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JiMin entró en aquélla casa seguido de Min YoonGi, miró todo a su alrededor, tratando de entender por qué estaba ahí. También trataba de entender cómo es que fue tan fácil para él ceder ante ese hombre de nuevo, YoonGi ni siquiera se lo había pedido, lo había llevado con él de todas formas.

Ni siquiera se opuso cuando el mayor lo jaló fuera de aquel lugar.

Ya inventaría alguna excusa para engañar a sus amigos, no podía decirles que el hombre con complejo de mafioso era en realidad un mafioso con el cual había follado.

—¿Qué se supone que hago aquí?— JiMin preguntó, mirando con atención al mayor, los demás se habían quedado fuera de la casa para poder darles privacidad en su platica.

—Tengo una pequeña situación — YoonGi comenzó hablando, rascó su nariz con nervios y miró al chico a los ojos —, se corrió un rumor sobre mí con algunos amigos no tan amigos, el rumor también te involucra a ti, realmente conozco a mi gente, no son personas agradables a las que les guste hablar. Así que, como método de protección tuve que traerte a este lugar.

—¿Es tu casa? — preguntó JiMin, observando lo hogareño que se veía alguien lugar.

YoonGi asintió, haciendo que se sorprendiera aún más, jamás imaginó que aquel mafioso hombre viviera en algún lugar así. La casa era grande, pero era normal, madera fina, bien diseñada, el interior tenía una decoración rústica y bonita, nada comparado con lo que imaginó. Por lo regular era de pensar que las personas como Min YoonGi, vivían en mansiones con decoración de alta elegancia y candelabros colgando del techo.

—Como sea, te quedaras aquí en lo que yo arreglo esto — escuchó al mayor decir —, y por favor, no hagas alguna tontería.

—¿Cómo cual?

—No llames a tus amigos, ni les digas donde estas, simplemente quédate aquí, duerme o qué sé yo. — respondió, JiMin soltó una ligera risita y rodó los ojos, dio media vuelta dispuesto a recostarse en alguno de los sillones del lugar.

—En la parte de arriba hay dos habitaciones, toma cualquiera para que puedas descansar.

Fue todo lo que dijo antes de caminar fuera de aquélla casa. JiMin dejó salir un pesado suspiro, la verdad es que le costaba creer que estaba de nuevo en el mismo camino. Sabía que sus sentimientos no estaban bien, que se supone debería sentir miedo, terror o pavor por el simple hecho de estar involucrado con Min YoonGi. Pero, mierda, no esperaba quedar enjaulado en aquélla situación.

Jamás se había considerado una persona débil de sentimientos, pero YoonGi tenía algo que le hacía tocar su punto débil.

Eso era un gran problema.

Un problema que no quería aceptar, es decir, él no debió tomarse tan a la ligera que un hombre mafioso como Min YoonGi metiera su miembro en su boca. Se supone que no debía pasar nada de eso, pero terminó sucediendo.

Y entonces, su vida comenzó a tener un poco de emoción.

Tal vez esa era la razón por la que aquel hombre le había calado hasta los huesos, siempre fue la clase de chico que tenía una vida muy monótona, buena, pero nada más. La aparición de Min YoonGi en ella, fue la cereza del pastel.

Ese tipo sabía como poner todas sus hormonas a trabajar.

Subió las escaleras de la casa para poder encontrar las habitaciones que YoonGi le había dicho. Aunque la casa era bonita así como estaba, la planta de arriba era aún mejor, había otra sala de estar en aquélla zona y dos puertas más al fondo, las cuales supuso serían las habitaciones.

GUILTY¹ | YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora