¿Cómo un abrazo empezó todo? Todo lo que quería hacer era ayudar a éste último a calmarse. No sabía como había terminado en este ciclo de pelear y perdonar, asustar y tener miedo, odiar y... ¿así es cómo se supone que debe de sentirse amar?
Una hist...
-Ouch- la mano enyesada de Sunoo golpeó la mesa de noche al lado de su cama.
-Sunoo, más despacio- dijo Jay, puso su mano detrás de la espalda de Sunoo para sostenerlo mientras bajaba de su cama.
Jake corrió a su lado, mostrando preocupación por el chico herido.
Ni-ki y Jungwon tuvieron que parar su competencia, se pusieron de pie tan pronto como se abrió la puerta.
Heeseung corrió hacia su manager preguntando si podían ir a visitar a Sunghoon. El señor Kim dijo que les habían dado luz verde y que Sunghoon buscaba a Sunoo.
Llegaron a la habitación de Sunghoon en un abrir y cerrar de ojos. Sunoo respiró profundo antes de tocar la puerta, escuchó una voz familiar invitándolos a entrar. El chico no entró al momento en que Park los llamó.
Una parte de él quería abrir la puerta y arrojarse sobre el chico en la cama, pero la otra quería huir y esconderse en algún lugar dónde no pudieran encontrarlo.
Solía querer huir porque estaba asustado. Asustado de lo que el chico pudiera hacerle a él o a los otros. Ahora, también estaba asustado. Pero esta vez era por una razón completamente diferente.
Estaba asustado de herir a Sunghoon. Qué pasaría si Sunghoon fue gravemente herido y ahora lo odiaba. "¿Sunghoon odiandome?" Pensó Sunoo.
Sus ojos comenzaron a lagrimear. De repente respirar se había vuelto algo difícil y doloroso de hacer.
-¿Sunoo?- Jay se dio cuenta del extraño comportamiento del menor, su mano estaba en la manija de la puerta pero no hacía movimiento alguno para tratar de abrirla.
Sunoo estaba perdido en sus pensamientos. Comenzó a pensar en Sunghoon diciéndole que lo dejara en paz. Lo odiaba. Lo odiaba hasta la muerte.
Alguien sacudió su hombro, devolviéndolo a la realidad. Eso lo tomó por sorpresa y accidentalmente abrió la puerta.
Cerró los ojos tan pronto como la puerta se abrió de par en par. Escuchó personas pasar a su lado, saludando al dueño de la habitación antes de preguntarle si se sentía bien.
Sunoo simplemente se quedó afuera, sin moverse incluso cuando Jay le preguntó que qué le pasaba por sexta vez. Los parloteos en la habitación comenzaron a calmarse cuando se dieron cuenta de que el chico al que Sunghoon estaba buscando no había entrado a la habitación. Se hicieron preguntas, pero él permaneció en su lugar, apretando su mano libre en un puño.
-¿Por qué no entras?- alguien preguntó antes de reírse. Ah, esa voz familiar lo hacía querer llorar. Habían pasado días desde la última vez que había escuchado su voz.
Sunoo levantó la cabeza, y lo que lo recibió fue la vista de Sunghoon abriendo los brazos. Sin perder tiempo ni movimiento, Sunoo se arrojó sobre este último, ¿cómo había logrado evitar lastimarse el brazo roto? Seguirá siendo un misterio para él.
-Te extrañé- dijo Sunghoon. Sus brazos estaban alrededor de la cintura de Sunoo, abrazándolo con fuerza como si fuese a volar si no lo sujetaba fuerte. Enterró su rostro en el cuello de Sunghoon, oliendo el aroma a cama del hospital y... ¿pasta de dientes?
Se supone que sería una reunión conmovedora, para los demás, y así lo fué excepto para Jake, algo se sentía inusual.
No sabía qué, pero algo se sentía fuera de lugar. No pudo encontrar lo que le molestaba tanto como para que la escena frente a él no le pareciera tan inocente y linda. En cambio, le estaba dando miedo.
Mientras pensaba mucho en las razones por las que se sentía molesto, Sunoo y Sunghoon estaban en su propio mundo. Actuaban como si fueran los únicos en la habitación.
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