capitulo 4

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Qué les parece el lugar? - todas las miradas se dirigieron al mayor del grupo, habían conseguido comprar una gran casa a las afueras de la ciudad en donde habían invertido millones de dólares en esta operación, el menor aplaudió mientras se adelantaba al resto en el interior de la casa

Es un lugar seguro? - el comentario de Mingi volvió a llevarse todas las miradas de los presentes, si querían que el negocio que estaban por llevar a cabo sea un éxito debían conseguir un lugar seguro y sin dudas esta nueva inversión era el lugar ideal para llevar a cabo sus próximos proyectos.

La casa no era demasiado grande pero lo que más les interesaba a ellos era el la ubicación geográfica, estaba cerca de la ciudad pero al mismo tiempo con difícil acceso al terreno ya que desde todos los puntos cualquier extraño que quisiera ir sería observado a larga distancia.

Esta noche iremos al club, se nos unirán? - preguntó San sentado en uno de los escalones con su miraba perdida en el horizonte, todos asintieron para luego ponerse en marcha. Tendrían unas horas de descanso hasta la noche en donde se reunirán en aquel club para tratar de cerrar el negocio con el gerente de aquel lugar quien era la persona que los ayudaría.

(...)

Sigo pensando que el líder es otra persona - la mirada perdida de Lee Know en el gran ventanal de la oficina daba a entender que estaba seguro, muy seguro de sus palabras. Hacía meses que estaban tratando de localizar a una banda de traficantes, pero por alguna rara razón cada vez que estaban cerca de atraparlos ellos podían escapar y desaparecer de su radar por mucho tiempo.

Es obvio, el verdadero líder debe estar en alguna parte del mundo dando órdenes a través del teléfono, quién en su sano juicio se arriesgaría a ser atrapado más de una vez - el grupo de detectives debatía sobre los próximos pasos a dar en esta operación, el tiempo se les estaba acabando y sus jefes estaban cada vez más sobre ellos con la espera de buenos resultados ya que la prensa no quitaba sus ojos de ellos.

Hacía poco más de un año que habían decidido reunir a ocho de los mejores detectives de la policía Coreana de ocho ciudades distintas para que se dedicaran exclusivamente a encontrar a esta banda, que estaba conformado por al menos ocho integrantes y un líder que hasta el momento era una nombre incógnito para todo el destacamento policial.

Qué hay del sujeto que atrapamos hace una semana? - preguntó Bangchan, líder del equipo y el mayor de todos. Las carpetas con los informes detallados estaban esparcidos sobre la larga mesa y una de estas fué entregadas a él para que la revisara con detenimiento.

Fue liberado por falta de pruebas - el mayor levantó la mirada encontrándose con los ojos de Félix, uno de los tres mejores hackers de ciber seguridad nacional. Suspiró mientras dejaba sobre la mesa los documentos que previamente había leído de manera rápida.

Por más que lo intentaban se les hacía difícil dar con alguna pista sobre aquellos traficantes, todas las puertas se les cerraban en la cara al tratar de dar con ellos. Sabían que alguien los protegía desde afuera, alguien poderoso, eso le estaba haciendo difícil su trabajo hasta el punto de que tuvieron que pedir disculpas públicas en una ocasión por detener a una persona presuntamente inocente que poco después fue encontrada muerta a pocos kilómetros de la ciudad.

Bien hay que seguir trabajando - Changbin, otro de los detectives experto en espionaje, se levantó de la silla para tomar unos documentos y salir de la sala de reuniones luego de saludar a sus compañeros. Estos últimos días se estaban quedando hasta las primeras horas de la madrugada en la oficina mientras rastreaban a esos sujetos, de alguna manera deberían dar con ellos pero no logaban que ninguna persona les brindara un dato certero ya que temían ser lastimados.

(...)

Tienes solo dos horas, compra todo lo que necesites porque no podrás salir dentro de dos semanas entendido? - Asentí recibiendo el dinero que el señor Park me estaba entregando, no podía creer que había obtenido el consentimiento del señor Min para poder salir sola a la calle sin necesidad que alguien me estuviera vigilando, de igual manera tendría cuidado.

Estuve recorriendo las calles por al menos media hora, necesitaba despejar mi mente y tomar un poco de sol ya que vivía encerrada dentro del edificio. Había comprado unas cuantas cosas para mí higiene personal cuando mi estómago rugió un poco hambriento, decidí irme hasta una cafetería muy linda que estaba al cruzar la calle para tomar un café y comer algo.

Al llegar, luego de hacer mi pedido, me senté cerca de la ventana para poder recibir los rayos del sol y seguir observando a las personas pasar. Tenía aún una hora libre hasta volver al departamento y prepararme para el trabajo, desde que empecé a implementar los consejos del señor Park mi vida allí dentro había cambiado, no demasiado, pero recibía algunos beneficios además que el señor Min me seguía protegiendo por alguna extraña razón.

Puedo sentarme aquí? - levanté la mirada encontrándome con un hombre maso menos de mi edad, muy bien vestido, de cabello corto color castaño portando en sus manos un café. Asentí mirando a mi alrededor, al parecer no había mesas libres en la cafetería.

Claro, puedes sentarte - extendí mi mano señalando la silla vacía frente a mí, este me sonrió sin mostrar sus dientes e hizo lo que le indique. Al principio estábamos en silencio, cada uno en su propio mundo, hasta que el silencio se rompió.

No eres de aquí verdad? - volví mi vista a aquel jóven, negué con una pequeña sonrisa mientras le daba un sorbo a mi café. Observé por un instante a aquel desconocido, era atractivo, su semblante era un poco serio pero muy amable además sus ojos transmitían algo.

Soy de TP , vine por trabajo a Seul- este asintió mientras me observaba detenidamente, me sonroje un poco desviando mi mirada al plato que tenía una rebanada de pastel de chocolate. En un momento él sonrió soltando una pequeña risita

Soy Lee Min-Ho pero puedes llamarme Lee Know - extendió su mano en señal de saludo, lo mire unos segundos hasta que imite su acto sujetando su mano devolviéndole la sonrisa un poco tímida.

Soy TN TA, un placer conocerte Lee Know - estuvimos unos minutos en silencio, a él le llegaban mensajes a su teléfono y al parecer eran importantes ya que su rostro se puso un poco serio al leer lo que le llegaba. Solo me dedique a terminar lo que había comprado, ya no me quedaba mucho tiempo y quería pasar por alguna tienda por algo de ropa.

Lo siento, es un asunto de trabajo - dijo de repente sacándome de mis pensamientos, asentí amable mientras que él guardaba su teléfono en el bolsillo de su pantalón.

Está todo bien? - este sonrió mientras le daba un sorbo a su café, habiamos cruzado pocas palabras pero ya me caía bien. Miré la hora de mi reloj para luego tomar las bolsas que traía conmigo y ponerme de pie

Ya te vas? - preguntó mirando un poco ¿Triste? Asentí, la verdad no quería irme pero tenía que volver a tiempo o me castigarían y no podría salir por mucho tiempo a las calles sola otra vez. Este, se puso de pie tomando su café, entonces lo mire un poco confundida

Puedo acompañarte? Yo... Volveré al trabajo pronto - que hago dios mío, quería que me acompañé ya que se me hacía muy guapo pero no estaba lista para que me pregunte algo con respecto a mi trabajo o peor aún que me siga hasta el edificio y me vean con él, eso me metería en problemas muy graves con el gerente.

Está bien, no hay problemas con que me acompañes - por un instante ví la oportunidad de pedirle ayuda para poder escapar, pero vamos, sería una total estupidez de mi parte hacer eso. Al contrario, podría poner en riesgo la vida de éste jóven que acabo de conocer solo por no saber controlar mis impulsos.


The Big Lie (skz y ateez) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora