Obsessed and curious

Capítulo 7

Jimin lloraba mientras estaba atado al pilar, Yoongi lo había castigado por romper un plato a causa de una discusión.

- Cállate, fue tu culpa - decía el pelinegro mientras miraba la televisión.

- Suéltame, por favor, no volveré a hacerlo - lloriqueaba.

De repente un fuerte estruendo se escucho desde afuera haciendo a Jimin asustar y a Yoongi solo le causó sorpresa, pero el mayor solo decidió ignorarlo y seguir metido en la película que estaba emitiendo en la pantalla. Al principio ignoro el hecho de que Jimin estaba llorando, por el simple hecho de que no quería estar atado, pero cuando regreso su vista al pilar vio como el menor no podía respirar, respiraba agitado y sus orbes se comenzaban a hinchar por las lágrimas que no paraban de salir.

- ¿Jimin? - se giró por completo notando como el pequeño comenzó a desvanecerse, eso encendió las alarmas de Yoongi, se levantó de golpe y corrió donde el más pequeño agarrado su rostro - Oye, ¿Que tienes?, Jimin - el menor no contestaba solo respiraba en pausas, con jadeos y sus ojos estaban desorbitados - ¡Jimin! - sacó su navaja y soltó las cuerdas que mantenían preso al chico, agarro al muchacho por los hombros y antes de decir algo Jimin le dio un cabezazo.

Yoongi cayó al suelo sujetando su frente en un intento de reducir el dolor, observo a Jimin quien tenía la navaja en la mano, el mayor entendió de inmediato que Jimin había hecho todo ese drama solo para poder ser liberado.

- Quiero salir de aquí - apretó la mandíbula mientras mantenía la navaja apuntando el cuerpo de Yoongi - Si te acercas juro que te perforo un pulmón.

- Baja eso, te vas a lastimar - Yoongi trato de colocarse de pie, pero Jimin balanceó su cuerpo y el mayor por esquivar la navaja volvió a caer al suelo - Jimin.

- Dime dónde está la llave, sé que no eres tan tonto cómo para no cerrar todas las puertas y ventanas de esta casa - Yoongi miro el suelo buscando las palabras correctas para que el pequeño se tranquilizara - ¿¡Que esperas!?

- Ya voy, deja las busco yo, si las encuentro...

- No, solo dime donde están - el pequeño no conocía bien a Yoongi, no podía confiar en él, no podía bajar la guardia o de seguro el mayor terminaría haciéndole algo horrible.

- Jimin, ya te lo dije, mi intención no es lastimarte, solo te castigue por aventarme un plato, dame la daga - Jimin miro la daga en su mano y se aferró mas a ella - Jimin.

- Dime donde están las llaves - volvió a insistir - Prometo no decir nada, solo déjame salir - Rogó, Jimin no tenía una mente fuerte, ni siquiera estaba seguro si podría lastimar al mayor, tenía miedo.

- Las buscare, tranquilízate - Yoongi por fin se puso de pie frente al chico - Puedes apuñalarme si lo deseas, solo no quiero que te lastimes, en la entrada hay zapatos, para que no te lastimes camino a casa - el castaño miro a Yoongi a los ojos ¿Lo iba a dejar libre? - Las llaves están haya - Jimin no quiso voltear, sabía que si lo hacía sería una ventaja para el pelinegro - No las quie...

- Ve por ellas - ordenó tomando por sorpresa al mayor - Camina - el mayor obedeció y fue por las llaves, se las entregó para después levantar sus manos en señal de que no le haría nada - No te muevas o te corto.

Yoongi quedó en su lugar viendo cómo el chico aún lo amenazaba con la daga, el castaño camino a la puerta sin apartar la vista del pálido, revisó las llaves y después vio la cerradura, tomó la llave la cual parecía ser la de la puerta y con algo de nerviosismo comenzó a abrirla. La libertad para muchos es algo increíble, pero Jimin estaba aterrado, un movimiento en falso y volvería a estar atado a ese pilar o metido en algún hoyo oscuro en donde Yoongi sería su torturador.

El primer cerrojo sonó, alarmando a Jimin quien volteo para ver a Yoongi quien seguía parado con las manos en alto, el rostro relajado y con una mirada irónica, el menor no tenía clara las intenciones del pálido así que tuvo que apresurarse, comenzó a dar vueltas la llave con cuidado mientras mantenía su mirada fija en Yoongi, aún con la navaja en la mano, cuando por fin se abrió la puerta Jimin la fue abriendo lentamente, pero su mirada no se despegaba del chico más alto.

- Tranquilo, puedes irte - no se podía deducir bien las intenciones de Yoongi, pero Jimin si estaba seguro de una cosa y eso era que el mayor no parecía ser de las personas que se rinden tan fácilmente.

- ¿No me detendrás? - pregunto temeroso.

- Cuando era pequeño mi padre dejaba que me fuera y que volviera solo, es ignorarlo, pero después igual regresan - Jimin abrió sus ojos en demasía, jamás espero esa respuesta.

- Yo no voy a regresar - advirtió.

- Lo sé - el menor no entendía nada, pero decidió ignorar y aprovecharse de aquel sospechoso comportamiento.

Fue cuando cometió su segundo error, el primero fue confiar y el segundo darle la espalda al mayor, en cuanto lo hizo Yoongi avanzó sigiloso hacia el pequeño, cuando el menor volteo Yoongi volvió a su posición anterior, pero el pequeño no notó que el pelinegro estaba cada vez más cerca, volvió su vista y fue ahí que el pálido lo tomó de los hombros para aventarlo al suelo, se escuchó la puerta cerrar y luego pudo ver como el mayor se acercaba.

Cuando sintió las manos de Yoongi tocarlo fue que reaccionó y sin estar consciente, su mano se empuñó y clavó la daga en alguna parte, cerró los ojos con fuerza, su cuerpo no dolía, se fue dando cuenta después que su mano, la que mantenía el puñal, comenzó a calentarse, se alarmó al darse cuenta que no había clavado la daga en su cuerpo, abrió los ojos y encontró a Yoongi sobre él viendo hacia abajo, Jimin lo imitó y vio aquel puñal clavado en el estómago del mayor.

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