Prologo

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Parte 1

Poco a poco se acercaba el medio día, y a pesar del fuerte sol propio de estas horas del día. El invierno aún se hace notar.

Estando relativamente cerca del mar, las corrientes frías son más notarias aun estando bajo tierra, en la estación de metro de Haneda, cerca del aeropuerto Internacional de Tokio.

Un pequeño grupo de personas esperaban tranquilamente el metro, con dirección al centro de Tokio.

"¡Entonces terminaste con tu novio!"

Vociferó sorprendida por ese hecho, una chica de aproximadamente 20 años, a su amiga. La otra chica la hizo callar avergonzada.

Varias miradas en cuestión. La chica que gritó hizo una pequeña reverencia al aire, en señal de disculpa a todos los presentes.

"Lo siento... Te dije que era un idiota, pero, anímate, si conseguimos buenas calificaciones nuestros padres prometieron pagarnos un viaje a Itogami".

"Si, espero que todo salga bien por allá, últimamente circula una leyenda urbana, realmente aterradora, por los foros de la Isla".

Itogami era una isla artificial ubicada en medio del océano Pacifico, construida de fibra de carbón, metal, resina y magia.

Era conocida como el santuario de los monstruos, por ello fue designada como el lugar donde legalmente podían vivir seres no humanos, es decir demonios.

"Pues no es tan raro, quiero decir, la isla esta llena de demonios, que la gente cuente cosas aterradoras no es poco común".

Mencionó aquello riéndose un poco de la incredulidad de su amiga, por supuesto los incidentes en la Isla no eran mucho más infrecuentes que en cualquier otro lado del mundo.

"No es sobre cualquier demonio, es sobre el Cuarto Progenitor. Se dice que es un vampiro, el más fuerte de todos, inmortal e indestructible, no tiene parientes ni deseos de gobernar, solamente poseer doce familiares, solamente desea beber sangre, masacrar y destruir. Un ser que va más allá del bien o el mal, ni siquiera las leyes de este mundo le rigen".

Dijo esas palabras como un cantico que invocara a la más cruel de las bestias, un silencio formado hizo que sintieran un poco la tensión.

A pesar de ser solo una leyenda, la mención de ese ser de pesadilla, hizo que las jóvenes sintieran un ligero escalofrío.

"D-Debe ser solo una leyenda, m-mejor concentrémonos en las notas de los exámenes".

Quiso desviar el tema, nerviosa, sin querer reconocer que, a sus veinte años, sintió miedo de una leyenda.

Su amiga aprovechó y asintió con la cabeza, pues también le dio algo de miedo.

En las inmediaciones de esa curiosa escena, se encontraba el vampiro en cuestión, el más fuerte de ellos, el Cuarto Progenitor.

Sentado en un banco, solo, mientras los nerviosos estudiantes y los cansados asalariados revoloteaban por la estación. El tren tuvo una ligera demora de unos minutos, y comenzaron a impacientarse.

Pero poco importaba al taciturno vampiro, que soltó un suspiro, tal vez el quinto en la última media hora.

"Maldita sea, Natsuki, ¿Por qué me envió de repente a la capital?".

Maldijo a su profesora, la única persona que conoce su secreto y la encargada de cuidarlo en ese aspecto. Estar a merced de esa mujer el destino de Akatsuki Kojou.

"No seas duro con Natsuki, ella esta haciendo lo mejor para cuidar de nosotros".

La dulce voz de una niña resonó en su cabeza. Lejos de ser un síndrome de desorden de la realidad, probablemente era producto de su nuevo cuerpo.

Ashikabi Of The BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora