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Con razón el hijo de puta no había molestado más el resto de la noche, debía haber estado emborrachándose en quien sabe que parte de la ciudad.

-Hueles a alcohol, hazte a un lado.- Lo empujó sin embargo fue regresado por un jalón en el brazo.-¿Qué mierda quieres? Tengo sueño.

Inosuke trataba de no alzar la voz, no quería despertar a nadie pero Sanemi realmente lo estaba sacando de quisio, no decía nada pero no lo dejaba salir.

Estuvieron en silencio un minuto hasta que el más alto habló.

-¿Inosuke?- Preguntó confundido mientras se acercaba a confirmar si era él.

El nombrado ya estaba perdiendo la paciencia y cuando ni el mismo se lo esperó tomó de la cabeza a su contrario y lo empujó contra la pared, provocando que chocara y se quedara en el suelo sin poder reconocer bien aún lo que estaba pasando.

Inosuke se acercó a él poníendose en cuclillas para poderlo ver bien y así sonreírle con burla.

-Maldito alcoholico.- Estaba a punto de irse cuando Sanemi lo tomó de la camisa y lo besó...¿qué?

Inosuke se quedó ahí, sin moverse ni un centímetro hasta que reaccionó y mientras se separaba también se preparaba para darle un puñetazo en el estómago.

Debió imaginarlo, salió de ahí confundido, enojado y completamente sonrojado. Fue un primer beso completamente desperdiciado, y ni siquiera sabía si esa porquería se podía considerar beso ya que el no hizo nada más que quedarse frío y luego soltar algunos golpes.

No era experto en el tema pero así no parecía que debían ser los besos.

Iba a sentirse un poco mal por dejarlo ahí tirado luego de golpearlo con Sanemi en estado de ebriedad, pero lo pensó bien y no, no tenía nada de que sentirse culpable. Él se lo buscó. Como sea, porfin podía dormir, pero ahora ya no lo conseguía. De igual forma sus amigos no iban a despertar muy temprano por lo que no se preocupó y dió vueltas en una manta sobre el suelo hasta quedarse dormido.

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-Inosuke.- Lo llamó Tanjiro moviéndo un poco su hombro, sin embargo el otró ni se inmutó.

-¡A un lado Tanjiro!- Chilló su rubio amigo con un grito desafinado y el chico tuvo que hacerse a un lado rápidamente observando como a Inosuke le caía encima una buena porción de agua en el rostro, provocando que éste se despertara de golpe completamente agitado.

Carcajadas se formaron en la habitación pero se callaron en seco al ver el aura y mirada asesina de lo que antes era su amigo. Genya y Tanjiro comenzaron a temblar apuntando a Zenitsu.

-¡Par de desgraciados traidores!- Se echó a correr pero para su mala suerte la noche anterior Inosuke le puso seguro a la puerta al regresar, y detuvo sus desesperados movimientos al sentir la presencia de ese ser oscuro justo detrás de él.

Después de un poco de agresión Genya y Tanjiro lograron separarlos, los regañaron como era costumbre y decidieron comenzar a vestirse, cuando escucharon a la madre de Genya llamarlos para el desayuno.

Inosuke suspiró, esto iba a ser un poco incómodo.

Todos bajaron aún somnolientos, pues al fin de cuentas no durmieron más de cinco horas.

-Lucen horrible.- Se burló Sanemi al verlos bajar y a Inosuke le dió un tic en el ojo izquierdo ¿ahora lucía horrible? Que chistoso.

Parecía ser una tradición del hermano de su amigo mencionar cuando alguien no lucía lo suficientemente bien para él.

-Sanemi, porfavor respeta a tu hermano. No te comportas ni con visita presente.- La señora suspiró, curzándose de brazos luego de haber terminado de servir el último plato de desayuno en la mesa.

¡Que no soy una maldita mujer!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora