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⸻ ⭑ chapter 2. ❛ ⸺ We barely arrived and we're already leaving. ❜
(Cherla)
Divanes y mesas bajas fueron trasladados al foro hasta que pareció una sala de muestras de muebles. Los romanos permanecían recostados en grupos de diez o veinte, hablando y riéndose mientras unos espíritus del viento —aurae — se arremolinaban en lo alto, llevando un interminable surtido de pizzas, sándwiches, patatas fritas, bebidas frías y galletas recién horneadas.Entre la multitud deambulaban unos fantasmas morados —lares— vestidos con togas y armaduras de legionario. En las inmediaciones del banquete, unos sátiros (no, faunos, pensó Cher) trotaban de mesa en mesa, mendigando comida y dinero suelto. En los campos cercanos, el elefante de combate retozaba con la Señorita O'Leary, y unos niños jugaban al pilla pilla alrededor de las estatuas de Término que bordeaban el perímetro urbano.
Toda la escena resultaba tan familiar y al mismo tiempo tan extraña que a Cherla le producía vértigo.
Lo único que quería era estar con Percy... preferiblemente a solas. Siendo totalmente sincera, no tenía el mínimo de conocer a estas personas porque ya encontró lo que quería.
Sabía que tendría que esperar. Si querían que su misión tuviera éxito, necesitaban a esos romanos, lo que significaba que tenían que llegar a conocerlos y establecer buenas relaciones.
Reyna y varios de sus oficiales (incluido Octavian, el chico rubio, que acababa de volver de quemar un oso de peluche para los dioses) estaban sentados con Cherla y su tripulación.
Percy los acompañaba junto con sus dos nuevos amigos, Frank y Hazel.
Mientras un tornado de platos de comida se posaba sobre la mesa, Percy se inclinó y susurró:
—Quiero enseñarte la Nueva Roma. Solos tú y yo. Este sitio es increíble.
Cherla debería haberse emocionado. «Solos tú y yo» era exactamente como ella deseaba estar. Sin embargo, una oleada de rencor le subió por la garganta. ¿Cómo podía Percy hablar con tanto entusiasmo de ese sitio? ¿Y el Campamento Mestizo: su campamento, su hogar?