Por su parte, Chaewon y Kazuha habían salido a caminar al gran jardín.
Era algo que disfrutaban; caminar tomados de la mano sin decir nada. Simplemente era bonito estar junto a la persona que amas sin necesidad de hablar para expresar su amor.
-- Bebé, ¿me esperas aca? -- preguntó Kazuha parando a la pelirosa.
-- Bueno... -- asintió insegura. -- Pero tienes que volver a mi, ¿si? -- abrazó fuertemente a la pelinegra.
-- No hay otro lugar al que preferiría volver. -- dejó un beso en su frente y salió corriendo al edificio detrás de ellas.
Y ahí se encontraba Chaewon, esperando a que su novia volviera en uno de los bancos frente a la institución.
¿Por qué tuvo que dejarla para hacer algo? O más bien. ¿qué iba a hacer? No era alguien naturalmente celosa, pero dudas tenemos todos.
Deseaba que volviera pronto, pues últimamente había empezado a odiar la sensación de estar sola.
-- Todo es tu culpa Nakamura Kazuha. -- murmuró Chaewon.
-- ¿Qué hice, bebé? -- preguntó preocupada Kazuha, quien ya se encontraba a su lado.
Sus mejillas se tornaron rojizas; negó con la cabeza sin decir nada más, esperando a que sea ella quien hablara.
-- ¡Aquí tienes!-- Nakamura le extendió una pequeña caja. -- No es nuestro aniversario ni nada especial, pero cuando lo vi pensé en tí y creo que nunca es mal momento para apreciarte.
La pelirosa tomó la caja enternecida, mientras que Kazuha se posicionaba a su lado dejando que Chaewon recostara su cabeza en su hombro.
No duró mucho la bella escena, pues Chaewon se levantó emocionada viendo el contenido de la cajita.
Dentro había una pulsera de plata, con varios dijes diferentes. Entre los más destacables se encontraban una fresa y un cartón de leche.
-- No habia nada parecido a una malteada de fresa, así que hice una combinación con la fresa y la leche. -- comentó Kazuha. -- Pero realmente esto sólo fue un regalo de los que compré, en tu asiento en el aula hay una sorpresa mejor.
Chaewon observó emocionada a Kazuha, sin embargo antes de que pudiera salir corriendo al aula a descubrir su sorpresa. Nakamura la abrazó impidiendo que esta se moviera.
-- ¡Zuha sueltame! -- exclamó entre risas.
-- Eres demasiado bonita para huir de mis brazos. - habló, logrando callar a Chaewon. -- No sabía que tenía tanto poder sobre ti.
--¿Eh, qué dijiste?
-- ¿Te gustaría que te lo susurrara al oído? - preguntó murmurando en el oído de la pelirosa, logrando que esta se estremeciera.
No logró reaccionar hasta que la mayor se separó de ella y tomó su mano para llevarla al aula.
El camino no era largo, para suerte de Chaewon. Su curso se encontraba en el primer nivel del edificio, así que no les tomó más de dos minutos llegar.
-- ¡Dios que lindo! -- exclamó Chaewon tomando el peluche
Si, un peluche.
Pero no cualquier peluche, se trataba de una versión coqueta de un tigresito rosado.
Lo mejor de todo es que, Chaewon le había mandado una foto del animal a Kazuha diciéndole que era muy bonito y le gustaria uno así.
-- Cuando fui al mall con mi madre, vi el peluche a lo lejos y pensé en ti. -- sonrió acercándose a su novia, quien abrazaba el peluche.
Unos pocos segundos pasaron, tal vez un minuto. El aula totalmente en silencio mientras que Chaewon contemplaba el animal de peluche, y claro, Kazuha contemplando a su novia.
-- ¿Pensaste en mi?
-- Siempre pienso en ti, bebé.
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── 𝘀𝘁𝗿𝗮𝘄𝗯𝗲𝗿𝗿𝘆 𝗺𝗶𝗹𝗸𝘀𝗵𝗮𝗸𝗲 ୨୧ summerz
Romance୨ৎ ❛ 𝖽𝗈́𝗇𝖽𝖾 𝖼𝗁𝖺𝖾𝗐𝗈𝗇 𝗅𝖾 𝖼𝗈𝗆𝗉𝗋𝖺𝖻𝖺 𝗎𝗇 𝖻𝖺𝗍𝗂𝖽𝗈 𝖽𝖾 𝖿𝗋𝖾𝗌𝖺 𝖺 𝗌𝗎 𝖼𝗈𝗆𝗉𝖺𝗇̃𝖾𝗋𝖺 𝖽𝖾 𝖺𝗌𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈. ❜ 𝖺 𝗍𝗈𝖽𝗈𝗌 𝗅𝖾𝗌 𝗀𝗎𝗌𝗍𝖺 𝗅𝖺𝗌 𝗆𝖺𝗅𝗍𝖾𝖺𝖽𝖺𝗌 𝖽𝖾 𝖿𝗋𝖾𝗌𝖺𝗌 ¿𝗇𝗈? 𝖾𝗌𝗈 𝖾𝗋𝖺 𝗅𝗈 𝗊𝗎𝖾...