Mundo Sin Adultos : Error Cuántico

Capítulo 8

— Entonces... ¿Qué planes tenemos para hoy? –Preguntó Julio–.

— No sé, pero estoy cansada –Contestó Noemi– ¿Qué tal si vamos a casa y descansamos por hoy?

— Suena bien, siendo sincero –Exclamó Joel mientras se estiraba– Podemos flojear todo el día.

— Yo voto por que consigamos la pinta para el Big Bang Oddysey –Sugirió Julio mientras cerraba su bolso–.

— ¡Uh! ¡Es cierto! –Dijo Nora con emoción– Nunca he ido a una fiesta de electrónica...

Fabio y James cargaban un televisor pantalla plasma entre los dos mientras caminaban.

— ¿Podrían ayudarnos en vez de flojear? –Pidió James subiendo el tono de voz–.

Ya en la camioneta, todos se dieron cuenta de que las cosas que recogieron casi no cabían, por lo que todos irian apretados.

— ¡Voy a arrancar! –Gritó Diana–.

— ¡Ok! –Respondió Joel, quién iba en la caja de la camioneta con James, Fabio, Lorenzo y Alberto sosteniendo las cosas–.

Diana encendió la camioneta y arrancaron hacía la urbanización. En el camino lograron ver varios grupos de niños en la calle, unos estaban jugando a guerras de agua, otros manejaban bicicletas, otros escuchaban música mientras bailaban.

— Oye, se ven realmente felices –Dijo Noemi conmovida–.

— Es lo que hace la falta de los adultos, le dan libertad a los niños –Dijo Megan mientras buscaba la cámara de instagram para tomar una foto–.

— Aunque sea lindo, en algún punto los adultos deben volver –Dijo Diana mientras manejaba–.

— ¿Y por qué? –Preguntó Anna–.

— Moriríamos por falta de comida, agua, o peor, si nos lastimamos nadie nos atendería –Respondió Diana–.

Todos se quedaron callados un segundo.

— Bueno, a disfrutarlo mientras dure –Dijo Julio–.

Diana por casualidad probó la radio de la camioneta, la cual estaba casi inservible, todas las emisoras reproducían estática pero una de ellas funcionó y reprodujo una canción.

— ¡Esta emisora si sirve! –Exclamó Diana con alegría–.

Empezó a sonar una canción de Noemi y todos empezaron a festejar.

— ¿Mi canción está en la radio? –Preguntó Noemi asombrada–.

— ¡Es mi canción preferida! –Dijo Nora emocionada– Aún recuerdo cuando me mandaste el demo.

— Si, fue la primera que canté –Respondió Noemi–.

— Nos costó tres huevos y medio grabar el álbum –Comentó Megan empezando a reírse– Noemi se tuvo que meter en la regadera porque era el único lugar con silencio de la casa, yo estaba sentada en la poceta con la laptop editando la canción–.

— ¿En serio? –Preguntó Nora asombrada–.

— Si, yo me acuerdo de eso –Dijo Noemi entre risas– Para nosotras se veía super serio y profesional.

Noemi se sintió emocionada y halagada al oír su canción en la radio, su autoestima subió bastante repentinamente.

Al llegar a casa empezaron a bajar todas las cosas y subirlas, hasta que Alberto notó que en la puerta de la casa de Noemi había una nota.

— Noe... Creo que alguien tiene envidia de ti... –Dijo Alberto entregándole la nota a Noemi–.

“Fracasada”, decía... Noemi ya sabía de quién era, así que solo suspiró. Por otro lado, Megan no reaccionó tan bien que digamos, ya que le arrebató la nota a Noemi de las manos con rapidez.