1. Él y yo

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Contemplaba el exterior a través de la ventana bellamente adornada, brindándome siempre las mejores y más apacibles vistas, siempre fue un placer adorar cada detalle del interior de mi hogar, el lugar donde me crie y crecí... y que probablemente pronto deba abandonar.

Me llamo Cerise Harmonia, hija primogénita del ducado Harmonia, a pesar de llevar en mis hombros el honor de la familia soy incapaz de heredar el título de mi padre, en cambio se le dejó esa responsabilidad a mi hermano menor Arzhel Harmonia. Admiro a Arzhel, lo he cuidado -y como yo digo a veces, criado- y visto crecer para ser un joven bien parecido y noble, digno de heredar el ducado en mi lugar.

- Señorita Cerise. - Llamó una voz desde la puerta de la habitación, recordándome que no puedo estar tranquila observando las plantas del jardín por siempre. - Pronto tendrá que viajar para ver al joven príncipe, por favor permítame ayudarla a prepararse.

Suspiré a la vez que me levanté y me aproximé a las sirvientas tratando de expulsar todo pensamiento negativo de mi cuerpo, sin embargo eso nunca funcionaba; no me considero desafortunada, crecí con el amor de mis padres y mis maravillosos hermanos, sin embargo no puedo evitar pensar en como la vida de una joven como yo esta encadenada a lo mismo que las demás, terminando en un matrimonio arreglado por el bien de la diplomacia, siendo solo un trofeo que se expone en las reuniones sociales.

Y por si fuera poco, al príncipe de un reino vecino.

Dado que la princesa de Sumeru no quiso casarse con el joven príncipe de Liyue, dada a una diferencia de edad -aunque todos en el reino sabemos que es porque el príncipe era más bajo que ella y por eso no le gustó la idea del matrimonio- enviaron a la siguiente chica disponible y de alto estatus; yo.

El príncipe de Liyue no es malo, se rumorea que es un hijo ilegítimo debido a la infertilidad de la reina, sin embargo todo rumor que llegase a brotar de los labios de los habitantes osados sería prontamente silenciado; el rey estima mucho al joven príncipe y espera grandes cosas de él a pesar de poseer una personalidad reservada.

— Señorita, ¿cómo es el príncipe...? —Preguntó mi sirvienta más joven, una recién llegada, siempre acogía a las nuevas sirvientas para que aprendiesen bajo mi cuidado antes de poder elevar su estatus y servir a otros nobles de rango.— ¿Es tan frío como dicen?

Me reí ante la pregunta, la encontré irónica; la primera vez que me encontré con esos ojos juré que me iba a convertir en un pedazo de hielo, juraría que estaba en presencia de un dragón helado que amenazaba mi vida.

— Ese bastardo que nos quitó a nuestra princesa probablemente sea tan insípido como un cubo de hielo, si esa es tu pregunta. —Clamó otra voz proveniente nuevamente desde la puerta de mi habitación.

— ¡Cyno! —Le regañé.— ¡Podrían denunciarte por blasfemia si tus comentarios cayeran en los oídos de otros! Además, ¿no te enseñaron en la escuela de caballeros que es de mala educación entrar a la habitación de una dama sin su consentimiento?

— Pero no estoy dentro, princesa. —Rió, era cierto, se encontraba justo detrás del marco de la puerta. Lo ignoré, Cyno era un amigo que conocía hace unos años, un talentoso chico que se convirtió en el caballero más joven del reino, patrocinado por la familia Harmonia, por su lealtad a nosotros rechazó múltiples ofertas de otros nobles y hasta del mismo príncipe heredero para ser su caballero escolta.— Vamos princesa, no se moleste conmigo, sabe que solo me gusta bromear un poco.

Se acercó a mi aún mientras las sirvientas arreglaban mi cabello en una trenza con flores decorativas, todos en la mansión estaban acostumbrados a mi cercanía con el joven caballero. Se arrodilló y me dedicó una sonrisa a sabiendas que seguía en mi habitación aún si no le había dado permiso a entrar como había mencionado antes.

— No te permití entrar. —Le dije con mis labios y cejas fruncidas.— ¿No respetas mi autoridad en esta casa...?

— Perdón perdón. —Entre risas alcanzó mi mano y depositó un beso en el dorso de esta.— solamente pensé en que no pude despedirme de usted la vez anterior, no quería que se repitiera.

Cyno siempre llevaba consigo una expresión seria, aún cuando trataba de aliviar el ambiente con bromas y chistes en su escuadrón haciendoles sentir intimidados a los otros caballeros antes que entretenidos, así que apreciaba como bajaba su guardia estando conmigo, permitiéndose a si mismo reir y sonreir libremente.

Si me caso con el príncipe de Liyue, ¿seré capaz de volver a estar asi con Cyno...?

[. . .]

— Escuché que sus clases de equitacion son provechosas, Sir Kaeya lo ha alabado mucho.

— Es corecto, le agradezco.

El silencio reinó por unos minutos mientras mis dedos bailaban y acariciaban los relieves de la taza de porcelana entre mis manos, el color rojizo del té y sus hojas eran todo lo que podía observar ya que no me atrevía a levantar la mirada hacia mi prometido; de todas maneras, probablemente no me estaría mirando.

— Pronto habrá un baile de máscaras, he oido que su alteza el rey gusta de ellos y por eso es anfitrión de una cada año. —Sugerí debido a lo que se me había instruido del padre del príncipe.— ¿Ha pensado en asistir con una pareja?

— Si usted desea ir, puedo arreglarlo.

Nuevamente, no más de 7 palabras en cada una de sus oraciones, sé que el príncipe es bastante frío, no deseo criticarlo por ello, en el medio año que llevamos comprometidos no he logrado tener una conversación profunda con él para conocerlo mejor y saber el porqué de su personalidad y actitud, supongo que no he tenido suerte simplemente.

— Me debo retirar, tengo asuntos que atender en el castillo... —Dijo luego de que uno de sus sirvientes viniese a hablarle de algo.— dama Harmonia, por favor disfrute del resto de los postres.

Reverencia, despedida, ausencia; solo se fue, como todas las veces que he estado aqui... ¿es esto lo que me espera de una vida de casados? Supongo que él se siente miserable también por tener que casarse por diplomacia con alguien que a penas conoce.

Recogí todos los postres que quedaban y los reparti entre los sirvientes antes de tomar rumbo hacia el carruaje que me llevaría de vuelta a casa, mientras subía y daba marcha no podía evitar los pensamientos sobre si esto era lo que debía hacer, ¿tal vez debería huir? ¿Sería una mala hija si desapareciera de esa forma...? No quiero ser un esposa que no es amada, pensé y pensé mientras me ahogaba en mi propia copa de agua.

Casi a mitad de camino, escuché un "crack!" del lado derecho del carruaje, luego de unos segundos otro, y otro...

Pronto, sentí el carruaje hundirse a la derecha, la rueda se había roto, oí a los caballos relinchar y el golpe en el suelo, el carruaje había volcado, y yo había recibido un buen golpe en la cabeza cuando se rompió la rueda.

Cerré lentamente mis ojos mientras trataba de procesar lo ocurrido, sumado a esto el dolor y lo aturdida que quede tras el golpe.

Madre, padre, hermanos, Cyno... espero volver a verlos.

Love Amnesia | Genshin ImpactDonde viven las historias. Descúbrelo ahora