Los regalos y las felicitaciones no han tardado en llegar, la habitación está repleta de flores y muchos globos acompañados de monos de peluche, me siento halagada de tanto afecto que he recibido por la llegada de mi bebé, Cecil ha llamado prometiendo que pronto vendrá a conocer a mi hijo, ya que ella se encargará de los pendientes en la oficina pero reiteró que tiene ansias por conocer a mi pequeño.
Los señores Müller ya vienen en camino y han expresado lo emocionados que están al saber que ya ha nacido el primogénito de Adler. Ancel y Yana hace unos momentos han llegado pero el médico los ha echo esperar hasta la hora de visita. El médico ha comentado que Ancel y Yana dicen estar ansiosos por conocer a nuestro bebé y que lo han asustado en demasía ya que hay muchos hombres armados en la clínica, más de los que algún día llegó a mirar.
Adler y yo ya le hemos escogido un nombre a nuestro bebé así que lo hemos llamado Aldrik, es el nombre del abuelo paterno de Adler, y asegura que el señor Alphonse se pondrá muy emocionado de saber la noticia que su segundo nieto varón lleva el nombre de su padre.
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La noche ha caído y me encuentro amantando a mi pequeño compartiendo tan especial vinculo mamá-bebé; Adler ha ido por un café y algún snack para comer, ya que todo el día se la ha pasado aquí sin querer separarse de su hijo y le he exigido que necesita comer algo así que a regañadientes ha salido de la habitación. Los padres de Adler hace una hora atrás se acaban de marchar prometiendo que mañana vendrán a recogernos para llevarnos a casa. Lo cierto es que están muy emocionados al conocer a su pequeño nieto.
Ancel y Yana han traído consigo al pequeño Hans que se ha pasado cuidando a su pequeño primo sin querer dejarlo un solo momento. Mi amiga y mi cuñado se han vuelto locos de haber conocido al pequeño de la familia Müller, la señora Gretchen se la pasó apapachando a mi pequeño y no me puedo sentir más feliz de tener a esta hermosa familia, al fin lo que tanto anhele.
—¿Tienes inconveniente si me quedo la noche con ustedes?. —Adler se rasca la cabeza y me mira esperanzado ansiando una buena respuesta por parte mía, pienso decirle que no solo para hacerlo sufrir un poco; pero al mirarle el rostro de cachorro abandonado decido que mejor no, sería muy cruel de mi parte.
—Puedes quedarte no hay problema y lo sabes Adler. —él me regala una sonrisa mostrando toda su perfecta dentadura. Va directo a la pequeña cuna donde duerme nuestro hijo y lo toma en brazos, esa imagen me enternece y derrite mi corazón. Lo arrulla en sus enormes brazos y sonríe como bobo, se nota la emoción en su rostro —.Eres un papá muy sexi Adler Müller de Klein .
Me tira un beso al aire y yo me siento mas que sonrojada, le asienta de maravilla ser padre trata con suma delicadeza a nuestro hijo como si fuese un pétalo de rosa que cuida con amor para no romperlo.
—Soy irresistible amor gracias por este tan maravilloso regalo; me has hecho muy feliz nuestro hijo es perfecto Maya. —viene hasta mi y yo me remuevo un poco de la cama para hacerle campo, se recuesta a un lado de mi y con sumo cuidado coloca a nuestro hijo sobre su pecho, me toma de la mano entrelazando nuestros dedos, besa el dorso de esta y puedo mirar como las lágrimas resbalan por su mejilla —.Perdóname Maya por todo el daño que te he causado a lo largo de nuestra relación, he sido un completo imbécil y sé que nada lo va a remediar; pero prometo compensarte y ser el hombre que cuide de ustedes para el resto de nuestras vidas, prometo sanar tu corazón.
Se acerca a mi y deposita un beso en mis labios; yo limpio sus lágrimas con mis dedos y le regalo una sonrisa conciliadora, no voy a mentir que el corazón se me hincha de emoción pero a la misma vez tengo miedo de caer en lo mismo, aunque para ser sincera jamás pensé que este momento llegaría a suceder.