Realidad 01.05

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TSUNAGARI

"Conexión a nivel humano"

01.05

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Realidad

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Kagome comenzó a entender que estaba en un escenario que representaba otro tiempo; tanto por la ausencia de otros humanos cerca, como por el frondoso bosque que iban recorriendo.

—Puedes cambiarte de ropa, si lo quieres —le sugirió InuYasha, que no dejaba de llevarla de la mano. Kagome no llegó a razonar del todo su propuesta cuando observó que el atuendo que él tenía comenzaba a cambiar. Sus pantalones dejaron de ser los típicos de vestir y pasaron a convertirse en un hakama, recogido en los tobillos y de color rojo.

—Pero... Cómo... —quiso demandar una explicación, aunque sus palabras se vieron entorpecidas por la aparición del resto de la vestimenta; un kosode, igualmente rojo, sobre un hitoe blanco. Todo aquello aderezado por una espada al cinto.

—¿Qué? ¿Esto? —InuYasha se indicó a sí mismo, presuponiendo las dudas de Kagome. Ella asintió con suavidad, sin dejar de mirarlo a él y al par de orejas que le aparecieron sobre la cabeza. La atención de ella había cambiado, Kagome sólo podía pensar en tocar aquellas orejas y en confirmar si eran tan suaves como las imaginaba.

InuYasha la miró fijamente, mientras ella se alzaba en puntas de pies y descansaba su pecho en el propio, para alcanzar una de aquellas orejas que tanto interés le habían causado.

—Son reales —confirmó Kagome, notando la textura del pelo que crecía en ellas, su flexibilidad, además de su calor.

InuYasha sonrió con cierta satisfacción.

—Sí, lo son porque las sientes —se apresuró a aclarar.

Kagome sentía muchas cosas más que iban de la mano de una intensa emoción. Era como estar tocando un mundo imposible; más aún cuando notó los colmillos que asomaban de la boca de InuYasha al sonreír.

—Tus ojos —dijo ella, entonces, al percibir que la pupila de InuYasha se había alargado.

Su primer pensamiento fue de encanto, el que luego fue reemplazado por el temor racional.

—¿Qué es todo esto? —se echó un paso atrás y cuando quiso soltarse de la mano de InuYasha, pudo ver que éste tenía largas garras blanquecinas; y ahí estaba nuevamente la fascinación.

InuYasha volvió a sonreír, aunque en esta oportunidad los colmillos estuvieron totalmente ocultos. Su apariencia volvió a cambiar, quizás para que Kagome no se sintiera abrumada.

—Así ¿Mejor? —expresó él, con el mismo aspecto que tenía cuando se encontraron.

En ese momento Kagome se recordó que llevaba aquel aparato virtual que le permitía estar aquí. Razonó que por mucho que todo a su alrededor pareciese cierto, no era más que un programa, en un sofisticado servidor, en alguna parte.

—Olvidaba que esto no es real —argumento Kagome, algo más tranquila.

—Oh, sí que lo es —la corrigió InuYasha, con el mismo entusiasmo con que la había traído hasta aquí—. Kagome, no pienses en las leyes del mundo que conoces, piensa en las leyes que tu mente puede crear.

Ella comenzó a negar con suavidad, intentando encontrar algo gracioso en esto. InuYasha le gustaba, sin embargo, al parecer, o tenía un sentido del humor difícil de llevar o tenía una disonancia grave de la realidad.

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Continuará

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N/A

Me gusta mucho escribir esta pequeña historia. Es densa y a la vez fácil. Además, aún está llena de posibilidades ; )

Espero que les gustase el capítulo y me dejen sus comentarios.

Anyara

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