Proteger

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Sasaki Kojiro, el mayor perdedor de la humanidad, estaba perdiéndose poco a poco.

Tenía mucha dificultad para moverse. Su cuerpo solo hacia movimientos lentos y perdía el equilibrio por momentos.
En otras palabras, no respondía a sus órdenes.
-"no me siento bien. ¿Qué está sucediéndome?" - pensó mientras sentía que le costaba respirar. Era casi como sentir que se ahogaba.

Era como aquella vez cuando se enfrentó a Poseidon en la tercera batalla del Raganrok.

El samurái trató de calmarse. Por un momento, podía escuchar sus propios latidos en su cabeza. Su precognición también estaba fallando. No podía usarla. Si lo intentaba solo veía imágenes distorsionadas como alucinaciones.

Necesitaba ayuda.

Algo malo estaba pasando.

Levantó la vista. Sus ojos se posaron en el dios del Inframundo que le daba la espalda y estaba preparándose para pelear.

-"¿Por qué estaba allí?. ¿Por qué de todas las personas que conocía era Hades quien había llegado hasta ellos y estaba ayudándolo?" - pensó manteniendo la mirada en el dios.

No podía entender por qué lo hacía. Hace unos días lo amenazó de muerte, ahora estaba enfrentándose a Poseidón.

-¿Hades- san? - expresó el samurái con cautela. No pensó que su estado era tan malo hasta que oyó su propia voz.

Hades giró su rostro para verlo. Con una mirada revisó el cuerpo de Sasaki rápidamente. Había escuchado con total claridad el dolor en la voz del humano.

-"No está herido aunque no puede moverse"- se dijo internamente el dios.

Regresó su mirada de nuevo hacia su hermano menor - "¿Qué le había hecho Poseidon antes de que los encontrara?" - esa pregunta le atormentaba porque conocía la fortaleza del samurai.

-Hades, no te metas en esto -dijo un Poseidon con rabia. Apretó con fuerza el tridente en su mano. No quería perder más tiempo pero Hades- había complicado la situación.

-No lo haré - dijo el dios del Inframundo sin dudar - ¿Qué es lo que estabas haciendo, Poseidon?

Poseidon miró hacia su humano, al parecer los síntomas estaban haciendo efecto en su cuerpo. Si quería poseer a Kojiro para que jamás pueda apartarse de su lado, debía hacerlo ahora.

Con un poco más de control, el tirano de los mares agregó:

-Debes irte, Hades- dijo mientras seguía con la mirada los movimientos de su hermano- esto es algo que no debes intervenir.

Hades notó el cambio en su hermano. Seguramente, había un plan detrás de todo.

-Poseidón, ¿En qué estabas pensando? ¿Qué ibas a hacerle? - exclamó Hades furioso.
Nunca había sentido tanta ira en su interior. Aún recordaba como el dios de los mares estaba forzando al humano a besarlo.

Sentía una gran furia emerger. Ni siquiera cuando le dieron la noticia de la muerte de su hermano había sentido algo así. Estaba empezando a dejarse llevar por sus emociones y no podía.

No debía permitirlo.

Nada terminaría bien si salían a la luz.

-El me pertenece. No te metas en esto y vete, hermano- dijo gruñendo el dios de los mares - Ve a la fiesta y déjanos en paz.

- Este comportamiento no es digno de un dios como tú- dijo Hades apretando su puño y con una ira contenida en su garganta.

-Ya te lo había dicho. Sasaki Kojiro es mío. Mí humano. El único digno para mí- señaló con su tridente al samurái

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