Lectura casual.

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Lectura Casual
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Prologo

La biblioteca estaba vacía, aproveche a leer un rato ya que estaba sola... O eso creía.

El había entrado me miró de reojo y se aclaró la garganta a lo que yo lo imite y cruze mis piernas.

Su presencia no me sorprendia en lo absoluto, es más, ya estaba acostumbrada a tenerlo en mi punto de vista, en cualquier punto de vista...

Tomó un libro que ni siquiera había leído el título y se sentó a unos metros de mi, o mejor dicho, enfrente de mi. Se habia sentado en un sillon igual al que estaba yo, verde oscuro de terciopelo con una forma rustica pero clásica y elegante, suficientemente satisfactorio para una biblioteca.

No podía concentrarme en mi lectura, Aunque traté de prestar atencion al libro en mis manos, era imposible ignorar su presencia, como dije, no me sorprendia, pero si por alguna razón me agitaba, haciendo que mi respiracion salga cada vez mas entrecortada y con dificultad. Levante mi vista por un segundo para verlo, y el abrió el libro que tenía en sus manos y empezó a "leer".

Cada cierto tiempo elevaba su mirada para verme, con esos ojos que tanto me encantaban, esos ojos agua marina que me dejaban totalmente hipnotizada.

En los pequeños parlantes de la biblioteca comenzo a sonar una provocativa cancion que reconoceria por cualquier parte "No running from me" y eso me alentó.
Por qué... ¿No hacemos algo divertido?

Cambie la página y para llamar su atencion carraspeé, alejé el cabello de mi cuello dejandolo a la vista y abrí mis piernas dejandolo ver mi ropa interior.

Creí oír un suspiro y un rechinido del sillón donde estaba sentado. Por eso elevé mi mirada para verlo, El estaba apretando sus manos en sus rodillas y su mirada no estaba en mis ojos exactamente...

Volví a cambiar de página y tire más arriba mi falda.

Escuche su risa y un grave susurro.

"Bien"

Con una sonrisa de lado separe más las piernas y metí mi mano debajo de mi falda, masageando esa zona por arriba de mi ropa interior.

Por suerte hoy es domingo, absolutamente nadie viene los domingos a la biblioteca, a menos que seamos...Nosotros

Un jadeo salió de mis labios.

Un cierre abriéndose fue lo que escuche, Y un jadeo masculino...

Abri mi boca por la maravillosa sensación de placer, el libro aún cubría mi cara. Pero dejaba ver mis ojos cerrados por el placer.

De repente los abrí para verlo y encontrar su mirada directo a mis ojos.

Sus ojos eran realmente seductores, sexys y atrevidos. Su mirada demostraba lujuria, mostraba todo lo que quería hacerme.

Su libro al igual que el mío se movían, no podía ver más abajo, sólo su rostro y la mano que apretaba el libro, las venas en sus manos y su voz jadeante trantando de contenerse para que no nos escucharan, mis dientes tenian atrapados mis labios por la misma razón, para que no nos descubrieran.

Estaba apuntó de venirme cuando lo vi.

Tiro al suelo su libro y se acercó a mí y de igual manera tiro el mío.

-Al demonio esto, sabes que me quieres dentro de ti, tanto o más que como yo quiero estar dentro de ti. - Aun más exitada por sus palabras lo besé.
Me tomo de la nuca y me recosto en el sillon tocandome los pechos, sus besos bajaron de mi boca a mi cuello, el sabe que ese es mi maldito punto debil. Por suerte para mi, no mordisqueo tan fuerte como para que quede evidencia de nuestro encuentro-.

Lo aleje y con mucha dificultad pude pronunciar.
-Cojeme... - esas palabras fueron las que lo alentaron a que me mueva las bragas a un costado y me penetre sin mas, antes que pueda quejarme, selló mi boca con un beso, sabia que era bruto y que eso me encantaba. Profundo, y rápido, Suave y lento, las estocadas cada vez se sentian mejor, Draco lamia mi cuello y me besaba para callar mi ruido.

-Dios... Eres tan... Apretada, tan... Ah... Exquisita.
Mis ojos solo miraban los de el. Me tomo del cuello apretandolo un poco, mi punto debil y el lo sabía.

-Vamos Isi, vente para mi. Quiero que entiendas...que nadie puede follarte como yo...

Y con esas pocas palabras, basto para que me aferre la mano de draco en mi boca y pegue el ultimo grito de placer antes de correrme junto a el...

...

-Debemos dejar de hacer esto en lugares publicos.- pronuncié acomodandome la ropa.

-¿Acaso fue mi culpa que me mires con esos ojos y me pongas a mil? -Dijo Draco para tomarme del menton y darme un tierno piquito.

Mi abdomen bajo dolia un poco, haciendome quejar con una mueca de dolor.

-¿Estas bien? -Pregunto Draco.

-Si solo, nada. -Me miro y sonrio con una cierta arrogancia. -Pudrete.

El rio y estabamos a punto de salir cuando nos encontramos a alguien más entrando y no cualquier persona, Mikey, mi novio.

-Isi, Cariño. Aqui estas, estuve buscandote por todas partes. -Mikey miro a Draco con el seño fruncido. - ¿Tu que haces aqui, Draco?

-tu tonta novia me quito el libro de mi mesa, vine a reportarla con la bibliotecaria.

-Draco no seas así, vamos amigo. Aun no entiendo por que se llevan tan mal.

-¡Por que es un/a idiota!- Dijimos a unisono Draco y yo, para luego el mirarme con asco y yo con odio.

-Isi, vamonos. Draco, nos vemos luego para entrenar. - Mikey sonrio a su amigo, me gire para ver tambien a draco.

"Mia" murmuro con una sonrisa para luego guiñarme el ojo.

Se que estoy cometiendo un error, se que acostarme con el amigo de mi novio esta absolutamente mal, pero todo tiene un por que, todo tiene su comienzo, todo tiene su explicacion... Todos tienen una adiccion...

Y eso es en lo que nos convertimos Draco y yo...
Nos convertimos en adictos

Adictos a nosotros, adictos a nuestros cuerpos, adictos a finjir odio ante los demas, pero sentir pasion en privado, adictos al placer...

Adictos.

•ADICTOS•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora