Capítulo 4

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Cuando desperté, me encontraba en la enfermería del instituto. La enfermera me dijo que me había desmayado por falta de vitaminas.
Al salir de la enfermería Dylan estaba sentado en la puerta.

-Qué hacés ahí?

-pues tal ves esperar a que salgas.

-Ohh!! Que bonito -dije con sarcasmo-

- Para nada. Si no recuerdo mal tengo una cita contigo el viernes y no quiero ir solo...porque... no sería una cita...

-Vale

-No se porque eres tan borde.

-Tal vez porque me acabo de despertar después de haberme desmayado. -digo bastante cortante-.

Ya habían acabado las clases y me dirigía a casa. Al llegar a casa subo a mi habitación y escucho llorar a mi madre en el baño, voy corriendo hacia ella y le pregunto que le pasa.

- Mamá ¿Qué te pasa? ¿Porque lloras?.

-Maddi, enseñame tus muñecas.

Le enseño las muñecas llenas de cicatrices.

-Oh dios Maddi, porque? Porque haces esto -dice sollozando- Acaso no eres feliz?, con todo lo que trabajo para comprarte cosas y que seas feliz. Aparte de esto haces otras cosas? Porque me llamaron de tu instituto diciendo que te habías desmayado.

-Sí.

- El que?

- No como nada, y si me ves comer algo, luego lo vómito.

-Madison, pensé que eras feliz con todo lo que te daba.

-Ese es el problema mamá.-digo por fin cabreada- que crees que comprandome ropa bonita y dándome dinero voy a ser feliz y no, no es así. No entiendes que cada vez que me miró al espejo veo algo una gorda y me siento presionada por esta sociedad de mierda y no puedo más. -digo dándome por vencida-. No puedo- digo por fin llorando y abrazando al mi madre.


Suena el despertador y me levanto de la cama. Voy hacia el baño y me meto en la ducha.
Salgo de la ducha y me dirijo hacia mi armario, me quedo mirando las cicatrices que tengo en la muñeca y recuerdo lo ocurrido ayer con mi madre, me siento tan mal por ella, no se como puede tener una hija como yo.

Un grito de mi madre me saca de mis pensamientos.

- Madison ¡baja ya llegarás tarde!
- ¡ ya bajo!

Me arreglo rápidamente y bajo a la cocina, mi madre me pone el desayuno en la cocina.

-No tengo hambre.

- ¡Madison desayuna ahora!

- Uggh vale

Tocan el timbre, seguramente es Abby. Voy por mi mochila y me dirijo hacia la puerta, la abro y es Lola, que bieeen.

- Hola Madison

-¿Qué quieres?

- No te acerques a Dylan o estas muerta mocos...

No le da tiempo a terminar la frase cuando ya le había cerrado la puerta en las narices. Al segundo de cerrar la puerta vuelven a tocar el timbre.

- ¿Quien es?

- Soy yo, Abby

Abro la puerta y me pregunta...

- Qué raro que has preguntado quien es

- Ya bueno seguridad ante todo nena.

- JAJAJAJAJAJ

-Bueno vamos al centro? Que haces con la mochila tonta hoy es sábado.

-Estas de broma?

-Me ves la cara de broma?

-No jajajajaj

-Bueno que me dices?

- Vale, espera que le aviso a mi madre, pasa.

-Mamá! Esta aquí Abby voy al salir con ella al centro .

-Está bien, ¿necesitas algo de dinero?

-No, gracias.

-Vale, no vuelvas tarde.

-Vaaale.

Cuando salimos de mi casa estaba Dylan en su coche inmediatamente le dije a Abby:

-¿Qué hace él aquí?

-No te importa que le invitara no? No sabia que te iba a molestar...

Esa cara la conocía, la cara que ponía cuando me ocultaba algo.

-Abby, por casualidad no has preparado una cita para mi y para Dylan?

-Yo? Que va, acaso tu me ves capaz de eso? -dijo con tono de ironía-

- Pero Abby a ti no te gustaba?

-Maddi, tu lo has dicho gustaba. Cuando te desmayaste en clase Dylan te llevo en brazos a la enfermería, te miraba como si fueras su todo y además se quedó contigo todo el tiempo, hasta juraria que se le escaparon unas cuantas lágrimas y no puedo con eso. Asi que callate de una vez y vamos al centro.

-Abby, pero estas segura?

-Totalmente.

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⏰ Última actualización: Oct 08, 2016 ⏰

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