En escala de grises y luego tú.

Capítulo 2

Dejamos el montón de bolsas de lo que compramos encima de la mesa del comedor que no hemos usado y decidimos cenar en la sala viendo una serie en netflix.

-llegó su roomie favorito.

Que maldito susto, estábamos tan concentradas en la serie que ni siquiera nos dimos cuenta en que momento entro Jackson al apartamento.

Rápidamente Olivia se levantó y le saltó encima a su novio.

-me extrañaron?- soltó Jackson después de saludar a su novia.

-claro que sí amorcito.- le contestó Olivia

-pues sí, hoy no tuvimos chef y tocó ir a comprar comida.- contesté conteniendo una sonrisa.

Jackson tiene su propio apartamento no muy lejos de aquí, pero prácticamente vive aquí. Desde que nos mudamos ha estado aquí y no me quejo, es buena compañía, además ha sido de gran ayuda, sobre todo porque cocina muy rico.

Seguimos viendo la serie después que Jackson nos contó que había ido a hacer todo el día. Terminamos de cenar y los tortolos ya ni le prestaron atención a la serie por estarse dando cariñitos, luego entre risitas se fueron a la habitación de Olivia, que asco, siempre han sido empalagosos, es una suerte que nuestras habitaciones estén muy separadas porque seria molesto escucharlos por las noches.

Luego de un rato apago el televisor para irme a dormir, me sentía muy cansada.

_____________________________________________________________________

Toques en la puerta.

¿Están llamando a mi puerta o sigo sumida en los sueños?

Vuelven a insistir.

-Lu, tu mamá te necesita en el teléfono.- efectivamente es real, Olivia está llamando a la puerta de mi habitación.

Mmm, siento que no he dormido nada, aun estoy cansada.

Vuelve a insistir en la puerta, así que decido salir. Me encuentro con Olivia bien arreglada con el teléfono fijo del apartamento en la mano y por su cara deduzco que ha llegado el momento de mi juicio.

Respiro profundo, Olivia me entrega el teléfono con una sonrisa de apoyo, me dirijo a la sala y veo que Jackson está limpiando la cocina muy animado.

-¡Buenos días!- me saluda con una sonrisa alegre

-Buenos días Jack.

Observo el teléfono en mis manos y me preparo para lo que sé que se viene.

-Hola mamá...

-¡¡¡¡¡Lucia Elizabeth Grant Davis!!!!!! ¿tienes idea de la vergüenza que acabo de pasar hace unas horas cuando decidí llamar al decano para preguntar por mi hija?- Está muy enojada, ya lo esperaba.

-Mamá yo..

-¡Tu padre está furioso!, estás dejando en ridículo nuestros apellidos, jamás me imaginé pasar por semejante vergüenza. Tu hermana nunca nos dio problemas, al contrario, recibíamos llamadas de felicitaciones.

Carajo!

-Yo n...

-¡NO Lucia!- me vuelve a interrumpir - te hemos dado todas las comodidades posibles para que te enfocarás en estudiar- respira hondo -¿Qué es lo que te hace falta? dime.

-Madre, yo sé que no hay excusa valida para mi descuido. Agradezco todo lo que me han dado, de verdad y siento mucho decepcionarlos.- hago una pausa esperando a que me interrumpa, pero no lo hace, entonces sigo. -Nunca pensé que me sería tan difícil adaptarme a la universidad y todos los demás cambios, es el primer año donde se busca la adaptación a está nueva etapa. Les prometo que no volverán a recibir quejas sobre mi rendimiento académico.