Cap:11 Una historia y un beso

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«NARRADOR OBNICIENTE »


Ya habían meses desde que secuestraron a Carolina, Mahicol cada vez empezaba a sentir algo más fuerte hacia ella, Carolina también con el paso del tiempo comenzó a sentir lo mismo que el sentía solo que ambos lo negaban, ella porque pensaba que incorrecto y Mahicol por miedo a que la historia se volviera a repetir. Esa mañana Carolina despertó antes que él, se incorporó en la cama y lo vio dormido en una silla junto a la puerta, y comenzó a observarlo a mirarle sus largas pestañas que tocaban con delicadeza sus pómulos, su nariz respingada, su cabello un poco largo, sus brazos fuertes donde a ella le gusta rodeada y sus labios suaves que siempre la invitaban a besarlo cada vez que lo tenía cerca, suspiro con cansancio y cerró los ojos por un momento y en momento Mahicol despertó y tal cual lo hizo ella, el comenzó a observarla su largo cabello, su cuerpo que estaba más delgado que la vez que entraron en su casa y sus labios que cada vez tenía más ganas de besarla y no soltarla nunca, Carolina iba a abrir los ojos pero escucho la voz de Mahicol y prefirió no hacerlo


-Caro eres tan igual a ella que me da miedo y rabia sentir lo que siento hacia ti -dijo Mahicol pensando que ella aun dormía pero Caro no aguanto la curiosidad de quien era ella


-¿Ella? ¿Quién es ella a la que me parezco tanto? -Caro abrió los ojos y lo miro directo a sus ojos que más de una vez se había quedado hipnotizada en esos ojos tan azules como el mar en ese momento Mahicol quedo completamente estático sin saber que decir - ¿Mahicol? -lo llamo para que el se decidiera a responderle pero eso involucraba contarle toda su historia, pero luego de pensarlo se dio cuenta de que podía confiar ella a pesar de todo


-Bien... te contare quien es ella y cuál es la importancia que tuvo en mi vida -Caro no estaba segura de que le iba a contar pero por fin entendería por que Mahicol era como era


-Bien... te escucho -Dijo Carolina pero de todas formas estaba insegura mientras que Mahicol sentía miedo de que fuera a pensar ella de su vida



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-Bien... cuando era niño mi vida era como la de todo niño con sus juguetes, con amigos y con una familia unida pero cuando cumplí los 6 años iba con mi madre por una calle solitaria y en una esquina habían dos tipos y al parecer uno de ellos le debía dinero por una bolsas que le había pedido y en ese momento saco un arma y fallo el disparo y le dio a mi madre y ambos tipos salieron corriendo -mientras contaba su historia sentía que viejas heridas que creyó cerradas volvían a abrirse sintiendo el mismo dolor que sintió en el momento que vio a su madre en el suelo desangrándose y casi sin poder respirar - verla en el suelo desangrándose y agonizando todo por mi culpa es algo que jamás se me olvidara -Carolina no comprendía porque Mahicol decía que la culpa de lo que le paso a su madre era de él pero sabía que si habla su voz se le quebraría mientras Mahicol sentía cada vez más grande el nudo de su garganta y dolor del recuerdo se le hacía más y más grande -cuando mi padre se enteró de lo que le había pasado a mi padre cayó en una depresión de la que nadie lo podía ayudar, comenzó a beber y comenzó a culparme por lo que le había pasado a mi madre, cada noche salía se emborrachaba y cuando llegaba en la mañana me despertaba y golpes mientras me gritaba que por mi culpa la mujer que amaba estaba muerta, si yo hubiese querido salir aquel día ella estaría y viva... y tenía razón ¿sabes? Si yo le hubiese insistido tanto en salir a la plaza y hubiésemos vuelto cuando ella me lo dijo nada hubiese pasado -trato de sonreír pero el dolor era más fuerte y una lagrima rodó por su mejilla, Carolina en un acto un consiente le tomo la cara en su mano y con su dedo pulgar le limpio la grima que caía por su suave piel -bueno... al principio mi padre solo bebía pero con el tiempo su dolor fue en aumento al igual que los golpes que me daba y comenzó a consumir droga, cuando cumplí los 15 conocí a Caleb, le conté lo de mi madre y me dijo que me ayudaría a buscar a quien la había matado, pero a cambio yo tenía que salir a venderle droga... acepte solo para saber quién había sido y poder cumplir la promesa que había hecho de vengar su muerte, unos meses después encontraron a mi padre muerto por un disparo en el estómago y golpes en la cara -El dolor que sentía en ese momento era demasiado que las lágrimas caían sin que pudiera evitarlo y Carolina se sentía culpable por haberle preguntado

Amor De MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora