capítulo 7

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Puedes repetirnos por favor, cómo fué que sucedió todo? - jeongin miró a aquella jóven que estaba sentada con sus manos puestas sobre su regazo, jugaba con sus dedos en señal de nerviosismo mientras que algunas lágrimas caían por sus mejillas.

Mi familia está pasando por una situación financiera complicada, por lo que decidí trabajar para ayudar a mi padre con las deudas - sus palabras salían temblorosas de su boca - ese hombre me contrató como camarera de un restaurante aquí, los dos primeros días fue todo muy bien y el trato hacia conmigo fue increíble - en ese momento sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas y rompió en llanto, los jóvenes detectives que la observaban en silencio le entregaron un poco de agua para que ella se tranquilizara - por la noche ellos me llevaron hacia otro sector del lugar, nunca lo había visto, allí estaba repleto de personas bebiendo y bailando, algunas de las chicas que eran mis compañeras en el restaurante estaban allí acompañando a diferentes hombres - ambos se miraron, seungmin se puso de pie mientras caminaba por la sala de interrogatorios pensando en lo que había dicho la joven.

Te obligaron a que atendieras a algunos hombres? - ella solo asintió con su cabeza, secaba sus lágrimas pero sus ojos seguían cristalizados.

Me negué y quise escapar pero uno de los hombres que eran de seguridad me sujetó y me llevó a rastras a una habitación a oscuras - hizo una pequeña pausa - me golpearon y dejaron encerrada, por la mañana me obligaron a ir al restaurante a trabajar fué ahí cuando sin pensarlo salí corriendo y escapé - trago aire, ya se había calmado un poco - estuve escondida en un callejón porque me dolía demasiado el cuerpo hasta que en la noche una señora que volvía de trabajar me encontró y me ayudó a venir hasta aquí.

Jeongin suspiro poniéndose de pie apoyando sus manos en la pequeña mesa ubicada en el centro de la sala, el otro joven se acercó a ella con más curiosidad aún.

Qué sabes tú de esos traficantes? - ambos la miraban expectantes mientras ella bebía un poco de agua para continuar con su relato.

Mientras estaba esperando por su jefe en la otra habitación, ví sus fotografías sobre el escritorio y pude reconocer a dos de ellos- los dos detectives se miraron - estaban ahí esa noche, al parecer son clientes vip del lugar - los dos decidieron dejar un momento a la joven para que descansara, después tendrían tiempo suficiente para seguir el interrogatorio con ella pero por el momento era necesario comunicarle a su superior la información obtenida.

(...)

La mañana había comenzado de una forma diferente, me avisaron que tendría que ir a la cafetería del restaurante a ayudar a Jia. Mientras ayudaba con los clientes y limpiaba las mesas ya libres, hablaba con ella sobre lo que había pasado con Mingi en la noche.

Hablando del rey de Roma - giré sobre mis talones mirando la puerta de ingreso para saber a quien hacia referencia ella.

Mingi y Yunho entraron, me quedé junto a ella porque sujeto mi brazo por detrás del mostrador. Ambos se miraron unos segundos, era un momento incómodo para todos y en ése momento un cliente entró así que tuve que ir a atenderlo.

De reojo pude ver que los dos jóvenes se sentaron en una de las mesas cerca del mostrador, me acerqué para entregar el pedido.

Procura no matarlo con la mirada - reí mientras me servía el café en la bandeja, Jia rió ante mi comentario dejando el menú sobre el mostrador para que después se los entregara a ellos.

Me llaman cuando decidan que consumir - les entregué el menú y volví con mi compañera para seguir trabajando, por mientras ellos sólo conversaban entre sí. Mientras limpiaba las copas y hablaba con Jia sobre que necesitábamos ordenar para el restaurante, la puerta se escuchó otra vez .

No miré de quién se trataba porque en ese momento Mingi me llamó así que Jia se encargó del nuevo cliente que acababa de llegar, preparé su orden hasta que mi compañera volvió soltando una pequeña sonrisa pícara mientras me miraba.

Qué? Me comí un payaso? - reí llevando la orden de los chicos a su mesa para luego volver al mostrador, la castaña me tocó el hombro y me señaló con la cabeza para que mirara en dirección de la mesa que ella acababa de atender.

Hice caso a su señal y pude observar a aquel jóven que había conocido hace pocos días cuando fui a tomar un café en esa cafetería, éste al verme me regaló una sonrisa la cual correspondí sin dudarlo.

Su orden está lista - Jia me entregó la bandeja y prácticamente me empujó para que fuera a dársela, me acerqué un poco avergonzada al verlo acompañado de otra persona.

Que coincidencia - sonrió cuando le ponía su orden sobre la mesa, su acompañante me sonrió en gesto de amabilidad.

Lo mismo digo - lo miré un poco nerviosa, llevaba una camisa negra al igual que el pantalón pero hubo un detalle que llamó mi atención, llevaba una tarjeta de identificación en su cuello, las típicas identificaciones de oficina, pero lo que decía me sorprendió policía Corea del Sur Agente Lee Min-Ho

Hice una pequeña reverencia y salí disparada de ahí rumbo con Jia para contarle, le hice una seña para ir hasta la cocina donde nadie nos escuchara

Qué pasó? Parece que viste un fantasma - me serví un vaso con agua y me senté en una banqueta

Ése es el chico que te conté la otra noche - ella abrió la boca sorprendida dando una pequeña ojeada hacia puerta para mirarlo sin que se dé cuenta

Me dijiste que era guapo, NO perfecto querida - reí golpeando su brazo ante su comentario, volvió a mirarlo y se sentó junto a mí para escucharme.

Es policía Jia, acabo de ver si identificación - ella abrió la boca aún más sorprendida, estaba demasiado nerviosa de que alguien se diera cuenta o si él siguiera frecuentando este lugar, eso traería demasiados problemas para todos.

TN eso puede meterte en problemas, se nota que está interesado en ti - asentí con la cabeza haciendo una mueca, en ese momento el señor Park entró a la cocina así que ambas nos pusimos a trabajar. Cruzamos algunas palabras con él que sólo nos preguntó cómo estaba yendo el negocio y volvió a entrar a su oficina.

La mirada de aquel castaño seguía todos mis movimientos, por vergüenza traté de evitar encontrarme con su mirada así que sólo me dediqué a seguir trabajando porque el lugar se había llenado un poco ya que la hora del almuerzo se estaba aproximando.

The Big Lie (skz y ateez) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora