4. Tortillería

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Una camioneta 4x4 se estacionó en el pequeño aparcamiento a las orillas de una cancha, de ahí salieron dos personas y un perro.

Se trataban de dos hombres que rozaban el metro noventa junto con un esponjoso bichón maltés.

O también los dueños de la poderosísima "Tortillería El Vivis" junto a su perrihijo.


—Puto calor—declaró el más... ¿Bajo? Si tomamos esos 5cm que el otro hombre le sacaba.

—Son las 6 de la mañana...—dijo el otro con una sonrisa que parecía imborrable.

—¿Y luego? Chanyeol, es junio y ni siquiera ha iniciado el verano...—el menor se quejó.

—Deberías de ser como Vivi, él no es tan mamón—declaró con seguridad, señalando al perro que según él, iba a estar moviendo la cola y olisqueando algún lugar para orinar.


El famosísimo perro estaba hechado enseñando la panza con la lengua de fuera.


—¿Y ahora quién es el mamón?

—Pinche Vivi—fingió tener intenciones de patearlo—Las mascotas se parecen a los dueños...

—También es tuyo, mamón.


Bufó y luego de que el más alto cargara al perro, se dirigieron al local ya comprado dónde ocurría la magia.

Si a Chanyeol le dijeran que dejaría su casa en la zona metropolitana para venirse a juntar a una colonia con todas las vibras de ser tercermundista, se hubiera reído desquiciado.

Pero aquí estaba, con su esposo—De pura palabra—llegando a su local a trabajar durante probablemente todo el día.

Aunque si Chanyeol es honesto, prefiere vender su producto en moto bajo el sol deteniéndose a despachar cuando era necesario y escuchando alguno que otro chisme de sus clientes, que estar todo el puto día pegado a una computadora junto a compañeros de trabajo insoportables y con una miseria de salario.

Si, ambos trabajos eran matados, pero la diferencia que había era que Chanyeol disfrutaba lo que hacía y prácticamente podía decidir cuánto dinero quería ganar.

Y lo más importante, lo hacía junto al hombre que amaba.

Una sonrisita se le escapó de los labios y la dirigió hacia la mejilla de su amado, quien estaba alzando la cortina de acero de su local, este lo miró algo avergonzado.


—Se me pudo caer la cortina en los dedos—declaró Sehun con un tono de reproche.

—¿Solo por un besito?

—Sabes todo lo que me provocas—le dijo el menor terminando de subir la cortina sin dirigirle la mirada.


Oh~ por supuesto que sabía lo que generaba en Sehun, si no lo supiera seguiría en su vida estresante en la metrópolis.

Bajó a Vivi de sus brazos y lo puso en la cama que tenían especialmente para él junto al cartel de "Empleado del mes" dónde estaba la foto del perro.

Sehun, por otra parte, desinfectó "La Poderosa", Chanyeol abrió los sacos de maíz y luego de desinfectar "La Mamalona" puso los granos para ser triturados.

Alrededor de 30 minutos después, la masa estaba lista para ser puesta en La Poderosa.

La máquina fue puesta en acción y unos minutos después la primera tortilla salió de esta.

ChanHun | One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora