcertado-
Es que, desde los estudios primarios en la escuela de Bilbao, me pasaba todo el día pendiente de ti, de las cosas que hacías, de tus gustos, incluso de como te rascabas la nariz cuando estabas nervioso, no hay mejor ejemplo que el de las tortitas de Gin. ¿Recuerdas?, jurabas que no sabías nada y quedaban migas en tus labios-respondía Aruma con una sonrisa en sus labios, mientras, por otro lado, Saasil no entendía como aquella chica sabía todo aquello, aún y cuando él solo estudío en Bilbao solo un mes-
¿No me recuerdas verdad?- Preguntaba Aruma con una sonrisa en sus labios-
En verdad no me acuerdo de ti. –Respondía Saas mientras rascaba su cabeza-
-Soy Aruma, “Aru”, la chica a la que llamaban Aroma-
Venga ya, claro que me acuerdo de ti. Has crecido un montón. –Afirmaba Saasil quien lucía un brillo en los ojos, como quien encuentra un tesoro-
Todos hemos crecido- Confirmaba Aruma quien le regalaba otra sonrisa-
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Esos Ojos
Romance...yo creyendo conocer el amor, y me sales con esa mirada, que me hace desear atravesar tu piel y acariciarte el alma... ...y es que no sabes lo que es despertar con una mujer y sentirte vulnerable, sentir que Dios puso ese ángel en la tierra para t...