Capítulo 4 - Sueños

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Oscar despertó en una cama de hospital. No tiene nada que ver con lo que ha pasado hace unos minutos.

¿Donde estoy?
Dios, que día tan... Horrendo.

Oscar se levantó de la cama, estaba un poco mareado y con náuseas.

Parece que estuviera a punto de morir, ¿Por qué estoy aquí?

Hay mariposas por toda la habitación, fotos de Erizo y una puerta rojo carmesí.

¿Esto es algo de las brujas?
Necesito irme de aquí.

Oscar parece cansado, tiene ojeras y un ligero hilo rojo amarrado su muñeca.

-Oscar: ¡¿Hola?!, ¡¿Hay alguien ahí?!

No recibió respuesta, pero se encaminó hacia la puerta.

Esto es muy extraño, pero es mejor estar aquí que en esa estúpida fiesta.

Oscar abrió la puerta con delicadeza, soltando un pequeño chillido.

¿Que?

Oscar se sorprendió, estaba ahora en el segundo piso de su casa. Hay rosas marchitas por cualquier lado.

Ok, esto no debe ser producto de las brujas.

Oscar iba a bajar las escaleras, pero todo se puso en un negro total, era una ceguera inevitable y el silencio se tornó en una caída libre.

Solo mis pensamientos, y , yo...

¿Nada de que hablar eh?

No hay problema, aquí hay tema.

¿Que pasa cuando le pegas a un chico en una fiesta?

Una loca alucinación.

No era la forma de pasar el tiempo más cuerda, pero al menos dejaba pensar a Oscar si fue correcto lo que hizo.

¿Que me ha pasado?

No lo sé, míralo por ti mismo.

Apareció un espejo en esa extraña caída libre. Oscar se miró en el espejo y era simplemente... Oscar.

No lo mires así, míralo así.

El espejo dio un par de vueltas. Era la silueta de Oscar, pero con el rojo carmesí que había visto en la puerta.

¿Qué?

¿Aún no lo pillas?

No.

De vuelta, apareció un objeto en la caída libre, pero era una regla con un espeluznante movimiento involuntario.

Mira aquí.

Y a su vez señaló esa regla en el pecho de Oscar.

Mis sentimientos recónditos. /Summer Camp IslandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora