Destinados (M5C 2.5)

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—Creo que ese es el problema. —afirmé, con pesar— Que nunca ha significado nada. Quise intentar ser parte de tu vida sin importar cuánto destruyera la mía. Y vaya que nada ha funcionado.

Por segundos no dijo nada. Cómo si no tuviera nada que decir, me había dolido más, sin embargo, ya no me sorprendía.

—Eres parte mi vida, eres mi mejor amiga, has estado ahí para mí cuando yo...

Lo interrumpí. No quería escuchar esa frase.

—¿Y tú para mí? —devolví— No importa, supongo que las personas nunca darán lo mismo he dado por ellas.

A duras penas lo había entendido con él.

Su rostro endureció en cuestión de segundos, y de la misma manera, todo rastro de molestia desapareció.

—Eso no es cierto.

Suspiré, sintiendo cómo mi pecho ardía.

—Suerte en tu juego, yo tengo ensayo.

—¿Cuando nos veremos? —dió un paso hacía mí, pero yo retrocedí.

Parpadee reiteradas veces, mirando al cielo para intentar que las lágrimas no predominaran en el momento.

No podía ser posible. Sin embargo, sabía que era lo que yo me merecía, había hecho suficiente... él no había hecho nada.

Eso era lo que me ardía por dentro. Que nunca había hecho nada por nosotros. ¿Existía un nosotros? Comenzaba a dudarlo.

—Creo que no volveremos a hacerlo.

Y sin decir nada más, esa fue la última vez que lo ví. Y ni siquiera intentó volver a buscarme.

Debió ser así desde un principio, ¿eh?

Mucho me temo que no estaba lista para todo lo que iba a doler.

Y sí, era la despedida.