RespiraAbrí los ojos lentamente, los sonidos a mi alrededor estaban distorsionados mientras mi respiración parecía detenerse un momento.
— ...pero como siempre yo soy la mala del cuento —la voz de mi mamá me sacó de mi trance— No te puedo pedir un favor porque nunca haces nada, siempre todo lo tengo que hacer yo
Sentí como mi respiración comenzaba a acelerarse, hasta este punto de mi vida no me asustaba el como mi cuerpo reaccionaba a la tortura que le daba mi mente, por lo que sentir como mi corazón casi salia de mi pecho no era raro.
— Te digo que ni para eso sirves, por más que te digo las cosas, no lo entiendes —musitó, tal y como lo había hecho las veces anteriores, termine aprendiendo todo lo que repetía, como si fuera una canción que suena en todos lados.
La puerta fue cerrada de manera fuerte, no había nadie más en la casa donde nos estábamos hospedando.
Sin poder evitarlo una mueca de tristeza apareció en mi rostro, junto con lágrimas saladas cayendo de mis ojos, sintiendo como la fuerza que ejercía mi rostro por no llorar provocaba pulsaciones en mi cabeza.
Apretaba mis manos en mis muslos encajando con fuerza mis uñas contra mi piel, mis dientes temblaban de la presión que tenía en ellos, mientras mi cuerpo entero comenzaba a temblar.
— Respira —
Deportivo a las 7:30 pm, 2014.
— Respira —habló la fuerte voz de mi profesor— Inhala y exhala, si respiras por la boca te dolerá
Cómo si fuera parte de mi, mis pies a comenzaron a zapatera con fuerza sobre el suelo al ritmo de la música.
Mis pies no dolían, parecían tener vida propia, moviéndose por si solos, haciendo que disfrutara del baile, terminando por provocar una sonrisa en mi rostro, mientras cerraba mis ojos disfrutando de las sensaciones.
La música terminó, abrí los ojos, dándome cuenta que al concentrarme había perdido la noción del tiempo, la clase había acabado.
— Eso fue todo por hoy —el salón se llenó de aplausos débiles por el cansancio, excepto los míos, podría seguir mil horas bailando una y otra vez sin parar.
Al salir del salón me dirigí a la banca donde se encontraba mi papá, quien parecía muy divertido riendo con la mamá de mi mejor amiga.
— Ya papá —llame su atención, el giro a verme aún con una sonrisa— Tengo hambre
— Vámonos que yo también tengo —soltamos una pequeña carcajada al unisono— Que tal estuvo
— Increíble, por fin me salió el zapateado de Jalisco, quizá en la siguiente presenta pueda bailar "El son de la Negra", —dije con alegría, mi papá me abrazo por mis diminutos hombros y sonrió orgulloso— Ojalá el profe me ponga en medio, o dirigiendo a las demás
— Estás muy pequeña —dijo una voz divertida, era mi mejor amiga, yo sonreí ligeramente— Quizá escoja a Karla que es más alta
Sonreí tratando de ocultar mi tristeza, mi papá me movió levemente haciendo que lo mirara.
Dijo ligeramente "no" con la cabeza, en señal de que no la escuchara.
Los dos sonreímos.
Actualidad, 2021
— Creo q no podré aguantar lo estrictos que se volvieron por la pandemia —dijo Laurelei bufando, Magali asintió dándole la razón
— Yo menos —dije distraída mirando mi celular
El día anterior por la noche Moon había conseguido el Instagram de Bradley, el cuál no paraba de mirar.
— Ya viste su foto de perfil nueva? —menciono pícara Moon mientras me codeaba ligeramente
Yo sonreí un poco apenada.
Moon me había pasado también su número de celular, y la foto de la que hablaba era el sin playera, y vaya que parecía que trabajaba en el
— Wey, mándale otro mensaje que te cuesta huevón —rió Laurelei
El día anterior de camino a casa le habíamos mandado un mensaje las dos, dónde nos disculpamos por incomodarlo, aunque el ni se había dado cuenta de nuestra existencia, sin embargo, el contestó.
Era alguien agradable, fue lindo con nosotras y dijo que no teníamos que preocuparnos, pero que éramos muy lindas al disculparnos.
— Aún no —susurré
Giré mi mirada a las escaleras, ahí estaba, parecía perdido en su teléfono, lo analicé, sin embargo perdí la noción del tiempo, el giro a verme al sentirse observado y automáticamente agache mi cabeza totalmente apenada.
— Te volteo a ver, ¡uuh!—
— ¡Cállate Laurelei! —
Lizzie.
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PSIRAKIONIA
RomanceAveces nos apegamos tanto a la fantasía, que olvidamos la realidad. Danelle es una chica adolescente con un pasado que la atormenta, pero a su vida llega un chico que lo cambia todo. Historia completamente mía, se prohíbe copia y/o adaptación sin au...