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Menos de cinco minutos bastaron para que la chica se recuperara, solo se había descompensado al ver la sangre, así que no había nada de qué preocuparse. Después de agradecer a los paramédicos, caminaron unas cuantas cuadras hasta llegar a un gran hospital, el Hospital Kangbuk Samsung. Mina sintió que conocía muy bien ese lugar, lo había visto antes. Entraron y caminaron hasta la recepción de urgencias. Doctores y enfermeros caminaban apurados de un lado a otro, una camilla para allá y una para el otro lado, gente en sillas de ruedas, personas que se paseaban buscando a sus familiares, un caos.

—Yo trabajo aquí —dijo Mina, mirando todo a su alrededor.

—¿Lo hacías? —preguntó Chae, abrumada por todo el movimiento.

Mina podía reconocer los pasillos, los objetos, la gente.

—La recepcionista, su nombre es Yeri —miró a la mujer, mientras una sonrisa se formaba en su rostro—. Estoy recordando todo ahora —su rostro se iluminó— ¡Ahí está Jackson! ¡Y Rosé! —exclamó al ver a sus compañeros de trabajo— Y Minho, y... eh... —no era que no pudiera recordar su nombre, es que nunca lo supo, pero recordaba esa cara.

Chaeyoung vio a Mina feliz y se sintió contenta también, finalmente habían encontrado algo que podía ayudar.

—Preguntemos si saben algo de ti —le sonrió Chae, llamando la atención de la chica que giraba sobre sus talones, observando todo con alegría. Caminó hasta pararse frente al mesón de la recepción y le habló a Yeri—. Buenas tardes, mi nombre es Son Chaeyoung, me preguntaba si usted sabe algo de la doctora Mina.

—¿Mina? —la chica parecía sorprendida— ¿Se refiere a Myoui Mina?

—Myoui... ¡sí, ese es mi nombre! —finalmente recordaba su apellido.

—Sí, eso es, Myoui Mina —asintió Chaeyoung, ansiosa por la respuesta.

—La doctora Myoui... —dejó de hablar por un par de segundos que parecieron una eternidad para ambas chicas— no está activa como parte de nuestro personal en este momento —Chaeyoung miró a Mina de reojo y pudo ver su sonrisa desvanecerse—. Espere, permítame hablar con alguien —la chica se puso de pie de inmediato y se acercó a un doctor que estaba detrás—. Disculpe, doctor... —la escucharon hablando bajito al hombre.

—Oh, no, tiene ese tono —se lamentó Mina.

—¿Qué tono? —preguntó con preocupación la más baja.

—El tono —suspiró abatida—. Intentas pasarle la pelota a alguien más para que te diga que tu amiga está MUERTA.

Chaeyoung no sabía qué decirle a Mina. Siempre supieron que ella estaba muerta, no sabía qué esperaba encontrar además de información sobre ella cuando estuvo viva, pero no quería decir algo que la hiciera sentir peor. Por suerte Yeri volvió hasta su puesto de trabajo y le habló.

—Disculpe, señorita, necesito que vaya a la estación de enfermeras del tercer piso.

—Gracias —respondió Chaeyoung con una sonrisa.

Subieron al elevador, que despertó más recuerdos en Mina, como cada cosa que veía en ese hospital. Llegaron al tercer piso y salieron del elevador, había más rostros familiares.

—Oh, no, es Jeongyeon, mi mentora —murmuró cuando se acercaron a una doctora que parecía estar esperando a Chaeyoung—. No nos enviarían aquí si no fuese algo malo.

—¿Señorita Son? —preguntó la doctora al verla.

—Sí, hola —sacó su mano del bolsillo y la estiró para ofrecer un apretón de manos que Jeongyeon recibió.

Como el cielo (adaptación Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora