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Narra Allison.

Me encontraba debastada despues de aquel inntento de violación, ese hombre no tenía piedad, ni una sola pizca.

Pensar en cuantas veces se lo habrá echo a cada una de las chicas desaparecidas en las noticias.

Algo me hacía sentir sucia en cada momento, sentir asco de mi misma.
Aun que a cualquier vista de una mujer el era atractivo.
Aun que no lo niego, el era bastante atractivo.

Pero eso era lo que el quería, que te guste para después acerté la vida una mierda, algo sabia de él.

Muchos pensamientos agobiaban mi cabeza haciendo que esta duela, la puerta en la cual ayer escape estaba sin ningún tipo de seguro, aun que pudiera salir el me había echo recordar muy bien lo que me sucedería, tanto que hasta me lo demostro.

Mientras todos los pensamientos agobiaban mi cabeza una vino a mi mente repentinamente

¿Por que el paro en el intento?
Bueno, por lo que escuché este no tenía una pizca de amor en su corazón por lo tanto es capaz de violar a cualquier mujer que se cruze en su camino
¿Por qué no lo hizo conmigo?

Entre eso su voz grave me hizo sacarme todo de la cabeza
-ustedes se quedan aquí, veo a alguno aun que sea mirar y juro que acabaré con su miserable vida en un instante.-
Me da asco de solo escuchar su voz, pero algo dentro de mi sabe perfectamente que me causa algo en mi.
La puerta fue abierta brusca haciendo que la manilla choque con la pared, provocando un ruido bastante fuerte, que probablemente se escucho por todo el infierno.

Intente fingir que estaba dormida para que se fuera, cosa que fue en vano.
Se rió un poco al ver mi intento fallido
-sabes, puedes ser de todo menos mentirosa.- dijo para ladear su cabeza.

Nada podía salir de mi boca, estaba congelada, tanto como mi cuerpo y mente.

Este se empezó a acercar a mi, apenas lo sentí como se agachaba para mirar mi rosto húmedo me causa nervio sin embargo abrí mis ojos muy bruscamente haciendo que sus ojos oscuros se junten con mis ojos café claro.

Al verme despierta sonrió de oreja a oreja, maldito, estaba logrando lo que quería, todo estaba a su maldito poder.

Me congele aun más al sentir como me agarraba el brazo y así parámetros ju to con el.
-No me toques.- dije para tratar de sacar mi brazo de sus manos, pero est3 solo apretaba más.

Salimos de la cueva por la puerta principal, habían escaleras negras opaco, del mismo color que todo hasta llegar a la parte final, todo era muy blanco, el piso de mármol y las paredes blancas, una mancha roja hizo fruncir mis cejas, era bastante grande pero una señora se encontraba limpiándose con una esponja.
-zorra.-dijo el de trenzas.
Los ojos de la señora se encontraban caídos demostrando tristeza y dolor al mismo tiempo, me causa tristeza al verla.

-Owens encárgate de esta.- dijo con una mirada de enojo, sus ojos estaban oscuros sin ningún tipo de brillo que los hiciera resaltar.
Owens agarro a la señora de un brazo, esta lloraba desconsoladamente
-Porfavor déjenme! Tengo hijos, tengo una familia!- exclamó.
Mis ojos se resaltaron al ver como este agarraba un arma y le apuntaba a la cabeza.
-mira linda, así es la vida aquí.
Te tienes que acostumbrar si no quieres ser ella.- dijo.
Mi cabeza fue lentamente girando para verlo. Este ladeó la cabeza y asíntio con una sonrisa vengativa. Owens le disparo justo a unos centímetros de la cabeza, haciendo que la sangre saltará directo a mi cara.

Estaba aterrorizada, aquella escena me iba a dejar más traumas de los que tenía. Empecé a sentir mis ojos lagrimosos, una lagrimo cayó por mi mejilla.

Trataba de aguantar las ganas de llorar desconsoladamente pero si lo hacía me podía pasar lo mismo que aquella señora..

-ahora.. tienes algo que decirme?- este la miraba con su sonrisa irónica de siempre, esperaba alguna respuesta que no iba a llegar de mi parte
-preciosa te doy la palabra.- dijo.
-bien.- dijo mientras me agarraba con más fuerza mi brazo y se daba la vuelta, como me tenía bien agarrada no podía quedarme congelada, tenía que seguir sus pasos.

-sabes linda, te voy a presentar a alguien que te va a caer bien.- dijo ya enfrente de una puerta blanca.

Toco la puerta la cual fue abierta por otro de sus trabajadores dándonos la pasada inmediata.
El chico era bastante joven como para estar trabajando ahí.

Se sorprendió al ver la mancha grande de sangre que cubría mi rostro.
-Bienvenidos!- una voz grave pero calmada nos recibió. Era un chico parecido a Tom, tenía rastas en las puntas con color blanco, mientras todo su demás pelo era negro.

El de trenzas me sentó a la fuerza en un sillón blanco al frente del chico, quien se encontraba con un vaso de licor
-Querido hermano.. hace tiempo no te veo- dijo.

Ahora todo tiene sentido...

-sirveme uno.- dijo el chico al lado mío, era terco ante aquel chico amable

-Bueno, veo que es ella.- dijo para darme un vistazo.
-¿que yo soy que?- me atreví a preguntar, aun que no pareciera el chico de rastas igual daba una pizca de temor en mi.
Este solo se rió ante mi pregunta

-nada linda, nada.- este me causaba curiosidad.
-tal cual, es ella, en carne y hueso.-
Dijo Tom mientras frotaba su mano contra mí muslo, era repugnante aquel toque en mi mente, pero en lo más profundo de mi sabía que me gustaba

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Hola! Perdón si el capitulo fue bastante corto pero es que tuve temas familiares por lo tanto no me puedo dar el lujo de llegar y escribir.. realmente lo siento.

Bueno cambiando tema gracias a las 200 personas que leyeron mi libro! Estoy muy agradecida<3

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2023 ⏰

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