Me pasé todo el vuelo durmiendo, no sabia si por la falta de sueño o el cansancio mental que sentía. Me desperté una vez cuando estaban entregando la comida, la devoré en cuestión de minutos y volví a dormir. Luego me desperté una vez más para usar el baño, volví a dormirme después de eso. La siguiente vez que desperté estábamos a veinte minutos de comenzar el aterrizaje.
Bajar del avión fue un poco más fácil, afortunadamente fui de los primeros en bajar. Una vez pasado por migración, y recoger mi maleta, pude respirar tranquilo.
Tomé mi teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón para conectarme al WiFi del aeropuerto y poder ponerme en contacto con mi prima. Una vez conectado le envié un mensaje haciéndole saber donde estaba y cinco minutos después pude verla venir hacia a mi con paso apresurado y una sonrisa en su rostro.
— ¡Tete!
— ¡Jiyeonie!
Rápidamente nos envolvimos en un abrazo apretado. Hacía mucho que no la veía.
— ¡Dios, no puedo creer que estés aquí! — me soltó del abrazo y me dio un beso en la mejilla.
— ¡Yo tampoco!
— Vamos, vamos. Seguro debes tener mucha hambre. — tomó mi maleta en una mano y tomó mi mano con la mano restante. — A esta hora solo hay lugares para desayunar, pero no importa. Conozco un sitio donde venden unos churros deliciosos.
Rápidamente salimos del aeropuerto y tomamos un taxi que nos llevó hasta la cafetería de la cual me había hablado. Durante todo el camino hablamos y hablamos, estoy seguro que el taxista nos iba maldiciendo por no callarnos. ¡Pero teníamos mucho tiempo de no vernos!
Mi prima había emigrado hacia Los Estados Unidos hacía tres años. Al principio había sido un viaje de vacaciones, pero en ese viaje conoció a quien es su actual novio. Regresó a Corea con la noticia que se iba a casar y estaba embarazada. Fue un poco precipitado pero toda la familia la apoyamos.
Así que cuando le conté sobre mi plan de irme a Estados Unidos se emocionó tanto que me escribía todos los días preguntándome cuanto faltaba para mi viaje. Rápidamente me dijo que podía quedarme con ella todo el tiempo del mundo, pero claro yo solo planeaba quedarme un mes o dos máximo.
Una vez llegamos a la cafetería nos sentamos en una mesa apartada del resto ya que teníamos mucho que ponernos al día. Estuvimos ahí por aproximadamente dos horas, hablando y hablando. Y como lo prometió, los churros sí que estaban deliciosos.
— Lo siento mucho, Tae. — murmuró luego que le conté brevemente sobre mi historia con Minki.
Ella lo conoció una vez cuando celebramos el cumpleaños de mi mamá al cual él fue, antes de hacernos novios. Luego ella se fue y solo sabía de mi relación por las pláticas esporádicas que teníamos de vez en cuando y mis publicaciones en redes sociales.
Asentí con una sonrisa que no llegaba a mis ojos.
— Es un cabrón.
— Son cosas que pasan. — me encogí de hombros restándole importancia.
Jungkook lo insultaba todo el tiempo desde que terminamos, y estoy seguro que durante mi relación también lo hacía pero no en voz alta. Pero a diferencia de Jungkook o de cualquier otra persona que lo insultaba, yo no podía. Simplemente no sentía el odio para poder insultarlo. Sin mencionar que me sentiría hipócrita hacerlo ya que aun siento cariño por él.
Luego de un rato más, recogimos todo y nos marchamos hacia su casa. Al ser Viernes ella estaba supuesta a trabajar pero había pedido el día libre por mi y poder estar conmigo en mi primer día en un país diferente.
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My Story | KookV
FanfictionNo estoy seguro de cómo sucedió, pero sucedió. De lo que estoy seguro es que no haré nada al respecto porque no hay forma en el mundo entero en que sea correspondido por él. Lo conocí en mi tercer empleo, a los 22 años. Recuerdo que estábamos en el...