Capitulo 3: Inestabilidad

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Calidez.

Sentía el calor abrazador que recorría su cuerpo, abriéndose paso en cada rincón de su anatomía, envolviéndolo con fervor, haciendo que todo su ser arda en llamas, no quemaba, pero era muy caliente, le agradaba esa sensación, resultaba reconfortante. Aferrándose a lo que fuera que estuviera abrazando, Dan lo apretujo más en sus delgados brazos, no quería dejar ir esa sensación de calor.

—Oye, ya levántate, tengo hambre — Repetía Jaekyung por tercera vez, ya era tardísimo, su desayuno se iba a convertir en almuerzo — Ya es tarde, levántate.

Esa voz arruinaba por completo su tranquilidad, no captaba muy bien la frecuencia de las palabras por lo que su subconsciente decidió no tomarle importancia, se aferró a su almohada. Se encontraba excelente hasta que sintió un pellizco en su pezón.

—¡Ay, ay, ay! — Gimoteo por el dolor, saltando de la cama encarando al hombre que le había hecho tal práctica tan cruel — ¿Pero qué le pasa?, ¿Por qué hizo eso? — Las lágrimas surcaron en los ojos mieles.

—Ya es hora de que te levantes — Aburrido del parloteo, decidió ir al grano — Tenemos una conversación pendiente

El semblante del fisioterapeuta decayó. Ya lo sabía, era consciente de que no podían posponer ese asunto más de la cuenta, pero no estaba listo.

—No quiero hablar de eso — El sonido apagado y poco atrayente le confirmo a Jaekyung que esto sería difícil — No creo que esté listo para tomar cualquier tipo de decisión — Dan no ha podido si quiera pensar en la situación, solo había entrado en pánico directo, tenía que analizar la situación y hablarlo con Jaekyung, ambos ya eran adultos, no eran unos niños para estar jugando.

—Vamos a desayunar primero y luego lo arreglamos — Paciencia, solo necesitaba tener paciencia.

—¿Por qué está tan calmado? — No era un reclamo, pero no entendía.

Cuando el conocimiento de que estaba embarazado salió a la luz, Dan entro directo en un ataque de pánico, alterándose y actuando como demente; rompió todas las cosas que se encontraban alrededor, destruyendo su propia habitación, incluso cuando se hubo calmado no dudo ni un minuto en atacar a Jaekyung, golpeando e incluso lo araño en una par de ocasiones, todo paso por qué nunca estuvo preparado para una noticia de tal magnitud, en cambio Jaekyung, había actuado tan calmado, siendo el más sereno y sensato de los dos, dándole el confort y tranquilidad que Dan tanto necesitaba y hace mucho lapso de tiempo no tenía.

A Dan eso lo tenía confundido, realmente había esperado que Jaekyung procediera de forma violenta, arremetiendo contra su persona, insultándolo y denigrándolo de la peor forma posible debido al enojo, se esperaba comentarios de todo tipo, incluso los había imaginado, por eso se fugó de la habitación en cuanto Jaekyung intento acercarse a el, había estado tan asustado por lo que fuera a hacer, que simplemente salió huyendo de ahí.

Pero eso jamás paso. No lo entendía.

—Me crees una especie de animal o te gusta que te traten mal — La defensiva en Jaekyung se hizo presente, el cuestionamiento de Dan, aunque no era algo malo, lo hacía sentir expuesto. La sensación le causaba escalofríos, se encontraba nervioso sin motivo — Acaso querías que me pusiera a competir contigo de quien destruía más rápido la habitación — Enunció con sarcasmo.

—No, me refiero a... — Dan soltó un respiro profundo — Olvídelo, vamos a desayunar — El fisioterapeuta se levantó del cómodo colchón, dirigiéndose al baño de su habitación — Me daré un baño primero, si quiere vaya adelantándose

Jaekyung se desplomó en el colchón una vez que Dan desapareció de su vista, sentía que le estaban acribillando el cerebro, demasiada información que digerir en tan poco tiempo y muchas cosas que pensar, no lo quería aceptar, pero... la situación no le molestaba; debería estar furioso por que Dan este embarazado justo en el mejor momento de su vida, era un campeón invicto, la mejor era de su vida deportiva, joven y multimillonario, no estaba para andar cambiando pañales, no obstante, la idea a de tener un hijo lo hacía feliz y el que fuera con Dan para su sorpresa, tampoco le molestaba.

Mentira tras mentira / JaeDan OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora