Capítulo único

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Julian se encontraba jugando en la play en la sala de estar, antes de que todos los muchachos bajaran a cenar. Estaba tan concentrado en el juego que no sintió la presencia de alguien más en la habitación hasta que unos brazos lo tomó por los hombros y les dio un fuerte apretón. Julián se tensó por un momento ante ese toque hasta que notó que era Enzo. Pausó el juego y le dedicó una mirada cargada de adoración seguido de una risa tímida.

-Hola Enzi..-dijo Julián con una pequeña sonrisa.

-Hola guapo- contestó dándole una sonrisa socarrona, para luego sentarse más cerca del mayor. Julián se sonrojó ante aquel apodo y soltó una risita nerviosa. Enzo comenzó a trazar con sus dedos la piel blanquecina del cordobés, quién solo temblaba ligeramente por los toques.

-Enzo...alguien nos puede ver- murmuró bajito.

- Dale Juli..solo quiero un beso- respondió haciendo un puchero que Julian no pudo resistir. Se acercó lento al morocho y posó sus labios en él comenzando un beso dulce y lleno de amor. Julian estaba listo para separarse antes de que escale a algo mayor, pero fue retenido por Enzo quien sujetó su cabeza para que no se escapara y profundizó el beso. Julian gimió ante el acto mientras aferraba sus manos a la camisa que traía puesta su chico. En un rápido movimiento el menor tuvo a Julian a horcadas de él y continuó atacando la boca de Julian sin pudor alguno deleitándose con los sonidos eróticos que salían de ella. Julian se sentia muy abrumado con toda la situación y no podía hacer más que aferrarse a Enzo y al hacerlo sintió en su parte baja la intimidad de su pareja chocar contra él, reprimió un gemido bajo ante la sensación.

-Me tienes duro mi amor...- dijo Enzo separándose del beso. Julián se puso más colorado de lo que ya estaba y se escondió en el cuello del menor decidido a quedarse ahí.

- No digas eso..-pidió bajo- Le avergonzaba que Enzo no tuviera filtro con estas cosas.

Enzo en respuesta levantó su pelvis haciendo chocar su miembro con la entrada el mayor.

-Mirá lo que causas...- Julian abrió los ojos y ahogó un grito tapándose la boca para callarlo.

No podían hacer esto en la sala del predio. Cualquiera podría entrar y encontrarlos así. Julián no podría mirar nunca más a sus compañeros sin sentirse expuesto. No quería ni imaginar que Leo podía encontrarlo así. Lloraría tanto si eso pasará, no podría verlo nunca más a los ojos.

No te calles amor- quiero oír cómo te gusta que te garche con ropa. Julián solo aferró sus manos a los hombros de su amante y se mordió los labios evitando que cualquier ruido escapará.

Enzo aumentó sus movimientos entrando más en el mayor, la ropa adentrándose en la abertura de Julián.

-Ah, ah,- soltó Julián avergonzado de sus sonidos. Poco a poco comenzó a saltar tímidamente encima de él, aumentando la fricción.

-Mira lo que sos eh, tan tímido no te veo ahora- soltó Enzo burlonamente sin despegar la vista que tenia frente a él. Julian se encontraba respirando agitadamente con los ojos cerrados y mordiendose los labios para evitar que salgan ruidos indeseados.

Julián se sentía muy avergonzado por lo que estaba haciendo, sintió sus ojos picar. Él sabía que es normal que su cuerpo reaccione ante los estímulos, pero no podía evitar sentirse expuesto ante su acompañante. Miró con ojos suplicantes a Enzo y esté lo entendió de inmediato. Poco a poco los movimientos de Enzo fueron perdiendo ritmo hasta que solo era Julian moviéndose lentamente.

-Juli..si queres podemos parar ahora- dijo tranquilamente. Nunca haría algo que su araña no quisiera.

Julian sintió una calidez extendiéndose por su pecho cuando escuchó aquellas palabras.Enzo siempre era tan atento a sus necesidades. Así que con toda la pena del mundo negó lentamente y depositó un suave beso en el cachete del contrario. Enzo ante tal acción, bajó sus manos dulcemente hasta ubicarlas en los muslos del mayor y les dio un ligero apretón. En respuesta Julian da un brinco que le hizo perder la razón por un segundo. El contrario le regala una sonrisa ladeada que aumentan las ganas de Julian por besarlo, separa fuertemente sus nalgas para obtener más espacio entre sus piernas y comienza de nuevo con los movimientos.

-Mmm- suspira Julián y su frente se cubre de una ligera capa de sudor sintiendo cierto nudo formándose en su estómago por la excitación. Estaba tan cerca, lo sabía.Sentía mucho calor y la mirada sobre él no lo ayudaba en nada a controlarlo. Era una de las pocas veces que hacía esto con su novio. Nunca habia tenido encuentros más allá de esto tipo, no llegaba a terminar el acto al ser tan inexperto en el tema. Julián tenía miedo de hacerlo mal y arruinar el momento. 

Enzo lo miraba con una intensidad que lo obligó a cerrar los ojos para no sentirse intimidado.

-Sos perfecto Julian- susurró cerca de sus labios, mientras los movimientos se volvían descoordinados.

-Amor hacelo má-ás fuerte..- gimió bajo para que nadie más que su compañero lo oyese.

Perdidos en su nube de placer no oyeron como los demás comenzaban a llegar a la sala entre risas y bromas. Julián abrió sus ojos de golpe e intentó alejarse. Su sistema se inundó de pánico al sentir los pasos de sus compañeros más cerca. Sin embargo Enzo lo sostuvo fuerte de la cintura impidiendo su acción.

-Amor te prometo que no voy a dejar que nadie te vea así- susurró tranquilizadoramente. Julian lo miró a esos ojos que lo veían con tanto amor , así que le creyó.

-Te amo - contestó tímidamente, para después abrazarlo por el cuello y mantener su cabeza apoyada en su hombro.

Enzo lo beso con delicadeza para después cargarlo con facilidad acercándose a la salida del comedor. Julian se aferró lo más que pudo a su espalda como si su vida dependiera de ello. No quería ver a nadie, solo quería estar rodeado por Enzo. El morocho agarró una manta que estaba destendida en el mueble y cubrió a Julián con ella.

Llegó a donde estaban los demás y ocultó con su cuerpo a Julian lo más que pudo. Les informó que Julián no se sentía bien y que se irían a su habitación. Todos asistieron y le desearon una pronta recuperación. Enzo comenzó su caminó hacia las habitaciones y Julián salió de su escondite para dedicarle una brillante sonrisa.

-¿Te sentís mejor?- preguntó con cautela, temiendo haber sido poco empático con su chico.

Julián asintió y se ajustó mejor para no caer. Enzo sintió un leve tirón en su parte inferior y soltó una baja maldición. Julián se percató de eso, pero no comentó nada. A la par que Enzo caminaba su miembro rozaba peligrosamente su entrada causándole escalofríos. El placer fue escalando y era tan grande que siguió moviéndose encima del morocho sutilmente, cerró sus ojos por un momento y al abrirlos se encontró con la mirada de Leo, quien los observaba disimuladamente a través del vidrio. Eso lo hizo esconderse entre el hueco del hombro de Enzo y llegar al clímax. Su abertura se abrió y cerró fuertemente mientras manchaba sus pantalones cortos. Julián respiraba agitadamente deseando llegar rápido a la habitación y esconderse bajo sus sábanas para siempre. Enzo soltó un gruñido cargado de excitación que le hizo saber, que también había alcanzado el orgasmo. No se detuvo a recomponer el aliento, cuando prácticamente se fue corriendo con Julián en brazos para no exponerse más y se encerraron en su habitación

Confía en mí  / EnzoxJulianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora