En escala de grises y luego tú.

Capítulo 5

-Lu!!! ¿Ya estás lista?

Olivia está loca de la emoción, después de dos meses he decidido salir al bar para distraerme.

Había estado muy centrada en la universidad pero ahora que tengo todo en perfecto orden decidí darme un respiro.

-Ya voy!!!!

Salgo lo mas rápido que puedo con un outfit bastante casual, chamarra negra, una blusa blanca debajo, unos jeans ajustados y mis botas favoritas.

Al llegar al bar nos encontramos con la compañera de Olivia, Marlene.

Marlene es una chica dulce y amigable como Olivia, me cae bien. Se presentó un par de veces en el apartamento por cosas de la universidad y su compañía resultó ser bastante grata.

Tomamos un par de shots y nos fuimos a la pista para bailar.

-otro shot, por favor- pido en la barra.

Me estoy divirtiendo mucho, no lo puedo negar.

-Toma. Que bueno verte de nuevo.

Volteo porque tenía la vista en los chicos bailando.

Es Toby. El bartender amable.

-Gracias- le digo amable. -Emm... Quería agradecerte por haberme defendido la última vez.

Sonríe.

-No fue nada- se encoge de hombros -El nuevo fue algo agresivo contigo, él no sabía que eres una de nuestras mejores clientes. Además me hubiera dolido no volverte a ver por acá.

-pues, igual te lo agradezco.- Le sonrió amable.

Me termino el shot y regreso a la pista con los chicos.

-me acompañas al sanitario- me habla Marlene al oido.

Asiento

Me toma de la mano para salir de la pista y dirigirnos a los sanitarios. Hay algo de cola y por lo que veo tiene urgencia.

-¡Cielos! Estoy a reventar- dice al ver la cola para los sanitarios de chicas. -Ven- me vuelve a tomar de la mano para dirigirse al pasillo de prisa y luego sube las escaleras.

-Oye- trato de pararla. -no creo que podamos estar aquí sin autorización-

-tranquila- tira de mi mano para que siga subiendo. -tengo autorización-

Llegamos a la oficina del administrador y entra sin llamar antes a la puerta.

Esto empieza a asustarme, no hay nadie. Y no sé si eso es bueno o malo.

Entra rápidamente en una puerta que está al otro lado. Me quedo de pie viendo detalladamente la oficina. Es amplia y muy bonita. Me acerco a una pared para observar los cuadros, son hermosas obras de arte.

De pronto abren una puerta, me giro confiada pensando que es Marlene saliendo del sanitario, pero...

Es un hombre entrando a la oficina.

El administrador.

El que me vio hacer drama ebria.

¡Carajo!
Me empiezo a sonrojar de nervios.

El hombre me examina  cuidadosamente.

-Qué haces aquí- pregunta serio

-Yo... Em... - realmente no sé que decir.

Me he puesto nerviosa.

-Nadie puede ingresar aquí sin autorización.

Está molesto y yo no sé cómo defenderme. Ni siquiera sé sí Marlene realmente tiene autorización.