Prólogo

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En el centro de toda la destrucción se encontraban varias figuras descansando tras la ardua batalla que sacudió al mundo entero.

Arthur, Sylvie, Regis, aliados de Alacrya y Asuras de todas las razas que se unieron para terminar con el mal llamado Kezess Indrath.

El ser que en el pasado fue visto por los Asuras con admiración y respeto tras traer paz y unificación al mundo, había sido consumido por la ambición, llevándolo en busca de un poder mayor sin importar las consecuencias.

Su gran error, cometer genocidio ante los "Djinn", seres pacíficos que tenían un control mayor sobre el Aether, iniciando una guerra por temor a que estos posaran un peligro para su estatus y su gente, dando inicio a un futuro que llevaría al mundo al borde de la destrucción.

El bien triunfo y los caídos fueron vengados, pero a que costo?.

Epheotus, una dimensión creada por los antiguos asuras ahora un lugar irreconocible, el hermoso paisaje que no se comparaba con nada antes visto en sus dos vidas ahora inexistente.

Dicathen y Alacrya, alcanzadas por la batalla entre las deidades. Las hermosas tierras, cielos y mares una vez repletas por millones de Humanos, Elfos, Enanos y Bestias ahora una tierra desolada, envuelta en fuego y cenizas.

Su padre Reynolds, su madre Alice y su hermana menor Eleanor. Su primera familia en dos vidas, aquellos que lo aceptaron con todo y el oscuro pasado con el que cargaba. Las personas que se quedaron a su lado y le mostraron lo que era el amor incondicional convirtiéndose en su pilar emocional.

Los Cuernos Gemelos, familia, amigos y compañeros que estuvieron a su lado y de su familia en los peores momentos.

Su amiga de la infancia, Tessia. Aquella pequeña elfa que poco a poco tras los años, rompió el duro cascaron que se formo en su corazón tras vivir como el Rey Grey, convirtiéndose en su primer amor.

Virion, su segundo maestro quien lo recibió desde pequeño, quien se convirtió en familia tras los años y en el abuelo que nunca tuvo. Una pieza importante en convertirlo en el hombre que es hoy.

Y Sylvia, la primera alma que lo aceptó tal y como era sabiendo su pasado. Se convirtió para el en una abuela en tan solo 4 meses, su primera maestra y la que cambiaría por completo su vida, otorgándole su voluntad y el huevo de su hija, Sylvie.

No fue capaz de salvar a ninguno de ellos, incluso con todo el poder a su disposición, aun con toda su preparación y sus dos vidas de experiencia en batalla, le había fallado a cada uno de ellos.

Pero ese no podía ser el final, Arthur lo sabía muy bien, se había prometido a el mismo pelear contra los Dioses si era necesario por aquellos que amaba.

Tras haber adquirido todas las runas necesarias, desbloqueo el poder que fue anhelado por Kezess y Agrona. 

(Fate)

Con el poder capaz de alterar la realidad, se puso en marcha. Todos los ojos se centraron en el, entonces Arthur rompió el silencio.

"Me rehúso a creer que este es el final, el mejor resultado posible, por esta estúpida guerra que causo Kezess, nuestra gente sufrió, nuestros hogares desaparecieron, no queda nada en este mundo que proteger" grito Arthur con furia.

"Pero no dejare que todos los sacrificios sean en vano" termino con un tono gentil.

"Que tienes planeado hacer Arthur" Hablo Myre.

Ella se había unido a la revolución en Epheotus contra Kezess y sus seguidores tras la caída de Agrona, no podía perdonar más al hombre que causó la muerte de su única hija y la de millones de inocentes, su conciencia no la dejaba.

"Volveré al pasado con todos mis poderes, mis memorias intactas y reescribe el destino que forjó Kezess", dijo Arthur dejando a todos sin palabras.

"Arthur, he visto lo que puedes hacer, todos aquí somos testigos de las hazañas que has logrado, hiciste lo imposible al dominar el Aether, obteniendo el poder necesario para terminar con tus enemigos, pero, podrás con las cargas de este mundo una vez más?" Dijo Myre preocupada.

"No estaré solo" agite mi cabeza de lado a lado, "Llevare conmigo a Sylvie y Regis, con ellos a mi lado, disminuirán drásticamente las posibilidades de algún desastre" "Porque me tienes que arrastrar una vez más a tus locuras" Se quejó Regis "Regis..." Lo callo Sylvie de una mirada.

Al distraerse entre la conversación de sus vínculos, Arthur no se había percatado de su entorno, dejándolo sorprendido, los seres más orgullosos del mundo estaban inclinados ante el, alguien que alguna vez fue considerado un "ser menor" ante sus ojos.

"Arthur, se que no estamos en posición de pedir algo de ti, somos cómplices al dejar que Kezess hiciera lo que le plazca por siglos, el miedo no es excusa, pero por favor, hablo por todos aquí, salva este mundo de las garras de esos dos demonios" Dijo Myre.

A su lado se encontraban Kordri, Ademir, Wren, Mordain, lideres de clanes aliados y miembros que lograron sobrevivir la batalla, asuras que reconocieron hace mucho su potencial.

"De verdad crees que es posible? Usar un poder tan grande? un error y será nuestro fin" Comentó Regis "Lo se, pero si nos quedamos aquí sin hacer nada, todo lo que logramos habrá sido en vano, no queda nada aquí que proteger, hubiese preferido caer junto a los que amo de ser así" los miré con determinación "me darían su apoyo " pregunte a ambos.

"Ya sabes la respuesta, no tienes que preguntar lo obvio papá/princesa" respondieron ambos con una sonrisa.

Arthur miro una vez más a los asuras, "No olvidare lo que hicieron cada uno de ustedes hoy presentes y aquellos que lucharon y cayeron para terminar con la dictadura de Kezess Indrath y Agrona Vritra, espero volverlos a ver una vez más y contar con su apoyo en el futuro" termino dándoles una pequeña reverencia.

Se alejaron del lugar en camino a la grieta que unía ambos mundos y pasaron por ella, llegando a lo que una vez fue conocido como Dicathen.

"Que hacemos aquí? pregunto Regis.

"Solo quiero ver por ultima vez este lugar antes de irnos" respondió sin muchos ánimos.

Después de varios minutos llegaron a su destino, Ashber, el lugar donde empezó su vida como Arthur Leywin.

Tras haber acabado con los traficantes de esclavos y los Alacryanos durante la guerra, este pequeño pueblo había vuelto a la vida, pero no perduro mucho.

Se dirigieron a lo que solía ser el patio de su casa y en el, se encontraban las tumbas que Arthur había hecho para su Padre, Madre, Hermana y todos aquellos que considero familia.

Se puso frente a ellas y al ver los nombres grabados, no pudo contenerse y cayo de rodillas en llanto.

Sylvie y Regis podían sentir a través de su vinculo cada sentimiento y pensamiento que corría por Arthur, lagrimas corrieron por las mejillas de Sylvie, pero se mantuvo firme para darle su momento a su padre.

Paso casi media hora hasta que se calmo y se puso de pie, "Perdón por hacerlos esperar, estoy listo".

Sylvie se acerco y lo tomo en un abrazo, "No tienes porque disculparte Papá, no te preocupes, todo saldrá bien" le dio una pequeña sonrisa.

Arthur asintió con la cabeza y le regreso la sonrisa, "Bien, hora de irnos".

Regis entro a su núcleo y tomo a Sylvie en sus manos.

Las runas doradas en todo su cuerpo ahora brillando en un púrpura, activando la runa de Fate, el Aether empezó a moverse alrededor de los tres acordé a su voluntad, todo se sintió ligero, Aether envolviéndolos violentamente como si se tratase de un tornado, después de vario segundos, todo se volvió negro.

TBATE - Restoring The FaithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora