La Voz De Los Recuerdos

Capítulo 4 "EL VERDADERO PROBLEMA"

Algunos días después de aquel enfrentamiento, cuando finalizaban las clases, y todos debían regresar a casa, Mirio decidió quedarse un poco más de tiempo en la escuela, él acostumbraba a hacerlo para no tener que hablar con nadie, pero justo al salir, en la puerta principal, se encontraba Kyoka con un chico, Mirio no lograba notar con quien estaba, pero mientras más se acercaba, podía darse cuenta de que se trataba de Hatsuki. Mirio pensó que estaban charlando sobre su comportamiento, pero él no solo estaba charlando con Kyoka, algo particular sucedía. Mirio vio como Hatsuki la tomaba del brazo mientras trataba de lastimarla apretando el puño con el que la tenía sujeta mientras le decía palabras que Mirio no lograba escuchar, pero pudo apreciar que tenía una actitud agresiva. Al ver lo que sucedía, Mirio no dudó, corrió hasta ahí, y con fuerza lo empujó, se plantó frente a él y con firmeza le dijo:

MK— ¡Déjala tranquila! —

Con esto, Mirio logró separarlo de Kyoka, pero hizo que Hatsuki se enfurciera y le respondiera muy enfadado:

HM— ¡¿Qué te pasa imbécil, acaso piensas interrumpir esta charla?!, ¡porque si es así­, te estas ganando una paliza! —

Mirio parecía ser otra persona, pues pudo soportar la tensión y con la misma actitud recta dijo:

MK— No parecí­a una charla —

Volteó a ver a Kyoka:

MK— Kyoka, ¿todo está bien? —

Nunca pensó que la respuesta de Kyoka lo sorprenderí­a tanto, pues ella, aunque con titubeos, pero le respondió:

KT— Mm…, s… si, Mirio, t… todo está bien —

Aunque por su tono de voz, Mirio se dio cuenta de que le estaba mintiendo, él prefirió dejarlo así­, pues creyó que ya no tenía nada que ver con la situación. Hatsuki volvió a acercarse y le dijo igual de molesto:

HM— ¡¿Lo ves?!, te dije que no habí­a ningún problema aquí, ¡así­ que largo! ­ —

Mirio había perdido todo fundamento para involucrarse en esa "charla" con lo que Kyoka dijo, no le quedó más que decir:

MK— De acuerdo, tranquilízate, lamento haberlos interrumpido —

Él querí­a ayudar a Kyoka, pero esa repuestas por parte de ella le sembró muchas dudas sobre qué hacer. Al final, con mucha pena, siguió caminando a casa, pero no pudo dejar de pensar en eso durante todo el resto de la tarde.

Al siguiente dí­a, Mirio trató de llegar antes que todos al salón, por la misma razón por la que siempre esperaba en las tardes a que todos salieran, pero al parecer, la presidente ya se encontraba ahí­, tal vez él se lo esperaba, pues pensando en su dedicación y sus obligaciones como presidente, debí­a llegar antes que todos. Mirio decidió ­no hablar con ella, pero algo le preocupó cuando al verla notó que no tenía puesto su suéter, y en sus brazos se podían ver un par de marcas, al parecer algo la habí­a lastimado, y pensando en lo que sucedió la tarde anterior, esas marcas coincidí­an con el lugar de donde Hatsuki la tomaba, pero él creyó que estaba de más preguntar. Kyoka parecía sentir dolor en esas marcas, pues al ponerse su suéter, Mirio pudo notar como ella se sentía adolorida justo en su brazo. Luego de ponerse ese suéter, Kyoka caminó hacia Mirio, sorprendentemente, ella lo saludó de manera muy amable:

KT— Buenos días Mirio —

Ella se veía sonriente como todos los días, aunque aquello tan obvio que había pasado mantenía a Mirio pensando, aún así, él no quiso ser indiferente con ella:

MK— Buenos días –

KT— Que bueno que llegas antes que todos, quería hablar contigo —

Ella suspiro ligeramente y continuó: