— Bienvenido a Sex Room
— Joder, ya era hora. — Murmura para si mismo con una sonrisa plagada en su rostro.
Ha estado esperando por casi tres tortuosos minutos, su pene necesitaba una liberación urgente, necesitaba una entrada apretada y caliente para saciarse.
— Quiero un prostituto, ojalá de menos de un metro setenta centímetros, pagaré de inmediato.
— Claro señor. — Se escucha desde el otro lado una voz seductora, pero se escuchaba demasiado femenina para su gusto. — Tenemos a nuestro mejor chico, tienes suerte ya que hoy nadie lo tocó.
Aquel pensamiento fue directo hacia su pene, ser el único en tocar a uno de los mejores se le hacia agua la boca, sus manos picaban de solo querer sumergir sus dedos en aquella apretada entrada.
Exhaló un profundo suspiro tembloroso antes de volver a escuchar la voz.
— Su apodo es Deku, un metro sesenta y seis centímetros, muy buena forma con preciosos ojos verdes-
— Lo quiero.
Desde el otro lado de la línea escuchó una risa amortiguada, coqueta y seductora, la piel de gallina se incrementó mientras la sangre se drenaba hacia su pene.
Su corazón se aceleró, sus ojos se estaban nublando en lujuria en solo imaginar aquellos ojos verdes sobre él.
— Su dirección y nombre por favor, el pago se lo debe entregar a Deku, la mitad primero, el resto al finalizar, se escoltará a Deku hasta la puerta de su casa y debe ser usted quien salga a recogerlo. Por seguridad para nuestros trabajadores, ¿Está de acuerdo con los servicios?
— Totalmente. — Respondió en un suspiro. — Mi nombre es Katsuki Bakugo, calle Danforth 366.
— Estará en cinco minutos, auto Mercedes-Benz E 53 negro, gracias por contactarte con Sex Room y esperamos su experiencia sea gratificante.
La línea fue cortada en un solo tono, su sangre emergía por todos los rincones ante la emoción.
—¿Cinco minutos? ¿Vuelan o algo? — Se preguntó mientras veía a su al rededor.
Botellas de licor por todas partes, cigarrillos sueltos, fumados y nuevos por cada rincón, las luces totalmente apagadas salvo por la maldita televisan en un estúpido programa que ni siquiera estaba viendo.
Vio hacia abajo, su erección estaba perdiendo forma mientras los segundos pasaban, su torso se encontraba totalmente desnudo.
Su trabajo últimamente estaba en la cúspide, tanto, que su estrés lo acompañó de ida y vuelta, ganaba tanto dinero como arrugas bajo su ceño gracias a tener que soportar a tanta gente incompetente.
No tenia nada para desestresarse, era tan inmune a emborracharse que ni botellas y botellas de licor lograban noquearlo, era un total solterón, las mujeres se apilaban para siquiera entablar una mínima conversación que lograra ensuciar sus bragas, pero él no les daba ni la hora.
Había encontrado chicos sexys que lograron su pene emerger con fuerza, pero que durante el sexo era como besar a tu madre en la mejilla frente a toda la clase en secundaria.
Vergonzoso, asqueroso y prefería estar en cualquier lugar menos ahí.
Chicos que no lograron hacerlo venir por mucho que se atragantaran con su enorme pene, desastroso.
Chicos que gimieron su nombre hasta quedar afónicos y ni siquiera lograron emocionarlo.
Desde fuera se escuchó un bocinazo, se levantó de su asiento para ver por la ventana. Un precioso mercedes-Benz negro se asomaba sin nadie saliendo del lugar.
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Sex Room |BKDK| |Comisión|
FanfictionKatsuki contrata a un prostituto por llamada, está cachondo pero no tiene pareja, tampoco quiere buscar a cualquiera por la calle que intente satisfacerlo. "SEX ROOM" es una agencia que promete los y las mejores prostitutas de todo el pais, por lo q...