Celo fuera de casa - C! Cellbit x C! Rubius

One

- Muchas gracias por el permiso para adaptar está hermosa historia
Marsbythesea

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Suspiró pesado al recordar la última discusión que tuvo con Mangel el día anterior, estaba agotado de darle vueltas al tema una y otra vez sin descanso. Estaba seguro que el discutir con su mejor amigo no era la peor de las cosas, lo era saber que a él no le era lo suficientemente importante como para cumplir sus promesas de volver a comportarse igual que antes. Sabía que había tomado la mejor decisión al terminar su amistad con el alfa de una vez por todas, pues perdía más de lo que aportaba. A pesar de estar completamente seguro de su decisión, su lobo no compartía la misma opinión y lo hacía sentirse culpable. Escuchaba con claridad al lobo pedirle que arreglara las cosas con su mayor para no perder la amistad de años que tenía con Mangel. Pero el castaño estaba firme en su decisión de no tolerar los maltratos y abusos a los que Mangel lo exponía cuando se encontraban en público. No lo necesitaba para nada, tenía más amigos y buena comunicación con sus compañeros, así que de ser necesario le encontraría un remplazo sin problemas. Sin embargo, eso no lo hacía sentirse menos deprimido por la pérdida, después de todo, no siempre fueron malos momentos con el azabache.

Había tenido que despertarse más temprano para tomar el transporte público y llegar a tiempo a la preparatoria. Además no quería toparse con su mamá porque le Había tenido que despertarse más temprano para tomar el transporte público y llegar a tiempo a la preparatoria. Además no quería toparse con su mamá porque le preguntaría por Mangel y no se sentía de ánimos para explicarle todo en unos minutos. Para todo aquel que lo oliera sería evidente su tristeza, no tenía ningún sentido disimularlo cuando su aroma no le permitiría mentir. Caminó por los pasillos en silencio, no podía evitar ponerse más decaído al ver a todos con sus amigos siendo felices, para terminar de empeorar la situación se topó con Mangel y aquel grupo de alfas que ahora eran sus amigos, le dolió verlo reírse como si el terminar su amistad no significara nada para él. Entró a su salón con un gesto molesto, llamando la atención de todos ya que él era la persona más alegre que conocían. Apenas se sentó sus amigos del salón se acercaron preocupados, no obtuvieron respuestas porque el omega les pidió de favor que le dejaran solo por ese día. No se dio cuenta que uno de sus compañeros lo miró fijamente hasta el descanso por estar ensimismado en sus pensamientos. Con el sonido de la campana salió casi corriendo del salón para alejarse de todos, terminó en uno de esos rincones solitarios que sólo las parejas usaban.

Siempre deseé que por un día no hicieras ruido ni te rieras - Rubén se sobresaltó por el susto que le causó escuchar esa voz de la nada.

El castaño giró para enfrentar a quien le estaba hablando, se encontró con un Alfa de pelo café de su clase que para lo único que hablaba era para pedirle que guardara silencio: Eso fue muy cruel-se quejó por lo dicho, le parecía un comentario de mal gusto.

El alfa lo miró sin decir nada por largos segundos mientras meditaba qué decirle al contrario:- ¿Estás triste porque terminaste con tu pareja o algo así? — la pregunta pareció tratar de ridiculizar sus sentimientos, cosa que hizo enojar al omega.

Ese no es tu problema. No tienes el derecho de burlarte de mí-bramó irritado. Si tanto querías que me callara, ya pasó. Déjame en paz-gruñó con los ojos llenos de lágrimas y el ceño fruncido.

El alfa se sintió mal por lo que dijo, su intención no era hacer sentir peor al contrario, estaba genuinamente preocupado por él, pero no sabía cómo preguntarlo sin sentir que estaba invadiendo su privacidad. Bufó por lo pésimo que era en esos temas y pensó en una forma de remediar lo que acababa de hacer:-. Lo siento, no era mi intención se disculpó con sinceridad, sorprendiendo a Rubén por eso-¿Qué tienes? se sentó a su lado con un semblante más amable para darle confianza.